“Debemos convertir todos los compromisos con las emisiones netas cero en un movimiento mundial imparable”, recordó el secretario de las naciones Unidas, António Guterres. ¿Por qué?
¿Qué indica el “cero neto”? Dicho de forma sencilla, el “cero neto” indica recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible de emisiones nulas, con algunas emisiones residuales que sean reabsorbidas desde la atmósfera mediante, por ejemplo, el océano y los bosques.
¿Por qué es tan importante el “cero neto”? La ciencia ha demostrado claramente que a fin de evitar los peores impactos del cambio climático y para conservar un planeta habitable, el aumento global de la temperatura necesita limitarse a no más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. En la actualidad, la Tierra ya tiene un calentamiento superior al 1,1 °C en comparación a finales del siglo XIX, y las emisiones continúan elevándose. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, tal como se exigió en el Acuerdo de París, es necesario que las emisiones se reduzcan alrededor del 45% para 2030 y que se alcance el cero neto hacia 2050.
¿Cómo puede alcanzarse el cero neto? La transición a un mundo con cero emisiones supone uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado la humanidad. Nos exige, ni más ni menos, que se produzca una completa transformación del modo de producir, consumir y trasladarnos. El sector energético constituye la fuente de cerca de tres cuartos de las emisiones de gases de efecto invernadero en la actualidad y encierra la clave para evitar los peores efectos del cambio climático. La sustitución de generadores de contaminación, como la producción de energía mediante el carbón, el petróleo o el gas, por fuentes de energía renovables, como la energía solar o eólica, reducirían drásticamente las emisiones de carbono.
¿Existe un esfuerzo conjunto para alcanzar el cero neto? Sí, una coalición creciente de países, ciudades, industrias y otras instituciones se comprometen a alcanzar esas emisiones cero netas. Más de 70 países, incluidos los grandes contaminadores, como China, Estados Unidos y la Unión Europea, han establecido el objetivo del cero neto que abarque alrededor del 76% de las emisiones globales. Más de 1.200 empresas han establecido objetivos fundamentados en la ciencia y en consonancia con el cero neto, y más de 1000 ciudades, con más de 1.000 instituciones educativas, y con más de 400 entidades financieras, se han unido en la campaña “Race to Zero” en la descarbonización y ayudados por promesas de medidas inmediatas y estrictas que reduzcan a la mitad las emisiones globales para 2030.
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¿Cómo podemos asegurarnos de que los compromisos se conviertan en acciones? El crecimiento de los compromisos de emisiones netas cero ha ido acompañado de una proliferación de criterios con diferentes niveles de solidez. Con el fin de desarrollar normas más sólidas y claras para los compromisos de emisiones netas cero por parte de entidades no estatales como empresas, inversores, ciudades y regiones, y acelerar su aplicación, el secretario general de la ONU, António Guterres, creó en marzo de 2022 un Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre los Compromisos de Emisiones Netas Cero de las Entidades no Estatales. El Grupo de Expertos formulará recomendaciones antes de que finalice el año.
¿Estamos en la senda correcta para alcanzar el cero neto en 2050? No, los compromisos adquiridos por los gobiernos hasta la fecha se han quedado cortos para lo que es necesario. Los planes nacionales por el clima actuales, y para el total de las 193 partes adheridas al Acuerdo de París, nos llevarían a un aumento considerable de casi el 14% en las emisiones globales de gases de efecto invernadero para 2030, en comparación con los niveles de 2010. Lograr el cero neto hace necesario que los gobiernos, en primer lugar, los mayores emisores, refuercen significativamente sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y que emprendan fases enérgicas e inmediatas para la reducción de las emisiones actuales. El Pacto de Glasgow por el Clima hizo un llamamiento a todos los países para que revisaran y reforzaran los objetivos de 2030 dentro de sus CDN y para finales de 2022, a fin de alinearse con el objetivo de temperatura del Acuerdo de París.