Los últimos cinco años serán los más calurosos de la historia: ONU | El Nuevo Siglo
Foto ONU
Domingo, 22 de Septiembre de 2019
Redacción internacional
Un informe de la Organización Meteorológica Mundial alerta que los efectos del cambio climático cada vez afectan más a los países. Este lunes, en la Asamblea General en Nueva York, Antonio Guterres hará un llamado a los líderes del mundo para tomar acciones más concretas

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LA TEMPERATURA mundial promedio de 2015 a 2019 va en camino a convertirse en la más alta de cualquier periodo de cinco años jamás registrada, aseguró la ONU en la víspera de una cumbre de líderes mundiales sobre el clima.

“Se estima actualmente que estamos 1,1ºC por encima de la época pre-industrial (1850-1900) y +0,2ºC que en 2011-2015”, indicó el informe Unidos en la Ciencia de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Los últimos datos confirman la tendencia de los cuatro años anteriores, que ya fueron los más calurosos jamás registrados desde 1850, cuando empezó a documentarse la temperatura mundial promedio.

Ya sabíamos que julio de 2019, cuando varias canículas azotaron a Europa, fue el mes más caluroso de la historia. Pero hay disparidades regionales: los polos se calientan a mayor velocidad y las zonas costeras se ven amenazadas más rápidamente.

“Los efectos del cambio climático no se sienten de igual manera”, dijo el científico jefe de la oficina meteorológica británica, Stephen Belcher.

"Algunos países sienten algunos efectos, como canículas más intensas o inundaciones más graves, más temprano que los otros", añadió.

El informe, publicado dos días después de gigantescas manifestaciones estudiantiles por el clima en todo el mundo y antes de que los líderes mundiales se reúnan en Nueva York para la Asamblea General anual de la ONU, hace un balance de la inacción de los Estados para reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero.

Y los científicos son incluso "conservadores", dijo una de las responsables del informe, Leena Srivastava. En realidad, los gobernantes "deben actuar con mucha más urgencia", señaló al presentar el informe.

Sin retroceso de emisiones

La lista de malas noticias sobre el estado del planeta es larga y está detallada minuciosamente en el informe de la OMM.

Los científicos aseguran que la subida de las aguas oceánicas se acelera y su ritmo aumentó en la última década a cuatro milímetros por año, en lugar de tres, a raíz del derretimiento acelerado de los casquetes glaciares en los polos Norte y Sur, confirmado por múltiples estudios y observaciones satelitales.

Las industrias del carbón, el petróleo y el gas siguieron creciendo en 2018. Las emisiones de gases con efecto invernadero también aumentaron, y en 2019 serán "al menos igual de elevadas" que en 2018, prevén los científicos a cargo del informe.

La concentración de CO2 en la atmósfera alcanzaría un nuevo récord a fin de año, 410 partículas por millón, según datos preliminares.

Para el profesor Dave Reay, de la Universidad de Edimburgo, esta es la peor noticia del informe.

"Es como recibir una factura de tarjeta de crédito luego de cinco años de gastos sin pagar", escribió. Y siguiendo con la metáfora bancaria, agregó: "Alcanzamos el máximo mundial de nuestro crédito de carbono. Si las emisiones no comienzan a caer, el precio será infernal".

En el estado actual de los compromisos de los países para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, el planeta será de 2,9ºC a 3,4ºC más caluroso en 2100.

Los científicos estiman que los esfuerzos anti-carbono de los países deben ser multiplicados por cinco para contener el calentamiento global a +1,5ºC, como prevé el Acuerdo de París de 2015. O al mínimo por tres para contenerlo a +2ºC, el límite máximo estipulado por el acuerdo.

"La brecha nunca fue tan grande" entre lo que el mundo quiere lograr y la realidad climática de los países, señala el informe.

Esta es la brecha que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quiere colmar en la cumbre sobre el clima que ha convocado este lunes, a la que asistirán unos 60 gobernantes.

A sus 70 años, el secretario general, gran organizador de una cumbre el lunes, aspira a estar en la vanguardia del combate contra el cambio climático. Algunos piensan que esa omnipresencia le permite ocultar sus dificultades en la resolución de conflictos.

"No pretendo gobernar el mundo. Mi principal objetivo es hacer el mayor ruido posible" contra las amenazas climáticas, explica a periodistas el veterano diplomático portugués, de sonrisa discreta y cabellera gris. 

En esa campaña, fue en mayo al Pacífico a ver las islas amenazadas de ser engullidas por el alza de los océanos y más recientemente a Bahamas para observar los daños causados por el huracán Dorian, una devastación que afirmó no haber visto nunca antes

En su opinión, la movilización de los dirigentes mundiales, las corporaciones y la sociedad civil se ha vuelto primordial. A menudo habla de sus nietos y de su voluntad de no dejarles un mundo destruido por la mano humana.

En los próximos días, deambulará entre 91 jefes de Estado, seis vicepresidentes, 45 jefes de gobierno y decenas de ministros, durante la Asamblea General de la ONU, "la semana de la moda diplomática" o la "speed dating de la diplomacia", como la llaman en los pasillos de la sede de la organización en Nueva York.

El entusiasmo del exprimer ministro portugués (1995-2002) por la lucha contra el cambio climático ha sido un punto de inflexión en su mandato que arrancó a inicios de 2017, señala Richard Gowan, experto del centro de análisis International Crisis Group.  

"El hecho que el secretario general impulse tan fuertemente la agenda climática representa una evolución en la concepción de su rol", explica el especialista de Naciones Unidas. A su llegada, Guterres consideraba que su antecesor, el surcoreano Ban Ki-moon, había hecho suficiente sobre el clima, con el éxito del acuerdo de París de 2015.