Los manglares figuran entre los ecosistemas más incomprendidos. Estos bosques costeros son vistos a veces como “zonas sucias” o “muertas”, terrenos baldíos que podrían eliminarse para construir playas de arena y otros proyectos urbanísticos.
De acuerdo con la ONU, estos falsos mitos sobre los manglares distan enormemente de la verdad. En realidad, los manglares albergan los únicos árboles que prosperan en aguas saladas y mejoran la calidad del agua filtrando nutrientes y sedimentos.
Señala que también están llenos de vida: más de 1.500 especies de plantas y animales dependen de los manglares. Esto incluye peces y aves que utilizan las aguas poco profundas bajo los manglares como viveros. Incluso los mamíferos más grandes, como monos, perezosos, tigres, hienas y perros salvajes africanos, también dependen de los manglares, afirman estudios recientes.
“Sin embargo, los manglares están en peligro. En todo el mundo, una quinta parte de ellos ya ha desaparecido. En algunos lugares del mundo, como el delta del Irrawaddy (Myanmar y China), ¡se ha perdido más del 80% de los manglares desde los años 70!”, indica la ONU.
La principal causa de la pérdida de manglares es el desarrollo urbanístico costero, que consiste en talar los manglares para construir edificios y piscifactorías o piscifactorías de gambas.
Por ello presenta cinco beneficios clave de los ecosistemas de manglar:
1. Son héroes climáticos. Para mantener a raya el cambio climático, el mundo necesita reducir urgentemente las emisiones contaminantes y eliminar el carbono de la atmósfera. Los manglares son fundamentales en esta segunda tarea. Estos ecosistemas costeros extraen hasta cinco veces más carbono que los bosques terrestres, incorporándolo a sus hojas, ramas, raíces y a los sedimentos que hay bajo ellos, con lo que aumentan el nivel del suelo y frenan la subida del nivel del mar. Las condiciones de salinidad y escasez de oxígeno bajo los manglares hacen que la descomposición de la materia orgánica sea muy lenta. En las condiciones ambientales adecuadas, los manglares pueden almacenar el carbono que tomaron de la atmósfera durante décadas, siglos o incluso milenios.
2. Protegen contra el clima extremo y los desastres. Los manglares no ayudan únicamente a prevenir el empeoramiento del cambio climático, sino que también desempeñan un papel importante a la hora de limitar su impacto.
A medida que aumenta la temperatura global, los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas e inundaciones, son cada vez más frecuentes. Ante dichos peligros, los troncos de los manglares absorben el impacto de las olas, lo que los convierte en excelentes defensas contra esos peligros. Por tanto, restaurar y proteger los manglares es una forma crucial de aumentar la resiliencia de las comunidades costeras y las economías nacionales. En la zona oriental de Ghana, el proyecto MANCOGA, respaldado por el Decenio del Océano de las Naciones Unidas, pretende instaurar una solución sólida y participativa basada en la naturaleza que aproveche los manglares para hacer frente a las inundaciones costeras, la erosión, la contaminación y la pérdida de biodiversidad con el fin de reforzar la resiliencia de las comunidades. Junto con otras medidas, se espera que las inversiones en manglares generen beneficios unas cuatro veces superiores a los costes.
Asimismo, se ha comprobado que los manglares son una defensa eficaz contra los tsunamis, ya que reducen la altura de las olas entre un 5% y un 35%.
3. Son un paraíso para las especies amenazadas. De las más de 1.500 especies que dependen de los manglares para sobrevivir, el 15% están en peligro de extinción. Dicha cifra va en aumento si nos fijamos en los mamíferos: Casi la mitad de los mamíferos que viven o se alimentan en los manglares podrían extinguirse en los próximos años, y las tendencias empeoran para la mayoría
Por tanto, proteger y restaurar los manglares significa recuperar hábitats críticos para especies animales vulnerables como los tigres y los jaguares. La buena noticia es que la restauración funciona. Las iniciativas de Indonesia y los Emiratos Árabes Unidos han sido reconocidas por las Naciones Unidas como Iniciativas Emblemáticas de Restauración Mundial por recuperar los recursos naturales en los ecosistemas costeros.
4. Aumentan la seguridad alimentaria. Al ser refugios de biodiversidad, los manglares impulsan una enorme variedad de plantas y animales, muchos de ellos importantes para la producción de alimentos. Actúan como viveros de alevines de peces y hogar de abejas melíferas.
Para 1.500 millones de personas, el pescado es la fuente más importante de proteínas y, en los países de renta baja y déficit alimentario, casi el 20% de la ingesta media de proteínas animales procede del pescado. La desaparición de los manglares tendría consecuencias dramáticas para la pesca en los países en desarrollo.
Por el contrario, la restauración de los manglares podría aportar cada año a las aguas costeras 60 billones de peces e invertebrados jóvenes, comestibles y de gran valor comercial.
5. Pueden recuperarse de forma natural. Devolver la vida a ecosistemas perdidos es una tarea de enormes proporciones. Sin embargo, una de las formas más eficaces de proteger y restaurar los manglares degradados es mejorar el reconocimiento y la aplicación de los derechos y las acciones colectivas de los pueblos indígenas en todo el espectro de la gobernanza ambiental y el Estado de Derecho ambiental, tal como se contempla en el Marco Mundial de Kunming y Montreal sobre la Diversidad Biológica.