La presencia y aporte del cangrejo sabanero a los ecosistemas es fundamental. Contribuye a la descomposición de la materia orgánica, trabaja como arquitecto de la naturaleza evitando la compactación de la tierra, estimulando el crecimiento de las raíces y la vida de otras especies.
“Esta especie es considerada endémica del altiplano cundiboyacense, es típica de alta montaña de la Cordillera Oriental, habita en ríos y quebradas por encima de los 2200 msnm. También es común encontrarla en lagunas altoandinas, así mismo ha colonizado humedales de origen antrópico como canales de irrigación y embalses. Vive en galerías asociadas a las márgenes de los cuerpos de agua, soporta condiciones de aguas contaminadas. Es solitaria y solo se agrupa para el apareamiento. Presenta dimorfismo sexual, las hembras son más pequeñas que los machos. Se reproduce de junio a agosto, con una talla de madurez sexual de 4 cm de ancho del caparazón”, explica el médico veterinario Álvaro Enrique Forero Briceño, de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
Añade que “tiene un rol muy importante en la cadena trófica de los ecosistemas acuáticos, pues favorecen la descomposición de la materia orgánica, por ser omnívora con tendencias detritívora, herbívora y saprófaga, también tiene hábitos carnívoros y carroñeros, realiza una eficiente acción recicladora que además se potencia por sus hábitos, el cangrejo mueve el fango y promueve la acción de bacterias y la recirculación de nutrientes que fomentan la riqueza y diversidad en el ecosistema. Es fuente de alimentación de muchas aves acuáticas, peces y mamíferos, es un componente importante en la dieta de muchas comunidades”.
De acuerdo con lo mencionado en el Libro rojo de los cangrejos dulceacuícolas de Colombia y el Plan de Manejo formulado por la CAR, “es una especie típica de alta montaña de la Cordillera Oriental. Se ha registrado su presencia en los ríos Bogotá, Suárez y Checua. Incluye las lagunas de Fúquene, Cucunubá y Suesca y los embalses Neusa, Sisga y Tominé”, señala Forero.
Recuerda que “en el mundo han sido identificadas aproximadamente 350 especies de cangrejos de agua dulce, de las cuales cerca de 111 habitan en Colombia, es decir, que alberga el 32 % de esta riqueza natural mundial. El nivel de endemismo es muy elevado, con 84 especies (81 %)”.
Amenazas
“Encontrar un cangrejo es sinónimo de que existe un ecosistema con ciertas condiciones de calidad o que tiene resiliencia. Sin embargo, ha venido adaptándose para ocupar humedales de origen antrópico, canales de irrigación y existen registros en aguas contaminadas como las presentes en las subcuencas del río Bogotá. Es importante monitorear la dinámica de las poblaciones, para poder tomar medidas oportunas que permitan protegerla, ya que como se mencionó, se encuentra amenazada”, indica.
Manifiesta que “de acuerdo con la Resolución del Ministerio de Ambiente 1912 de 2017, la especie se encuentra catalogada en peligro (EN), es decir, que sus poblaciones están presentando un riesgo muy alto de extinción en estado de vida silvestre; las diferentes amenazas las componen deforestación, contaminación por vertimientos y minería en los cuerpos de agua; la desecación de humedales y demás cuerpos de agua; fragmentación de hábitats; introducción de especies exóticas, minería, sobrepesca factores que han afectado las poblaciones de la especie”.
Recuerda Álvaro que “el cangrejo es una especie solitaria y solo se agrupa para el apareamiento. Presenta dimorfismo sexual, las hembras son más pequeñas que los machos. Su reproducción está limitada a los meses de junio a agosto, con una talla de madurez sexual de 4 cm de ancho del caparazón y una fecundidad de 100 huevos / hembra/ año, es decir, que la posibilidad de reproducción es limitada, teniendo en cuenta que las poblaciones están disminuidas y las amenazas antes mencionadas afectan directamente la dinámica de las poblaciones”.
Con relación a lo que se está haciendo para protegerlo, el médico veterinario especializado en biotecnologías de la reproducción, perteneciente al grupo de biodiversidad de la CAR, dice que “la Corporación en 2020 formulo el plan de manejo y conservación para el cangrejo sabanero, es un instrumento en el que se abordan los aspectos bióticos, ecológicos y socio ambientales, se identifican y analizan los factores que afectan la especie y sus poblaciones, se definen las líneas de acción, se plasman los objetivos, proyectos, actores responsables e involucrados y se establecen indicadores que permitirán monitorear y hacer seguimiento a la gestión y propiamente al estado de conservación de la especie”.
Señala que “dentro de las líneas de acción establecidas en el plan de manejo se priorizó la de educación y comunicación, por medio de la cual se ha brindado información y conocimiento sobre el manejo de la especie en los diferentes escenarios y a los actores del territorio involucrados con la conservación”, con el fin de que la población conozca su importancia y la necesidad de protegerlo.
Actividades
“Dado que la especie por su categoría de amenaza experimenta una posibilidad de extinción muy alta en estado silvestre, se convierte en una prioridad por parte de la CAR como autoridad ambiental el constante levantamiento de información tanto ecológico como socio-ecológico para hacer efectivas todas aquellas estrategias que conduzcan a generar acciones de manejo y conservación de esta especie en el territorio de jurisdicción CAR. La concientización, la formación y educación son acciones que se han priorizado e implementado, igualmente se han planteado escenarios de sinergias con los entes gubernamentales locales, regionales y nacionales explica Álvaro, quien desde que recibió su grado profesional, en 1999, ha estado vinculado con la sanidad animal y “me incluyo en la comunidad veterinaria que ha defendido el concepto ‘One Health’, donde la salud humana, salud animal y el bienestar ambiental están entrelazados, es por ello, por lo que los veterinarios tenemos un nuevo paciente del que cuidar, el planeta”.
Está vinculado a la Corporación como contratista desde 2015, en la actualidad pertenece a la Dirección de Recursos Naturales al grupo de biodiversidad, trabajando en la implementación de acciones de conservación para las especies de fauna amenazadas y de control para las especies de fauna invasora.
“Es urgente adoptar medidas de control y regulación con la prohibición o veda de pesca o captura de individuos de la especie en periodos reproductivos estratégicos y en zonas específicas de hábitat, mediante la expedición de normas regulatorias, con el fin de resguardar los procesos de reproducción y reclutamiento del cangrejo sabanero”, expresa.
Dice que la satisfacción más grande que ha tenido en esta labor es “el granito de arena que se aporta desde mi conocimiento y experiencia para la conservación de las especies y la biodiversidad. Es una experiencia personal y profesional muy apasionante y enriquecedora”.