Aunque los océanos han sufrido fuertes impactos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, se están reconociendo rápidamente como un aliado vital para lograr un mundo descarbonizado y resiliente.
La segunda celebración ayer totalmente virtual del Día Mundial de los Océanos de las Naciones Unidas, destacó el tema El océano: Vida y medios de subsistencia. También puso en marcha el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, con el fin de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para 2030.
Los océanos albergan soluciones naturales a la crisis climática, como los manglares, las marismas, los arrecifes de coral y las algas. No sólo pueden secuestrar y almacenar más carbono por unidad de superficie que los bosques terrestres, sino que también pueden ayudar a salvaguardar las ciudades, comunidades y empresas costeras de los impactos de un clima cambiante.
Unos océanos sanos son fundamentales para regular el sistema climático y son esenciales para alcanzar los ODS, los objetivos del Acuerdo de París y la ambición necesaria para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Además, se ha puesto de manifiesto que con sólo cuatro actividades basadas en los océanos, si se incorporan a los planes de acción climática de los países, o contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés), pueden contribuir a más del 20 % de las reducciones de emisiones necesarias para mantener al mundo en la senda de 1,5 ℃. Según el informe del Instituto de Recursos Mundiales (WRI), se trata de la protección de los ecosistemas costeros de carbono azul; la buena gestión de la pesca oceánica y costera; la energía renovable basada en los océanos; y la descarbonización del transporte basado en los océanos.
Las lagunas existentes en los conocimientos sobre la adaptación a los efectos del cambio climático en las zonas costeras pueden impedir, sobre todo a los países en desarrollo, adoptar las medidas necesarias. Sin embargo, está creciendo el impulso hacia la formación de asociaciones para colmar estas lagunas.
El Programa de Trabajo de Nairobi (NWP), en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, incluye los océanos, las zonas costeras y los ecosistemas entre sus áreas prioritarias. El grupo de expertos en océanos del NWP, creado en 2019, ha asumido el reto de hacer aflorar la acción impulsada por los océanos, con lo que se colmarán las lagunas de conocimiento que ayudarán a los países a reforzar su labor de adaptación a los océanos y al clima.
La tercera reunión del grupo de expertos, celebrada los días 11 y 12 de mayo de 2021, reunió a miembros de más de 25 organizaciones destacadas y diversas para desarrollar estrategias y acciones a largo plazo que puedan apoyar a los países en la creación de resiliencia. En la reunión, el grupo de expertos subrayó la importancia de reforzar los vínculos del trabajo en el marco del NWP con las iniciativas existentes para la adaptación al clima.
Parte de las acciones de colaboración llevadas a cabo por el grupo de expertos fue la elaboración de un suplemento a las directrices técnicas de ONU Cambio Climático para los Planes Nacionales de Adaptación (NAP). El suplemento tiene como objetivo facilitar el acceso a la financiación del Fondo Verde para el Clima para las soluciones costeras y marinas basadas en la naturaleza (NbS), incluyendo la adaptación basada en los ecosistemas (EbA).
El océano cubre más del 70% del planeta. Es fuente de vida y el sustento de la humanidad y de todos los demás organismos de la tierra.
Prueba de ello es que el océano produce al menos el 50% del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Además, el océano es clave para nuestra economía, ya que se estima que, para 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los océanos.
Con el 90% de las grandes especies marítimas de peces mermadas y el 50% de los arrecifes de coral destruidos, estamos extrayendo más del océano de lo que se puede reponer. Para proteger y preservar el océano y todo lo que sustenta, debemos crear un nuevo equilibrio, arraigado en la verdadera comprensión del océano y cómo la humanidad se relaciona con él. Debemos construir una conexión con el océano que sea inclusiva, innovadora y basada en lecciones del pasado.