Madre cabeza de familia y conocedora de los problemas que aquejan la zona, Luz Mila Sánchez Álvarez decidió adoptar el cuidado del medio ambiente del Cañón de las Hermosas como uno más de sus hijos.
De eso hace ya 30 años, y aunque sabe que todavía le queda mucho por hacer en este sector ubicado en la región divisoria entre las macrocuencas de los ríos Magdalena y Cauca, tiene la satisfacción de saber que en la labor que emprendan las futuras generaciones para proteger y restaurar el área, no encontrarán los obstáculos que ella tuvo que saltar.
“Ya no tendrán que transitar el tortuoso camino que debimos recorrer quienes decidimos trabajar por la protección del medio ambiente, entre otras razones, por el poco o ningún apoyo que teníamos tiempo atrás”, dice Luz Mila.
Esta “fábrica de agua” cuenta con una amplia diversidad de especies de fauna y flora, distribuidas en páramo (41,74 %), subpáramo (6,34 %), bosques andinos (38,64 %) y complejos lagunares.
“Ha sido una ardua labor por el tema de sensibilizar a las comunidades. Los verdaderos frutos del trabajo se empezaron a ver hace unos cinco años. Haber logrado que mi finca de nombre Buenos Aires, ubicada en la vereda San Jorge, fuera reconocida como reserva de la sociedad civil después de un trámite de más de siete años, eso es cristalizar el trabajo”, señala.
Agrega que “poder tener un colectivo de comunicaciones de jóvenes donde se trabaja lo social, lo ambiental, y una asociación de mujeres desde hace más de 30 años”, también es muy satisfactorio.
La asociación de mujeres “sin ánimo de lucro” tiene como trabajo “esencial ejecutar proyectos para mejorar la calidad de vida de sus asociados y del corregimiento de Las Hermosas”, explica.
Luz asegura que se decidió a trabajar en la restauración de los bosques, el cuidado de la fauna y la protección de las fuentes hídricas “por todo lo que pude aprender después de tantos años de trabajo como inspectora de Policía y conocí las necesidades de las comunidades, entonces empecé a tener un sentido de pertenencia por el medio ambiente y creo que lo ha venido logrando y también la población cada vez más”.
Satisfactorio
Luz Mila indica que lo más satisfactorio de su labor ha sido “poder ver los resultados, ver mucho más verde, cuidar las fuentes hídricas, el trabajo de empalme generacional, de cuidar el medio ambiente y enseñar”.
Pero también ha tenido “no diría que desilusiones como tales, aunque es duro golpear puertas y no encontrar el apoyo para poder hacer más. Sin embargo, últimamente con el proceso de paz se ha conseguido apoyo institucional. Antes tocaba trabajar con las uñas; no obstante, cuando se tiene la vena de liderazgo se persiste y sigue adelante en estos procesos”.
Señala que “es muy lindo ver ahora cuando hacemos reuniones de líderes de 45 organizaciones, cómo hablamos el mismo idioma; en algunas veredas es difícil sensibilizar a la comunidad, pero cada vez sumamos más”.
Lo mejor del Cañón
Al preguntarle qué es lo mejor que tiene el Cañón de las Hermosas, Luz Mila, sin dudarlo, responde: “Su gente es amable, siempre dispuesta a recibir al que llega, a ofrecerle un buen café. Además, la zona tiene muchas riquezas naturales que hoy podemos disfrutar. No olvidemos que venimos de pasar muchos años en medo de un conflicto armado, que este era un corredor estratégico para la guerrilla, pero hoy miramos atrás y vemos que logramos muchas cosas, como quedar vivos, poder trabajar con las comunidades y cuidar nuestros recursos naturales, que son el tesoro más grande que tenemos”.
Añade que “por el conflicto, haber sentido el abandono del Estado fue duro. Hoy hace presencia y es muy reconfortante, sobre todo por la ayuda que brinda para desarrollar los programas a través de diferentes instituciones”.
- Le puede interesar: Australia planea horticultura en la Luna para 2025
Recuerda que “estuvimos entre la espada y la pared. Fue muy difícil. No obstante, quedó esa capacidad instalada en nosotros, sea por el motivo que haya sido, y hoy trabajamos comprometidos por proteger el medio ambiente”.
Entre esos proyectos que vienen desarrollando están “las sembratones, especialmente en las fuentes hídricas. En las Hermosas tenemos siete microcuencas que surten los acueductos de Chaparral, por eso se han venido haciendo trabajos de descontaminación con las Juntas de Acción Comunal, algunas organizaciones, con los jóvenes, con 1.000 estudiantes de la Institución Educativa Álvaro Molina, Red de Promotoras de Saneamiento de Agua. Con ellos trabajamos en cada vereda en la sensibilización a las familias para que aprendan a proteger todos los recursos y hacer nuestros cuidados en los hogares sin contaminar”.
Además se tienen proyectos de apicultura, en los que las asociaciones de mujeres trabajan en la mejora de los cultivos a través de la polinización con las abejas. “Para eso tenemos que brindarles garantías a las abejas”.
“También sembramos varias especies, como el chachafruto, el cámbulo, fuente de nutrición; cercas vivas con flor morado, nogal cafetero, en cada una de las fincas y nacederos de agua”, manifiesta.
En mente tienen empezar la construcción de un vivero en varios sitios “para cubrir todo el territorio, lugares estratégicos para tener la disponibilidad de la zona en los senderos de la vía carreteable. Hay que evitar el calentamiento global y con árboles vamos a mejorar”, dice.
Ánimo
Luz Mila, a sus 57 años, madre de dos varones y una joven, quien realizó estudios secundarios, dice que “con buena disposición y un excelente ánimo de liderazgo no es tan difícil trabajar por el cuidado del medio ambiente y más ahora que estamos logrando que las instituciones coloquen su mirada en el Cañón de las Hermosas. Sin embargo, hay comunidades que necesitan más ayuda”.
Señala que “una de las cosas es la vía. Además, la ola invernal, que ha sido implacable, ha dejado muchas familias damnificadas y vemos que es muy difícil darles soluciones a las calamidades. Estamos haciendo gestiones para darles un techo a esas familias”.
En cuanto al apoyo que recibe dice que “hay organizaciones, las comunidades en cabeza de Asohermosas; cuando me dirijo a cada persona, las instituciones educativas, todos quieren apoyarme. Eso es muy reconfortante y me ayuda a seguir adelante en esta causa de cuidar la flora y la fauna”.
“Tenemos gran cantidad de biodiversidad, son tantas las especies tanto en flora como en fauna, pero el oso de anteojos está en peligro, lo mismo el gallito de roca, son pocos los que quedan, al igual que los armadillos, por eso tenemos que trabajar fuertemente en sensibilizar para que no los cacen y eso ha dado resultados. También tenemos muchas cantidades de flora, de plantas silvestres y flores”, señala.
Insiste en que “tenemos aves emblemáticas como el gallito de roca, que es una especie que necesitamos preservar. En la finca tengo dos aves endémicas, la tórtola caminera tolimense y el picaflor de pico curvo”.
Finalmente, Luz Mila manifiesta que “lo que espero es dejar ese legado como líder, que gracias a todo ese fortalecimiento que han tenido con la oportunidad de formarse en liderazgo y medio ambiente, quienes nos releven lo hagan de una forma más fácil y de paso les evitemos ese camino tortuoso que nosotros recorrimos”.