Perspectiva. A Serafín el amor por la naturaleza le cambió la vida | El Nuevo Siglo
SERAFÍN CALLE se siente afortunado de ser guía turístico en Titiribí y guardabosques en la reserva Candela Taborda.
/Corantioquia
Jueves, 30 de Marzo de 2023
Redacción Nacional

Su orgullo ya no radica en ser un pueblo rico en oro, sino en sus bosques y su fauna, que se convirtieron en alternativa para derivar su sustento ahora que la minería es una página más de este municipio, Titiribí, cuya población al día de hoy debe estar por las 11 mil almas.

Ubicado en la subregión suroeste del departamento de Antioquia, limita por el norte con los pueblos de Armenia y Angelópolis, por el este con Angelópolis y Amagá, por el sur con Venecia y por el oeste  con Concordia.

Fue fundado el 17 de abril de 1775 por Benito del Río, en territorios de los indios nutabes, dirigidos por el cacique Titiribí, de quien la población deriva su nombre.

En lengua panche, titiribí es el nombre de un lindo pajarito de color negro y rojo. Parece ser voz onomatopéyica semejante a la del cirirí (Tyranus), nombre caribe de la más arrojada y valiente de las avecillas de Antioquia.

Este municipio, en su orografía presenta como puntos sobresalientes los Altos de la María, La Candela, Corcovado, Caracol, el cual está bañado por el río Cauca y las quebradas Sinifaná y Amagá con sus respectivos afluentes.

El parque principal, construido en forma de herradura, es el sitio de encuentro en esta localidad. Tiene atracciones tan llamativas como el edificio diseñado por Agustín Goovaerts que hoy sirve de sede a la Alcaldía, así como el deslumbrante Circo Teatro Girardot, que aparte de ser escenario para manifestaciones culturales, tiene un ruedo central que se considera la gallera más grande o la plaza de toros más pequeña del mundo.

Justamente allí, en ese parque considerado por los pobladores y por los turistas como “muy bello”, Ana Ligia Mora Martínez, directora de Corantioquia, y sus acompañantes esperaron a quien sería su guía y de quien desde hace varios años en el municipio se ha venido escuchando hablar y además se desempeña como guardabosques.

Su nombre es Serafín Calle, un hombre apasionado por su quehacer y por la naturaleza, quien se acercó a la mesa “mientras verificábamos tener todas las herramientas de trabajo para lograr documentar todo lo vivido en esta experiencia”, dice Ana Ligia.

"El reloj marcaba las 7:50 a. m. y el equipo que acompañaba a Serafín en esta nueva experiencia tenía (literalmente) las botas y la actitud bien puestas para conocer un 'lugar mágico, con mucha paz y tranquilidad'. Fue precisamente con esa frase que nos convenció Serafín de emprender nuestro camino de inmediato.

Su labor como guardabosques comenzó en el 2019 y asegura que para él ha sido una experiencia maravillosa, porque de donde él venía era prácticamente la ciudad y en la reserva Candela Taborda se sentía tranquilo y relajado.

Lo motivó a empezar con esta labor el amor por la naturaleza y por su tierra La Otramina, un corregimiento de este paraíso llamado Titiribí.

 

Historias

“Durante el recorrido nos contaba historias sobre lo que ha vivido y las experiencias que ha tenido como guardabosques y guía turístico. Mientras observábamos una de las bocatomas que alimentan los acueductos de cinco de las veredas del municipio, nos describió cómo un día estaba limpiando esa zona y se encontró una tayra, una especie de mamífero carnívoro que habita en bosques y zonas de vegetación abundante, y aunque nos dijo que había sido uno de los días más felices para él, por el simple hecho haber visto ‘ese animal tan hermoso’. También nos contó que le dio mucho miedo porque no sabía cómo podía reaccionar el mamífero”, señala Olga Lucía.

Por otra parte, “nos narró que el municipio ahora tiene la fortuna de contar con 567 hectáreas de bosque, las cuales serán utilizadas para preservar la fauna y la flora del territorio, y con voz orgullosa y enaltecida nos decía que “no todos los municipios de Antioquia pueden contar con esta oportunidad, ser privilegiados con respecto a esto, da mucha felicidad”.

Con gran emoción y viviendo la experiencia del ambiente, quiso resaltar su agradecimiento a Corantioquia por haber atendido a un llamado que hizo con suma urgencia para recuperar algunas partes críticas que sufría la reserva Candela Taborda durante el año pasado y del cual la Corporación envió respuesta inmediata para la conservación de esta.

“En Corantioquia trabajamos siempre en armonía con la naturaleza para la conservación del territorio. Por esta razón, en la vigencia 2022 se apropiaron recursos por $1.400 millones para la estrategia de guardabosques”, manifiesta Ana Ligia.

“Gracias a Serafín y a los otros 272 guardabosques que cuidan y protegen con el corazón los bosques y los recursos hídricos de los municipios de la jurisdicción, podemos contar con 19 áreas protegidas para la fauna silvestre de nuestro territorio”, expresa la directora Mora Martínez.

 

Complacidos

Para Serafín, es de gran satisfacción saber que los turistas que visitan la reserva que él conserva con tanto amor siempre salen complacidos y con ganas de regresar para conocer cada uno de sus rincones, que día a día se convierten en un hogar para las diferentes especies que aquí habitan.

Siempre se presenta: “Mi nombre es Serafín Calle y trabajo como guardabosques en la reserva Candela Taborda y guía turístico del municipio de Titiribí”.

Añade que “la experiencia de trabajar acá ha sido maravillosa, esto me cambió la vida totalmente porque yo venía, se puede decir que de la ciudad y reitero, aquí, al estar uno en la naturaleza, disfrutar de los paisajes, del trinar de los pájaros y ver tanta belleza a su alrededor, se mantiene relajado, muy tranquilo”.

Con emoción narra que “entre las especies que podemos encontrar en la reserva Candela Taborda están el felino yaguarundí, el zorro –tenemos tres especies de zorros–, tayras, perezosos; además, hay registro de unas 300 especies de aves a diciembre del año pasado”.

“No todos los municipios de Antioquia tienen la fortuna de contar con la cantidad de hectáreas de bosques que tenemos acá y la abundante fauna, por eso trato de concientizar a la gente, a los turistas que vienen a disfrutar de la maravillosa reserva, a través del diálogo, de que los animales no los debemos cazar, que no vengan con perros o a matar los animales, sino que se dediquen a hacer lo que hago yo, cuidar la flora y la fauna de nuestra reserva”.