Tras la identificación de una nueva especie de árbol, en la región Cornare celebramos un hecho trascendental en la exploración de nuestro territorio. Se trata del magnolio (Magnolia unicarmensis), un tesoro botánico encontrado por apasionados científicos en los municipios de La Unión y El Carmen de Viboral, Oriente de Antioquia.

Con sus ramas majestuosas y hojas únicas, este magnolio engalana los municipios en los que fue descubierto. “De esta manera se añade un capítulo emocionante a nuestra comprensión de la naturaleza y se enriquece aún más el patrimonio ambiental de la región. Estamos muy emocionados de compartir esta noticia con el mundo y exaltamos el arduo trabajo de los investigadores que han hecho posible este hallazgo extraordinario”, dice Javier Parra Bedoya, Director General de Cornare.

Andrés Montoya y Cornelio Bota, los científicos exploradores responsables del hallazgo señalan que “este descubrimiento resalta la importancia de preservar y proteger nuestros ecosistemas. Esperamos que este nuevo miembro de nuestra familia arbórea inspire a los habitantes de este territorio a tener un mayor compromiso con la conservación y la exploración de la vastedad de la naturaleza”.

Con respecto a algunas de las características de esta nueva especie, Andrés Montoya explica que este magnolio es muy interesante porque tiene una distribución muy restringida, por lo cual proponen que su estatus sea críticamente amenazada, así mismo, posee unas características morfológicas que la diferencian fácilmente del resto de las especies de magnolias presentes en el departamento de Antioquia.

“El nuevo magnolio es importante como especie sombrilla, también, es muy interesante para futuros estudios evolutivos y ecológicos, debido a que pertenece a uno de los linajes más ancestrales de plantas con flores”, precisa Cornelio Bota.

Explicó Montoya que “las magnoliasias son plantas excepcionales por diferentes razones. Por un lado, por su belleza y atractivo visual. Sus grandes flores son admiradas por su elegancia y fragancia. A menudo son utilizadas para paisajismo y jardinería y para embellecer espacios públicos y privados. De igual manera, las magnolias son parte de la biodiversidad y contribuyen a proporcionar hábitat y alimento a una gran cantidad de organismos, incluyendo insectos polinizadores y aves”.

Agregó que “las magnolias tienen una larga historia de usos en la cultura humana, no solo como madera y carbón, sino que han sido símbolos culturales en muchas sociedades. Han inspirado obras de arte, literatura y música a lo largo de la historia”.

“Algunas especies de magnolias tienen propiedades medicinales. En la medicina tradicional china se han utilizado algunas de sus partes para tratar una variedad de afecciones, como el asma, el estrés y la ansiedad. También son de interés científico, por ejemplo, por su historia evolutiva y compuestos químicos”, dijo el científico.

Comentó que “Colombia es una de las principales áreas de diversidad de magnolias, después de China y Vietnam. Hay 31 especies, todas catalogadas en alguna categoría de amenaza. En el departamento de Antioquia se encuentran tres especies, amenazadas debido a la tala para madera, la pérdida de hábitat por ampliación de la frontera agrícola y urbana, así como el cambio climático”.

“En los límites de los municipios de La Unión y El Carmen de Viboral, concretamente en el cerro San Juan, entre las veredas San Juan y La Honda, encontramos una nueva especie de magnolia y la nombramos Magnolia unicarmensis. Es poco común en los bosques que habita. Hemos localizado y contabilizado hasta ahora cerca de 40 individuos adultos. Además tiene una distribución geográfica muy reducida por lo que sería críticamente amenazada y solo se conoce en los municipios anteriormente mencionados”, afirmó Montoya.

Indicó que se le puede reconocer porque las hojas de la unicarmensis son más pequeñas comparadas con las de otras magnolias, sus hojas tienen forma parecida a la de una gota invertid con su base en forma de triángulo y la parte central se extiende hacia una punta del extremo superior. En cambio las hojas de las otras especies no tienen esa punta, son más bien ovaladas o alargadas. Las hojas de la unicarmensis también tienen pelos dorados suaves en la parte de abajo, pero solo a lo largo de la vena central, mientras que en otras especies sus pelos son largos y no tienen marcas”.

“Las hojas que envuelven los brotes jóvenes de la unicarmensis tienen pelos dorados y suaves, mientras que las de las otras especies no tienen pelos o son de otros colores y formas. Sus flores son grandes, vistosas y aromáticas, de color blanco, crema y salmón por un lado y blanco y fucsia por el envés. Su fruta se asemeja a una guanábana pequeña y contiene hasta 14 semillas”, dijo.

Agregó que “este hallazgo es importante porque la identificación y documentación de nuevas especies contribuye al conocimiento de nuestra diversidad en el planeta. Cada especie descubierta agrega una pieza al rompecabezas de diversidad de la tierra y enriquece nuestro entendimiento de la riqueza de la biodiversidad de la tierra. Cuando se descubre una nueva especie se pueden emprender acciones para conservar su hábitat y asegurar su supervivencia”.

Por su parte, David Echeverri López, jefe del Grupo de Gestión de la Biodiversidad de Cornare, agrega que se trata de una especie carismática debido al atractivo de sus flores y a que se encuentra en sitios muy conservados de bosque natural al interior de áreas protegidas de la jurisdicción de Cornare, “queremos que las magnolias se pongan de moda, es por eso que estamos trabajando con viveros de la región para construir una campaña que incentive la reproducción, venta y la siembra de especies de este importante grupo”.

Desde Cornare continuaremos trabajando por la conservación de nuestras áreas protegidas y ecosistemas estratégicos para que sigamos disfrutando de un territorio rico en biodiversidad.

¡Hagamos eco de este logro asombroso y celebremos juntos el descubrimiento de esta joya verde en nuestro planeta!

La publicación del hallazgo de esta nueva especie Magnolia unicarmensis se realizó en la revista Phytotaxa.