Para los defensores del fracking, esta técnica que facilita la exploración de hidrocarburos da respuesta a la creciente demanda de energía con recursos más limpios que el carbón. Sus detractores lo consideran un grave riesgo para la salud y el medioambiente. Lo que para algunos constituye la nueva frontera en materia de combustibles no se queda por fuera de la contienda electoral y los aspirantes tienen diferentes opiniones al respecto.

El precandidato de la Colombia Humana ha sido enfático en afirmar que acabará con el fracking si es presidente: “El ‘fracking’ es una especie de suicidio. Por unos dólares rápidos, inmediatos, se cambia la riqueza del futuro completamente, se hipoteca el futuro”, dijo Gustavo Petro.

Señaló además que esta práctica atenta contra el medio ambiente, ya que “utiliza el agua del territorio para sacarle los ‘cunchos’ de los pozos de petróleo que ya se están extinguiendo, que han acabado con su vida útil. El agua queda ahí metida en unos bolsones que cualquier ventarrón, cualquier desastre natural, filtra e irriga al agua del territorio, contaminándola”, explicó.

“El agua es más valiosa que el oro, por eso invito a no votar por proyectos políticos que, ante su falta de audacia, de conocimiento del territorio, buscan el camino fácil para tirarse el agua de la región y exportar un petróleo sucio”, explicó.

En cambio, del lado opuesto, el candidato por el Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga manifestó estar de acuerdo con esta práctica, pero le hizo un llamado al sector de los hidrocarburos para trabajar unidos.

“El fracking es la gran oportunidad para demostrarle a la sociedad en Colombia que, si hacemos un proceso que permita garantizar absoluta transparencia para enfrentar los temas de desarrollo sostenible en medioambiente y la relación con las comunidades, podemos construir a futuro una gran fortaleza para el desarrollo del gas”, dijo.

De frente

Del mismo modo el candidato del Partido Conservador, David Barguil, le comentó a EL NUEVO SIGLO: "He dicho, de frente, vamos a hacer fracking porque uno no puede tener una riqueza enterrada debajo del suelo, con 21 millones de colombianos pasando necesidades. Lo haremos de manera responsable. En las zonas donde haya riesgo de envenenar fuentes de agua, ahí no lo haremos, como en el Páramo de Santurbán”.

“Mientras otros candidatos prometen acabar con la industria minera, yo propongo que con ese cheque destinemos el 30% de las regalías a educación. Un plan de infraestructura, revolcón en el Icetex, un fondo para los maestros, garantizar bilingüismo y tecnología. Todo con el objetivo de que los jóvenes más pobres del país estudien donde quieran y no donde les toca”, resaltó.

Por su parte, Sergio Fajardo, de la Coalición Centro Esperanza,  fue contundente al decirle a EL NUEVO SIGLO: “No haremos fracking. A nivel mundial hay todavía mucha incertidumbre sobre los efectos de esta técnica en diferentes variables y en Colombia especialmente hay dos aspectos para tener en cuenta: 1. Ecosistemas complejos y con mucha diversidad que podría verse afectada de muchas maneras, 2. Justamente nuestra enorme riqueza ambiental nos abre una ventana de oportunidades para opciones como el ecoturismo, el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, la biotecnología, entre otros”.

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Otro de los aspirantes consultados por este diario fue Federico Gutiérrez, del Equipo por Colombia, quien sostuvo: “De manera clara tenemos que proteger el medioambiente, ser responsables en los procesos productivos y tener en cuenta las finanzas públicas. Hay que buscar siempre el equilibrio para lograr un desarrollo sostenible. Ahora, las decisiones económicas son decisiones éticas. No podemos olvidar que la economía colombiana depende especialmente de las exportaciones de crudo y que los recursos generados son destinados a proyectos de inversión social de gran impacto para el país. Con reservas probadas de petróleo solo para 6,3 años -y de no cambiar el panorama-, considero que el fracking no puede descartarse de plano".

Agregó el candidato que "se tiene que desarrollar solo bajo criterios técnicos, ambientales y sociales que minimicen al máximo su impacto negativo. Estos proyectos tendrían que socializarse, no poner en riesgo la vida de las comunidades y contar con la vigilancia estricta y la autorización de las entidades medioambientales que certificarían su viabilidad en términos de desarrollo sostenible. Por supuesto debemos priorizar las energías limpias y renovables con mayor inversión de recursos para reducir cada vez más la dependencia al petróleo”.

Oportunidades

A su vez, Juan Manuel Galán, del Nuevo Liberalismo, envió un video a la redacción de este periódico, donde asegura: “Hemos aprovechado esta oportunidad para fijar una postura en contra del fracking en Colombia. Porque el fracking no tiene la evidencia científica de no causar daño al medio ambiente. Lo mismo hacemos con la defensa del agua y en contra de la extracción de la minería en el Páramo de Santurbán. Lo más valioso para los colombianos es el agua y la vamos a proteger”.

Al  mismo tiempo, Enrique Gómez Martínez explicó que “el fracking es una tecnología aprobada en muchas partes del mundo con gran éxito para generar nuevas zonas y nuevas reservas petroleras, debemos acometerlo y eso nos permitirá llegar posiblemente al millón de barriles diarios y recuperar nuestro déficit fiscal que está tan grave y afecta a muchos colombianos de muchas maneras, no solo por la restricción presupuestal sino por el aumento de las tasas de interés que paga el país. El fracking es una buena opción, se puede hacer con riesgos controlados para el medio ambiente y es una necesidad urgente para todo el país”.   

El exministro de Salud, Alejandro Gaviria, indicó: “a mí no me gusta el fracking, pero en este momento hay unos pilotos que están funcionando y yo quisiera conocer cuál es el resultado de eso, antes de tomar una decisión definitiva".

El candidato de Colombia Justa Libres, John Milton Rodríguez, señaló que se deben permitir los pilotos para hacer una exploración y determinar el potencial de explotación. Estos procesos deben cumplir con todos los estándares de seguridad. En el momento de la explotación, si se evidencia riesgo de contaminación a fuentes hídricas se deben suspender”.

Así mismo, el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, del Equipo por Colombia, manifestó estar de acuerdo con el fracking, pero protegiendo el medio ambiente, tomando como referencia países que lo practican bajo estándares de responsabilidad como Canadá y Estados Unidos. “Hay que hacer los pilotos en regiones donde se puedan hacer, pues tenemos demasiadas necesidades de inversión y no tener esos recursos, no va a permitir que se hagan carreteras y se encarecerán las exportaciones… de manera que hay que hacer todo lo que se pueda con toda la responsabilidad”.

También recordó “que en fracking es clave tener en cuenta que en este momento Ecopetrol está desarrollando un proyecto piloto. Hay que esperar los resultados de ese piloto y con base en eso adoptar la decisión de proseguir o no”.

Por último, el exgobernador de Boyacá, Carlos Amaya, subrayó: “Lo he dicho siempre y lo seguiré diciendo, no cambiamos agua por petróleo. El gobierno Duque se ha encargado de acabar con la vida, la tranquilidad y el erario de los colombianos, ahora con el medio ambiente entregando nuestras reservas forestales a multinacionales extractivas. Duque cómplice, corrupto, ecocida. Más que un proyecto político en mi proyecto vital he estado dispuesto a defender mi territorio contra el fracking, contra el plástico de un solo uso y contra el asbesto, porque la política tiene que ver, ante todo, con proteger la vida”.

“Así lo logramos con la revocación del permiso de exploración 257 km a una petrolera polaca o la acción popular contra la Agencia Nacional de Hidrocarburos y Fonade. Debemos transicionar de manera gradual a energías más limpias como la eólica, fotovoltáica con producción de hidrógeno para ser más sostenibles. A su vez, en mi gobierno, las reservas forestales serán bienes inembargables, inalienables e imprescriptibles”, finalizó.