La secretaria del Hábitat de Bogotá, Nadya Rangel, explicó por qué considera que el gremio de Camacol está mintiendo con relación a la incidencia negativa del Plan de Ordenamiento Territorial en el sector.
EL NUEVO SIGLO: En el marco de la concertación del POT, la Administración Distrital ya se reunió con el gremio de los constructores. ¿Sobre qué ya hubo concertación?
NADYA RANGEL: Lo que se está concertando es la reglamentación del POT, lo que está escrito en el plan de ordenamiento que se debe reglamentar. Por ejemplo, una de esas cosas es la operación de cómo se cobran las cargas. Por ejemplo, otro de los temas es cómo vamos a hacer el plan de Hábitat y servicios públicos, un tema muy nuestro porque es el plan de expansión de las redes de servicios públicos en función de la visión del desarrollo y que deben tener todas las empresas de servicios públicos del distrito capital.
Entonces han sido varias definiciones ya de detalles y de temas operativos, porque la norma ya está escrita en el plan de ordenamiento. Es decir que los parámetros normativos con los que nos regimos ya quedaron establecidos, así que estas mesas de reglamentación lo que están precisando son procedimientos y alcances como por ejemplo el de las áreas mínimas, que era uno de los temas que más generaba inquietud a Camacol. Ese tema ya va andando, ya lo socializamos y tuvimos una mesa el jueves de la semana pasada. La idea es que esto quede concertado con los distintos gremios y la ciudadanía interesada.
ENS: Pero por ejemplo con relación a la edificación de apartamentos de una sola habitación y apartaestudios, ¿ya hubo concertación?
NR: Sí, claro. Ya les presentamos la circular que justamente le da alcance interpretativo a la disposición sobre áreas mínimas, el número de habitaciones, vivienda colectiva y apartaestudios. Ahí quedó claro que sí se van a seguir haciendo apartaestudios y quedaron en el régimen de lo que se contempla como vivienda colectiva.
Y por ejemplo si son viviendas medicalizadas para adultos mayores o residencias universitarias, entrarán en una categoría que se llama vivienda por servicios. Esas dos categorías lo que buscan es reconocer que el mercado inmobiliario produce por debajo de áreas de 36 metros cuadrados, pero que estas viviendas deberán cumplir con unas condiciones para poderse construir, y que NO son vivienda de interés social. Eso para nosotros es absolutamente necesario y era el hueco que encontrábamos en la normatividad vigente.
ENS: ¿Eso quiere decir que en Bogotá sí se podrán construir apartamentos de una habitación o apartaestudios y el POT no dice que no se puede?
NR: Así es. Lo que hicimos fue aclarar las condiciones, pero efectivamente lo que no podemos es reconocer que esos apartaestudios son vivienda de interés social (VIS). Una de las consideraciones que nosotros tenemos es que la VIS tiene otra vocación y otra connotación. Efectivamente ha venido creciendo el número de hogares unipersonales o de pareja, pero la mayoría de los mismos, el 58%, son mínimo de tres personas. Eso cambia las condiciones porque hay mucha gente que necesita vivienda y debemos garantizar que se haga una configuración de la VIS con unas áreas mínimas.
ENS: Algunos han insistido en que el número de viviendas proyectadas en el POT no suple la proyección de demanda y les preocupa que la mayoría de las mismas están contemplada en renovación urbana. ¿Ya se hicieron aclaraciones a este respecto?
NR: A este respecto no hablamos en estas dos reuniones porque de lo que estábamos hablando era justamente de los trámites. Uno de los mecanismos que justamente contempla el Plan de Ordenamiento Territorial era el de facilitar la renovación urbana, y una buena parte de la renovación no va a requerir planes parciales, qué era parte de la discusión de no tener un instrumento de planeación intermedia, que a veces puede demorar los tiempos de la habilitación y la gestión del suelo.
Entonces, ¿qué establecimos? Un mecanismo para que haya licenciamiento directo, pero un licenciamiento con condiciones. Eso quiere decir que usted licencia pero no como antes, en donde usted englobaba dos casas y no tenía que pagarle nada al Distrito, nada, sino que si usted va a hacer un englobe predial con unas áreas mínimas, usted deberá ayudarle a la ciudad con espacio público y con un aporte para las redes de servicios públicos, porque a mayor densidad las redes deben crecer en igual proporción.
Y adicionalmente con vivienda de interés social y prioritario como parte de las compensaciones por el mayor aprovechamiento que puedan hacer los desarrolladores inmobiliarios, es cómo establecer claramente la contribución. Y eso, al quedar establecido en el POT, implicará que no se tendrá que ir por plan parcial sino directamente por licenciamiento. Se ahorrarán mínimo dos años de un trámite de un plan parcial que es el promedio de tiempo con el que se mueven estos mecanismos.
Demanda de vivienda
ENS: ¿Y este POT sí va a suplir la demanda de vivienda proyectada por el DANE para los próximos años?
NR: En el marco del POT nosotros tenemos contemplado que se podrían desarrollar aproximadamente 1.800.000 viviendas, cifra que supera la expectativa. Pero qué pasa: no siempre es fácil gestionar el suelo construido, eso está claro.
Esto es un reto para todos y es un desafío de cómo, mediante el instrumento de revitalización urbana (que busca ser mucho más conciliadora con la gente que habita el territorio y fue el que seleccionó Bogotá), se adelante un desarrollo mucho más conciliador con la gente que habita el territorio y cómo hacer un desarrollo mucho más armónico y que vincule a las personas, que es parte de nuestra política de moradores y actividades productivas.
Parte del miedo a la renovación urbana, y es un miedo legítimo, es que la gente tiene temor a ser expulsada de su territorio. Aquí estamos invitando, con este POT, a dar garantías a la gente que habita en la ciudad consolidada.
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La pelea con Camacol
ENS: Usted dijo que Camacol mintió al decir que el sector constructor se vio afectado por el mes de vigencia que lleva el POT. ¿Cuál es la defensa de ustedes, del Distrito?
NR: El POT no se ha comenzado a ejecutar y todo lo que se está licenciando, todo lo que se está vendiendo y todo lo que se está iniciando, es justamente todo lo que se había habilitado hace dos a cuatro años. Entonces como la construcción y el ciclo de la habilitación del suelo es precisamente eso, un ciclo, no podemos decir que las 15 viviendas que dejaron de lanzarse, en comparación con el año pasado, son resultado del POT, porque no es cierto.
Adicionalmente me gustaría aclararte que nosotros tenemos diferencias en las cifras. Camacol registra sus cifras bajo un monitoreo que hacen y nosotros lo hacemos a través de una fuente independiente, que se llama "Galería inmobiliaria" y que tiene un censo de los lanzamientos, iniciaciones y ventas. Tenemos diferencias porque Camacol dice que efectivamente se redujo un 33%, cuando nosotros identificamos que es menos del 1% de la diferencia en los lanzamientos, ventas e iniciaciones.
Eso es lo que nosotros consideramos que no es cierto. Es que el POT no ha comenzado su ejecución. Nosotros estamos, en este momento, iniciando, vendiendo y lanzando las viviendas que se han habilitado. Y, por el otro lado, nosotros tenemos un compromiso entendiendo que el sector de la construcción es uno de los sectores económicos que más mueve empleo en el país, a mover la iniciación de vivienda y a no dejar que se caiga la habilitación de suelo. Nosotros somos el gobierno que más ha habilitado suelo. En dos años habilitamos 60 mil viviendas a través de planes parciales y el año pasado iniciamos 32 mil viviendas en Bogotá, de las cuales Hábitat impulsó 21 mil, generando 123 mil empleos, directos e indirectos.
Hay una desazón de achacarle al POT la culpa de algo que no está pasando como lo está presentando Camacol.
ENS: ¿A qué se debería una eventual caída en las iniciaciones?
NR: Hay un tema que hay que tener en cuenta y es que tenemos un escenario económico muy difícil y una provisión de materiales de la construcción muy compleja. El incremento desbordado del hierro y las dificultades en las logísticas de importación han tenido un impacto directo en la disponibilidad de materiales para iniciar la construcción. Pero aun así el 2021 se comportó como el mejor año, durante la última década, en iniciaciones, lanzamientos y ventas. Este año, después de semejante repunte, es normal que se estabilice pero nunca hemos estado por debajo del promedio de la década.