Durante la madrugada se materializó el retorno de 361 indígenas | El Nuevo Siglo
Secretaría de Gobierno.
Miércoles, 2 de Marzo de 2022
Redacción Bogotá

Durante toda la noche de este martes y la madrugada del miércoles, la Secretaría de Gobierno, la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación de Bogotá y la Unidad para las Víctimas realizaron el tercer traslado de más de 350 personas de la comunidad emberá, que estaban asentadas en la UPI La Florida, hacia sus territorios de origen.

Un total de 361 indígenas viajaron a la vereda Dokabú, de Pueblo Rico, en Risaralda, y a Bagadó y Carmen de Atrato en Chocó, donde las autoridades ancestrales harán el respectivo acompañamiento.

Este, vale advertirlo, es el tercer retorno que se lleva a cabo desde la UPI La Florida en los últimos meses, pues el pasado 1 de diciembre de 2021, 460 indígenas regresaron a sus territorios ancestrales y 19 días después lo hicieron alrededor de 800 personas. Es decir, que a la fecha son más de 1.600 los indígenas que han vuelto a sus respectivos resguardos.

“El día de hoy podemos anunciar que se logró el retorno del 100% de las familias indígenas del Chocó y Risaralda que estaban alojadas en la Unidad de Protección de La Florida. No descansaremos un segundo para contribuir a la paz territorial de nuestra ciudad y de nuestro país. Es con diálogo y concertación que hemos logrado el regreso de estas comunidades a sus lugares de origen”, indicó ayer en horas de la mañana el secretario de Gobierno, Felipe Jiménez.

Este retorno se dio gracias al trabajo conjunto entre la Administración Distrital, la Unidad para las Víctimas y el Ministerio del Interior.  

“El retorno es la manera mediante la cual podemos avanzar en la reparación de los pueblos. En su territorio es donde la comunidad puede desarrollarse de manera integral en clave de garantías de no repetición. Esperamos que el Gobierno nacional, que asumió su compromiso con líderes y lideresas de la población emberá, cumpla con garantizar las condiciones dignas en el territorio”, señaló por su parte el alto consejero de Paz, Víctimas y Reconciliación, Vladimir Rodríguez.

Para el regreso seguro de estas comunidades, el Distrito se encargó de proveer 12 buses de transporte, cinco camiones con 40 toneladas de enseres que fueron enviados al territorio entre lunes en la tarde y martes en la mañana, y brindó la alimentación para toda la comunidad. Previo al viaje, la Secretaria de Salud realizó valoración médica para confirmar que cada grupo familiar estuviera en buenas condiciones para su retorno.

El Distrito reitera su llamado a la comunidad que se encuentra asentada en el Parque Nacional para que acepte su traslado a la UPI de La Florida, donde contarán con mejores condiciones de vida para ellos y sus hijos en su estancia en la ciudad. Se espera que este retorno, el tercero en tres meses, sirva para fortalecer el modelo de gobierno propio y la supervivencia de los pueblos emberá, y se hace un llamado al Gobierno nacional a revisar las condiciones de vida de las comunidades indígenas en todo el territorio, pues si no hay seguridad para desarrollar sus proyectos comunitarios esta situación se puede volver a presentar.



Los indígenas que permanecen en Bogotá 

No obstante aún hay, y así lo confirmó la Secretaría de Gobierno a EL NUEVO SIGLO, 15 familias (pero no provenientes ni de Chocó ni de Risaralda) en la UPI La Florida, y es importante tener en cuenta que sigue habiendo población emberá sin caracterizar en las inmediaciones del Parque Nacional.

La caracterización, presupuestada para adelantarse a comienzos de febrero, no se pudo llevar a cabo, pues un servidor público de la Secretaría de Gobierno fue agredido por miembros de las comunidades indígenas mientras los invitaba al proceso de identificación, y por esta razón la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación aún no tiene claridad sobre cuántas personas están asentadas en este espacio público, y la entidad tampoco ha anunciado una cifra.

Los indígenas han indicado que hay alrededor de 1.650, aunque en los últimos días han llegado más personas, pero fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO no creen que la cifra sea tan alta, aunque sí confirmaron que en los últimos días se han sumado otros miembros a la comunidad.

Por último, EL NUEVO SIGLO rectifica que ayer se asoció la muerte del bebé emberá con el retraso que presentó el retorno de los 361 indígenas, pero fue la caída de un puente en Bagadó lo que retrasó el cronograma.