Economía creció 2,5% en febrero, trimestre apunta a PIB de 1,4% | El Nuevo Siglo
LAS EXPORTACIONES nacionales comenzaron a caer este año, ante las menores precios internacionales.
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Jueves, 2 de Marzo de 2023
Redacción Economía

En los últimos tres meses, el crecimiento económico alcanzó 2,5% anual. De acuerdo con el índice NowCast Bancolombia, se confirma la reducción de los niveles de crecimiento económico a registros inferiores a las capacidades del país.

Con esta cifra, la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este primer trimestre del año, con base en el indicador privado, arroja un 1,4% anual, que mejora frente al registro del reporte anterior, no obstante, persiste por debajo de la expectativa de los analistas y mantiene un sesgo a la baja sobre el escenario base de proyección del crecimiento para todo el año de 0,9%.

Señala el reporte, que en los primeros dos meses de 2023 se evidenció un mejor desempeño relativo en los sectores agropecuario e inmobiliario. Por el contrario, se registró menor ímpetu en construcción, recreación, industria, servicios profesionales y servicios financieros.

Por su parte, pese a que se observó una tendencia de recuperación el sector minero, es el único en terreno contractivo.

Indica el análisis, que “la serie ajustada por efectos estacionales de nuestro indicador muestra que la economía registró un avance mensual de 0,5% en enero y 0,3% en febrero. Esta tendencia es coherente con la pérdida de dinamismo de la actividad durante los dos primeros meses del año. En términos interanuales, la variación puntual de febrero fue 2,6%, 0,8% menos que la estimación del mes anterior”, considera el equipo de investigadores del Bancolombia que lidera Juan Pablo Espinosa.

En esta primera evaluación del año, se tuvo en cuenta que, respecto a los intereses, en su primera reunión del año la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) incrementó la tasa de intervención en 75 puntos básicos, tal que alcanzó el 12,75%.

La decisión se dio con el voto de cinco miembros, mientras que dos codirectores optaron por un ajuste de 25 puntos. Si bien el nuevo aumento estuvo justificado por la sorpresa alcista en inflación, el cambio en la magnitud del movimiento de la tasa de 100 (que imperó en las tres reuniones previas) a 75 puntos, así como el racional de los codirectores que se apartaron del voto mayoritario, están asociados a la desaceleración de la economía en la última parte de 2022.

En particular, esto se evidenció en la nueva expectativa de crecimiento económico para 2023 del equipo técnico del Emisor, que pasó de 0,5% en la actualización de octubre a 0,2% en la de enero. En este sentido, el DANE reportó que el índice de precios al consumidor presentó una variación intermensual de 1,78% durante enero. Este registro superó en 17 puntos básicos a la expectativa del consenso de analistas encuestados por el BanRep.

La inflación básica –sin alimentos– fue la principal causa de la nueva aceleración en la inflación anual. En contravía al componente básico, la inflación anual de los alimentos pasó de 27,8% a 26,2% entre diciembre y enero gracias a la moderación en el avance mensual de los procesados.

“Dada la cercanía con nuestra expectativa, reafirmamos nuestra previsión de que la inflación finalizará el año en 9,3%. A su vez, que el pico inflacionario se daría en marzo, luego de lo cual el efecto indexación será menos relevante”, sostienen los analistas.

Tasa de cambio

De otro lado, el peso colombiano inició el año como una de las monedas más fuertes en los mercados emergentes, al registrar una apreciación de 3,7%. De hecho, logró cotizar en la zona de $4.500, lo que representó una corrección de $590,5 respecto al máximo histórico observado en el mes de noviembre, impulsado por un contexto internacional favorable.

De hecho, el principal catalizador de dicha dinámica fue la evolución de los precios a nivel internacional ante las continuas señales de moderación. En particular, el índice de precios de gasto de consumo personal (PCE) en EE.UU registró un avance de tan solo 1,0% en diciembre, tal que sorprendió positivamente al consenso de analistas.

Por lo cual, el mercado dio por hecho un ajuste de 25 puntos básicos en la primera reunión de la FED y estaría incorporando en sus expectativas una reducción de tasas en el segundo semestre. Por lo cual, el dólar a nivel global se ha debilitado, perdiendo relevancia su papel como activo refugio.

Incertidumbre

Entre tanto, a nivel Colombia, el debate alrededor de las reformas bandera que impulsa el actual gobierno ha reavivado un ambiente de incertidumbre. En la medida que avancen estas propuestas por el Congreso de la República, se conocerá el alcance y el mercado empezaría a descontar los impactos.



“Prevemos que la incertidumbre en el contexto local se traduciría en un debilitamiento del dólar que promediaría $4.750 en el primer trimestre. Por el contrario, unas condiciones financieras favorables serían propicias para cerrar el año alrededor de $4.700”, asegura el informe.

El mismo reporte sostiene que en el trimestre noviembre 2022-enero 2023 la actividad económica se expandió a una tasa anual estimada de 3%. De esta manera, se consolida la moderación en el crecimiento que ha predominado en los últimos meses. Todo esto es coherente con que la serie ajustada por efectos estacionales muestra que la economía se contrajo 0,1% en enero frente a los niveles de diciembre, mes en el que había presentado un leve repunte.

En términos interanuales la variación puntual de enero fue de 3,6%, casi 1% más que la del mes previo. Además, durante enero se evidenció un mejor desempeño relativo en los sectores inmobiliario y agrícola mientras en servicios profesionales, administración pública, recreación y comunicaciones se presentó una menor dinámica. Por su parte, la construcción sigue evidenciando una desaceleración marcada.

De otra parte, y como parte del mismo análisis, las exportaciones de bienes sumaron US$4.498 millones en diciembre, configurándose como la primera contracción anual después de 21 meses de crecimiento consecutivo. En concreto, las ventas al exterior retrocedieron 1,0% frente al nivel de diciembre del 2021, resultado del deterioro desde las ventas de la canasta tradicional -petróleo, carbón y café-.

Por su parte, en la canasta no tradicional, los segmentos de agricultura (sin café), manufactura y minería (sin carbón) también evidenciaron señales de desaceleración. El petróleo fue la sorpresa negativa más relevante del resultado total en diciembre con un declive del 15,8% frente a diciembre de 2021.

Las exportaciones

Al respecto, la contracción se explicó por los menores volúmenes exportados en un contexto de menores precios internacionales. En efecto, en el cierre de año los volúmenes vendidos cayeron 15,7% anual cuando la cotización global se ubicó en US$80,9 –referencia Brent-, la menor de todo el 2022 y U$D20 por debajo del promedio observado durante el año.

Por el lado del carbón, las cantidades movilizadas se ralentizaron a pesar de los elevados precios globales de esta materia prima. Si bien en términos anuales el carbón presentó un crecimiento de 27,0%, este se valor si situó muy por debajo del promedio anual (136%) a raíz de la caída de 16,6% de las cantidades exportadas, que se vieron compensadas con la prolongación de los máximos históricos de la cotización del carbón.

Ahora bien, en contraste a la menor dinámica del rubro minero energético (carbón y petróleo), es de resaltar que este rubro explicó el 85,2% de las exportaciones de la canasta tradicional y el 51,5% del total de las ventas al exterior para 2022. Por consiguiente, el sector sigue siendo de los más importantes del país con relación a las ventas al resto del mundo y una fuente de divisas primordial para la economía.

Por su parte, el valor vendido del café continuó en terreno negativo donde tanto los precios y las cantidades movilizadas se situaron a la baja. Específicamente, el retroceso desde la producción fue de 6,9% anual, situación que se acompañó los menores precios de los últimos 12 meses. Bajo este escenario, los ingresos cayeron 7,3% frente a diciembre del 2021. De cara al 2023 se espera que los precios se presionen a la baja ante la expectativa de recuperación de la caficultura brasileña.