Elecciones Perú: Fujimori, ¿la tercera será la vencida? | El Nuevo Siglo
El 6 de junio los peruanos deberán decidir entre dos candidatos diametralmente opuestos en su estilo, discursos y modelo de país
ENS
Domingo, 18 de Abril de 2021
Redacción internacional

Hace exactamente ocho días los peruanos asistieron a las urnas para votar, en primera vuelta, para reemplazar al presidente interino Francisco Sagasti Hochhausler.

El candidato del movimiento Perú Libre, Pedro Castillo, se ubicó en el primer lugar de la carrera (con el 19,1% de los votos válidos), seguido por la candidata del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori (con el 13.3% de los sufragios).Uno de los cuales será elegido como presidente el próximo 6 de junio.

Considerando que a comienzos de marzo el candidato que ahora lidera la contienda electoral ni siquiera se ubicaba en los primeros cinco lugares (que estaban ocupados por Yonhy Lescano, Verónika Mendoza, George Forsyth, Keiko Fujimori y Rafael López), sin lugar a dudas su resultado en las urnas fue la gran sorpresa de la jornada electoral y su figura, radicalmente opuesta a la de la candidata de Fuerza Popular, hace que una pregunta se haga ineludible.

En un futuro enfrentamiento entre alguien del establecimiento y un outsider; entre la opulencia de la sociedad limeña y el Perú rural; y entre una izquierda económico-política (mas no moral) radical y una derecha igualmente tajante, ¿Qué candidato podrá aglutinar con más facilidad al resto de partidos del espectro político para obtener no solo el triunfo en la segunda vuelta sino que asegure su gobernabilidad en un país donde la inestabilidad política ha sido la constante en los últimos años?

Sin importar quien resulte electo, de entrada tiene la difícil tarea de trabajar con un Congreso en el que no tiene mayoría parlamentaria ya que la fuerza más votada fue la del expresidente Martín Vizcarra. De allí que tanto Castillo como Fujimori deban tejer alianzas con otras fuerzas políticas para asegurar una bancada ‘oficialista’ firme en el Parlamento. También es clave en esta recta final por la presidencia ver cuál de los dos puede concitar el interés del  28% del electorado que en primera vuelta voto nulo o en blanco, al igual que el 15.62% que sufragios que se emitieron por doce de los 18 aspirantes. ¿Cuál, si uno exacerba un sentimiento antifujimorista y el otro uno anticomunista?

Keiko, con más posibilidades

De acuerdo con el internacionalista experto en temas de América Latina de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, el candidato que tiene la posibilidad de aglutinar a más partidos del espectro la tiene Keiko Fujimori, por tres razones.

La primera es que si bien José Pedro Castillo concentra el voto castigo en contra de la política y los partidos tradicionales, del establecimiento y del conformismo frente a muchas cosas, mantener esa tendencia será muy difícil, sobre todo porque se identifica como un candidato marxista y de izquierda, pero cuyo discurso no tiene mucha relación con el progresismo.

“Esto te lo digo porque Castillo se opone al matrimonio de parejas del mismo sexo, está en contra de la eutanasia, está en contra del aborto y todo lo que defiende el progresismo es algo que él critica. Es un salto al vacío para los votantes progresistas”, comenzó por referir Jaramillo.

La segunda razón, explicó, está relacionada con el estudio de caso de Venezuela y, en este sentido “es mucho más probable que la gente le crea a Keiko Fujimori por su recorrido y trayectoria política, que al candidato de Perú Libre, que no tiene mayor experiencia en este ámbito”.

“Yo creo que el electorado va a preferir a alguien que conozca a fondo la política, la política exterior, la economía, la política de empleo y no alguien que ponga a temblar a los mercados, a los inversionistas y a un montón de elementos que tienden a alterarse cuando candidatos como José Pedro Castillo están tan cerca de la presidencia”, puntualizó el internacionalista rosarista.

Y en tercer lugar está la figura como tal de lo que su apellido acarrea. Keiko es algo así como una “mala conocida” con trayectoria y que probablemente va a aprovechar la nostalgia del fujimorismo que, en efecto se ha hecho cada vez más pequeña pero que sigue siendo una maquinaria que Castillo no tiene.

Considerando que esta es la tercera vez que la candidata se presenta a unas elecciones y por consiguiente si hubiera más nostalgia fujimorista muy seguramente le hubiera ganado a Alan García, Ollanta Humala o a Pedro Pablo Kuczynski en las elecciones previas, el movimiento desprendido de su apellido si será un apoyo y uno de los factores que más definirá su candidatura en esta segunda vuelta.

“Ahora, esto se le va a volver en contra ante algunos sectores que con seguridad dirán: “ni muerto voto por el fujimorismo”. Pero es una máquina que fue clave para que Kuczynski sobreviviera a una especie de juicio político en el Congreso, fue posteriormente clave para su destitución y ha puesto en tres ocasiones a una candidata en las elecciones presidenciales. Sigue siendo una fuerza”, agregó.

Un discurso más moderado

Por el contrario, de acuerdo con el docente peruano de la Universidad Externado de Colombia y Doctor en Estudios Latinoamericanos, Aldo Olano, ambos candidatos, a cortos ocho días de la jornada electoral ya comenzaron a aplicar la misma estrategia: matizar su discurso para ganar adeptos, pero aún es muy temprano adivinar quién podría tener más éxito en esta empresa.

Partiendo del hecho de que por lo general en las segundas vueltas (y no solo en Perú) los candidatos siempre tienden a moderar su posición para ganarse el centro y es muy difícil que un candidato, sea de izquierda o derecha, maximice su posición, el país ya está viendo una moderación dura del discurso de Pedro Castillo.

“Lo que vamos a tener es una moderación en el discurso y se tratarán de matizar algunas afirmaciones. Por ejemplo Pedro Castillo ya salió a decir que quiere reunirse con el empresariado nacional y ya está mandando mensajes de ‘No hay nada que temer’ y ‘Bienvenida la inversión privada’. Él está proponiendo nuevas reglas pero en el fondo no se está mostrando como alguien opuesto al capital y a la inversión precisamente para captar simpatías de sectores que no le dieron su apoyo”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el internacionalista Olano.

Ahora bien, un elemento que podría jugar a favor de Castillo a la hora de atraer adeptos es que él ya logró aglutinar a una buena porción de indecisos en la primera vuelta, y además de ser un educador amplia capacidad de comunicación, también forma parte de movimientos fuertes como las rondas campesinas.

“Haciendo una revisión de los análisis políticos elaborados en Perú, uno comienza a entender que fue lo qué pasó. En las encuestas, durante muchos meses, el 40% de la población no sabía por quién votar y no encontraban un candidato acorde a su forma de pensar e intereses. Pedro Castillo, en gran medida, logró canalizar ese voto de la población que no manifestaba simpatía por ninguno de los candidatos más promocionados”, precisó Olano.

Por último, es importante referir que la de Perú fue una elección que, como se vaticinaba, con una alta dispersión, con mucho personalismo y una derrota para los partidos tradicionales. “La primera vuelta electoral confirma que la política en Perú, como en el resto de América Latina, ha tendido cada vez más a personificarse y eso hará que la segunda vuelta sea muy interesante”, finalizó diciendo Jaramillo.