“Imposible concertación si acaba sistema que funciona hace 30 años" | El Nuevo Siglo
EL PRESIDENTE del Senado, Roy Barreras, advirtió sobre el riesgo de convocar marchas de extremos para apoyar o rechazar las reformas.
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Domingo, 16 de Abril de 2023
Redacción Política

EN MEDIO de la crisis de la coalición parlamentaria gobiernista, el presidente del Senado, Roy Barreras, uno de los líderes del Pacto Histórico, analiza el difícil panorama del proyecto de reforma a la salud. Llama a la concertación, a construir sobre lo construido y advierte que estas iniciativas deben acordarse en el Congreso, ya que las gestiones por fuera o en las calles no han dado resultado.

EL NUEVO SIGLO: ¿Ve viable una concertación de la reforma a la salud?

ROY BARRERAS: Más que viable, la concertación es necesaria si se pretende mejorar un sistema de salud y construir sobre lo construido. La concertación resulta imposible si se pretende acabar con un sistema que lleva 30 años funcionando y hoy ofrece protección al 98 % de los colombianos. Confío en que la concertación, finalmente se logre en el seno del Congreso, porque las conversaciones en la calle y afuera del Congreso no han dado resultado.

ENS: Hay quienes plantean que la ministra de Salud es un obstáculo para concertar la reforma, ¿qué cree usted?

R.B.: Creo que en el fondo más que la posición personal de la Ministra, hay dos tendencias políticas que subyacen en este debate y en otras reformas. Quienes creemos en la democracia representativa liberal pensamos que las reformas se hacen en el Congreso, escuchando todas las instituciones establecidas, que son públicas y privadas. Esto, incluyendo, por supuesto, las instancias de Gobierno, pero también las instancias privadas, a los gremios, a los sectores productivos.

Y están quienes creen en la democracia directa, que es una manera de hacer la discusión en la calle, en los foros, fuera del Congreso. Esa democracia directa avanza hacia formas de pensamiento que son legítimas en otras mentes, que es la estatización del ciento por ciento (del sistema de salud).

La gran diferencia es si queremos un sistema mixto o un sistema estatizado. Y aun cuando el sistema estatizado, para otros, fuese mejor, se demoraría cinco o diez años para implementarlo. En el entretanto, se necesitaría una transición para no dejar desprotegidos a los colombianos en materia de salud. Hoy están protegidos, pero se merecen, por supuesto, mejorar el sistema.

ENS: ¿En dos meses y medio que restan de esta legislatura, no cree que llegará la hora de sacrificar alguna reforma para permitir que las otras puedan avanzar?

R.B.: Nos restan dos meses y medio, sino desafortunadamente apenas ocho semanas. Por supuesto, en cualquier gran paquete de reformas sociales que son un justo reclamo popular, resulta inconveniente que se concentren los focos en una sola, y torpedeen o paralicen las demás.

Por eso insto a los ministros a acompañar paralelamente la discusión de la reforma pensional en el Senado, la de salud en Cámara, la de sometimiento a la justicia de manera prioritaria en la Comisión I del Senado. La vocación del presidente Petro es paz total, justicia social y justicia ambiental. Y eso se traduce en tres reformas básicas: sometimiento a la justicia, garantía de reformas sociales y garantía de la reforma al Sistema Nacional Ambiental, que aún ni siquiera se ha radicado y que espero lo sea la próxima semana. Viene el acelerador de los ministros. Esa es la clave para tratar de salvar las reformas en lo que resta de la legislatura.

Coalición frágil

ENS: ¿Cree que la coalición parlamentaria gobiernista resistirá esta especie de prueba ácida de las reformas?

R.B.: El problema de la coalición de gobierno es un problema también de concepto. En todas las democracias liberales en el mundo y en las democracias parlamentarias o semiparlamentarias, los partidos de gobierno, gobiernan. Aquí se concibe una especie de coalición sin gobierno, porque hay una especie de estigmatización en la que se considera que los partidos no deben gobernar. Y esa representación, digamos, dispersa, debilita no sólo la coalición, sino al Congreso mismo y al sistema de partidos.

Nosotros creemos en la democracia representativa y en que los partidos de gobierno deben gobernar, pero algunos ministros del Gobierno piensan que no y que es preferible que quienes estén en el Ejecutivo respondan, digamos, a vinculaciones o amistades personales con los presidentes de turno o con los ministros de turno, lo que desinstitucionaliza la representación política. Creo que eso es lo que está en el fondo de la fragilidad de la coalición de gobierno.



Pacto y elecciones

ENS: ¿No cree que la fragmentación del Pacto histórico en tantas personerías jurídicas partidistas afectará las posibilidades de la coalición de centro izquierda en las elecciones de octubre?

R.B.: El Pacto Histórico es una coalición de centro izquierda que construimos para las elecciones presidenciales y parlamentarias con la figura del candidato Gustavo Petro, que es un líder inigualable que no va a estar presente en el tarjetón en octubre.

Por eso hay que hacer un gran esfuerzo de unidad. Pero, mi llamado a unidad con los partidos de gobierno. La manera de ganar las elecciones de octubre en la coalición de gobierno del presidente Petro es hacer coaliciones en las regiones con los partidos Liberal, Conservador, de La U y Verde, que reflejen la coalición.

No tiene sentido, que los partidos sean aliados en Bogotá para aprobar reformas y enemigos en las regiones. Eso, también fragmentaría la coalición de gobierno e impediría que las reformas sociales necesarias salieran adelante.

ENS: ¿En un país tan polarizado, no ve peligroso que Gobierno y opositores llamen a marchas para apoyar o rechazar las reformas?

R.B.: La convocatoria a la calle en un país polarizado y, sobre todo, sin claras directrices políticas tiene unos riesgos enormes, porque ha empezado a hacer carrera una especie de justicia por mano propia, donde la convocatoria a la calle no es la manifestación pacífica, sino el bloqueo; lo que ahora llaman “retenciones”, inclusive de policías o de la Fuerza Pública, que son formas de secuestro; y que terminan, como ocurrió en el estallido social, con formas violentas que no construyen nada.

Por eso en la democracia representativa las discusiones se hacen en el seno representativo del Congreso, de manera profunda y organizada, y no en las calles y de manera desorganizada. Creo que hay que tener mucha precaución con esa convocatoria de los extremos, izquierda y derecha, a las calles, que terminan en confrontaciones entre colombianos, que no construyen las verdaderas soluciones. Y las soluciones son las reformas, lo demás son anuncios, likes y convocatorias efectistas.