En la tarde de ayer y después de un par de aplazamientos en la hora de inicio, en la Comisión Séptima de la Cámara prosiguió el primer debate de la reforma a la salud, con el estudio de la ponencia de la oposición que pedía su archivo, pero que fue negada. Luego de ello se levantó la sesión, que continuará la próxima semana. No obstante, a pesar de los esfuerzos de última hora, el Gobierno no ha logrado convencer a los conservadores, liberales y la U, integrantes de la coalición, para su voto favorable a la iniciativa, y así lograr las mayorías, pues insisten en que se tenga en cuenta la totalidad de sus 133 proposiciones.

La sesión había sido aplazada el pasado martes, cuando no se pudo avanzar en mayor medida debido a las recusaciones que se presentaron, frente a lo cual en esa oportunidad en la Comisión Séptima no hubo consenso para decidir aceptarlas o no.

Dos ciudadanos impetraron estas acciones, uno de ellos contra 19 de los 21 integrantes de la célula legislativa porque habría conflicto de interés, pues están afiliados a EPS; y el otro la dirigió contra los ponentes Camilo Ávila, de La U, y Gerardo Yepes, Partido Conservador, porque, ‘supuestamente’ fueron favorecidos burocráticamente por el Gobierno para que firmaran la ponencia en que se pide dar primer debate al proyecto, a pesar de que los partidos que integran advirtieron que votarán en contra si no se incluye en el articulado la totalidad de las proposiciones que presentaron.

Como consecuencia, la Comisión de Ética de la Cámara se reunió en horas de la mañana de ayer para estudiar estas recusaciones, tras cuatro horas determinó negarlas por falta de fundamento, con una votación ambas 14 - 0.

A renglón seguido, el presidente de la Comisión Séptima de Cámara, Agmeth Escaf, dio inicio a las 2 de la tarde el primer debate de la reforma poniendo a consideración las ponencias, comenzando por las del archivo que, como se mencionó, radicaron Cambio Radical y el Centro Democrático.

Los representantes Juan Felipe Corzo (Centro Democrático) y Betsy Judith Pérez (Cambio Radical) expusieron los motivos de la ponencia negativa. El primero, defendió el sistema mixto que hay actualmente con la participación del sector privado.

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Por su parte, Pérez dijo que “hemos sostenido que el trámite actual que se le está dando a la reforma que está cursando en la Comisión Séptima no es la adecuada. La tesis que ha venido sosteniendo Cambio Radical es que este trámite ha debido ser a través de una ley estatutaria y no una ley ordinaria”, afirmó.

Escaf puso a votación la ponencia del archivo, que fue derrotada por 17 contra 4.

En el debate estuvieron presentes los ministros del Interior, Alfonso Prada, y de Salud, Carolina Corcho.

Partidos se reafirman

El pasado martes los congresistas de los partidos Conservador y de La U se reunieron, previo al primer debate, para estudiar un nuevo texto de la ponencia en donde el Gobierno accedió a incluir cerca de 90 de las 133 proposiciones.

Sin embargo, estas colectividades reafirmaron en que votarán en contra si no se incluye la totalidad de las 133 proposiciones que plantearon.

“Desde las bancadas del Partido Conservador y La U hemos decidido que tenemos que hacer una reforma, el país necesita una reforma a la salud, pero una reforma a la salud que salve vidas, que priorice al paciente, que priorice a las personas y que, por supuesto, le dé oportunidad y calidad de servir a todos los colombianos”, señalaron en un comunicado.

Agregaron que “es para el bienestar de los colombianos. Por lo tanto, mantenemos nuestra posición de NO apoyar el texto a la reforma a la salud como lo ha presentado el Gobierno, ya que no están acogidas la totalidad de las propuestas presentadas por nuestras colectividades”.

En tanto que, ayer el senador Nicolás Albeiro Echeverri, expresó que “la bancada conservadora, después de ocho reuniones y seis semanas de estudio, ha entregado documentos muy serios en donde hace análisis técnicos y por eso consideramos que no votamos la reforma a la salud. Los partidos han adjudicado los documentos y hemos estudiado los artículos y en las condiciones en que está la reforma, el Partido decidió en la bancada no votarlo y esa es la decisión que se mantiene”.

Mientras que la directora de La U, Dilian Francisca Toro, manifestó que “sí se necesita una reforma a la salud, pero una que nos lleve al futuro, no una que nos devuelva al pasado. Propusimos, dialogamos, privilegiamos el entendimiento, pero no se logró”.

Por su parte, el Partido Liberal decidió presentar una ponencia propia, después de que el informe de los ponentes designados por la mesa directiva de la Comisión Séptima incluyó solo 20 % de las iniciativas para el articulado que plantearon estas tres colectividades.

Incluso el jefe del liberalismo, el expresidente César Gaviria, hizo críticas el pasado martes a la Ministra de Salud por el manejo equivocado que considera ha dado a la reforma.

“No entiendo bien por qué esa señora es Ministra de Salud si ha sido la principal interferencia que ha habido para poder hacer un trato, para poder hacer cambios. Ella desconoció por completo que en el Congreso había partidos políticos y que había dirigentes y, entonces se metió a desconocer a todo el mundo, a desconocer las asociaciones de médicos…”, enfatizó Gaviria.

Frente a estas afirmaciones, el presidente Petro trinó ayer que “esa señora es Ministra de Salud porque defiende los pacientes, otros defienden solo los negocios con la vida de la gente”.

El jefe de Estado había objetado el pasado martes que “no se pueden aceptar todas las propuestas de La U y el Partido Conservador, porque nos devuelven a un mundo donde privados manejan el dinero público y la salud de los colombianos solo para hacer negocios particulares”.

Como se aprecia, parecen hoy más distantes que nunca el Gobierno y los partidos Conservador, Liberal y de La U en sus posiciones sobre la reforma a la salud.

Ayer, la Presidencia de la República invitó a un desayuno en la Casa de Nariño a los 21 integrantes de la Séptima de Cámara, para socializar los últimos cambios que ha accedido en el articulado de la reforma. Sin embargo, tuvo que ser cancelado porque la mayoría de parlamentarios se excusó.

De igual forma, se conoció que no firmaron el informe de ponencia positivo, con los cambios que autorizó el Gobierno recogiendo parte de las proposiciones de los partidos de la coalición, los ponentes Gerardo Yepes, Partido Conservador; y Camilo Ávila, La U.

Estos parlamentarios habían suscrito la ponencia anterior, lo que no vieron con buenos ojos los partidos de los que hacen parte por la posición contraria que mantienen al proyecto.

Dicha ponencia positiva tiene 139 artículos, frente a los 150 que presentaba el texto original que radicó la ministra Corcho. La misma será votada en primer lugar del orden del día por la Comisión Séptima de la Cámara en la próxima sesión la próxima semana.

Algunos cambios en el articulado

Muchos de los cambios en el articulado de la reforma tienen que ver con que el Gobierno ahora acepta un sistema mixto, con la participación del sector privado como gestoras de salud y vida.

Éstas últimas, también corresponden a una de las propuestas que se acogió para incluir por parte de los partidos, con el fin de que hagan parte del papel que hoy tienen las EPS.

En cuanto al tiempo de dos años de transición para que las EPS salgan del sistema, si es que no desean convertirse en gestoras de salud, se mantiene, pero el cambio es que podrían conservar los afiliados que hoy tienen.

También, la nueva ponencia admitió suprimir los fondos regionales que planteaba el Gobierno para administrar el sistema en el nivel regional y los recursos.