Balance del manejo a las marchas: más negativo que positivo | El Nuevo Siglo
Durante los últimos 10 días hubo manifestaciones pacíficas y actos vandálicos en la ciudad
ENS
Domingo, 9 de Mayo de 2021
Redacción Bogotá

Desde el pasado 28 de abril la ciudad se convirtió en un escenario de marchas que, si bien muchas de las mismas se desarrollaron de manera pacífica, otras varias se transformaron en insólitos episodios de violencia. Ante esta situación vale la pena conocer ¿cómo evalúan los concejales de Bogotá el manejo que la administración de Claudia López le dio a estos 10 días?

En una primerísima medida, el concejal Liberal, Samir Abisambra, dijo que Bogotá debe ser un poco más restrictiva con relación a las marchas, fundamentalmente por el contexto de pandemia.

“En algún momento yo le sugerí a la señora Alcaldesa que restringiera las marchas, pero ella decidió que le iba a dar total libertad al asunto. Esperemos que en 15 días no veamos los contagios disparados”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el cabildante Abisambra.

A este respecto, el concejal del Centro Democrático, Andrés Forero, sostuvo a este Diario que los diez días de marchas mostraron a una Alcaldesa que dijo mensajes ambiguos constantemente.

“La Alcaldesa minimizó hechos vandálicos que hemos visto no son de poca envergadura. Dijo en reiterados episodios que la situación no estaba tan grave y que no pidió apoyo militar cuando evidentemente sí lo hizo y ella no debe mentirle a la ciudadanía”, señaló Forero, quien enfatizó que en el marco de los últimos diez días Claudia López fue ambigua, errática y con movidas políticas muy calculadas.

Como evidencia de esto último destacó: “Ella mandó un trino de condolencias al trino del Capitán Solano que fue asesinado en el municipio de Soacha, y una hora más tarde, seguramente por cálculo político, decidió borrarlo”.

En esto coincidió el concejal del Partido Conservador, Nelson Cubides, quien no obstante comenzó por referir que durante los últimos diez días se hizo evidente que la Alcaldesa trajo consigo la experiencia adquirida en anteriores paros.



 “Sin embargo creo que sigue habiendo mucha precaución por parte de la mandataria, eso puede tomarse como tibieza y puede estar llevando a que no se estén tomando decisiones rápidas, ya sean con apoyo de la Policía o del Ejército para poder tomar el control y evitar que el vandalismo avance a peor nivel. Ella no debería tener temor a salvaguardar la vida y para eso está la Fuerza Pública. Si las Fuerzas Militares están para salvaguardar puntos estratégicos y que no colapse la ciudad, pues que lo haga sin temor a lo que diga la opinión pública”, le dijo a este Medio el vocero del Partido Conservador, quien añadió que quedó en evidencia, a partir de las grabaciones que hubo en el PMU, que ella sí intentó que se hiciera una solicitud.

“No es pecado que ella acuda a la misma Fuerza Pública para atender una situación de estas. No era militarizar la ciudad; era proteger puntos estratégicos de la misma. Esa es la tibieza que se le ve por un exceso de precauciones por ser políticamente correcta. Eso la lleva a tomar decisiones de ese nivel”, finalizó el cabildante.  

Sobre este aspecto estuvo de acuerdo el concejal de Cambio Radical, Yefer Vega, quien señaló que la alcaldesa tuvo un acto de sensatez y valentía al requerir al Ministerio de Defensa para retomar el orden público de la ciudad, y cuestionó la ausencia del Secretario de Seguridad.

“Pero no tuvo equipo. El Secretario de Seguridad no estuvo para acompañarla ni para generar una línea de acción frente a lo que vivió Bogotá. Ella se quedó sola y por eso tuvo que acudir al Gobierno nacional en esta situación crítica”, concluyó.

Por el contrario, la cabeza de lista del movimiento político Bogotá para la gente, Marisol Gómez, destacó que en el marco de los últimos 10 días, esta Administración reconoció la violencia de la que fueron víctimas miembros de la Policía, así como los hechos vandálicos de los que fue víctima la ciudad.

“Ese reconocimiento es importante porque demuestra que está viendo la realidad completa. El Gobierno nacional ha hecho mucho énfasis en el vandalismo y en las violaciones de derechos humanos contra los policías, que han ocurrido, pero no ha condenado los abusos policiales. Es una diferencia en el reconocimiento que debe celebrarse”, advirtió la cabildante de Bogotá para la gente, quien añadió que la asistencia militar a la Policía puede ser muy nocivo y no debería haberse solicitado.



La presencia del Ejército  

Ahora bien, con relación a la presencia del Ejército en la noche del miércoles, el concejal del Polo Democrático, Carlos Carrillo, manifestó que lo que se vio fue un fenómeno social muy complejo que debe ser abordado de manera concordante a su naturaleza, pero además en los 10 días de marcha hubo un patrón que se ha visto sistemáticamente “de poner su popularidad por encima de todo”

“Te voy a poner un ejemplo: la militarización de la ciudad es una decisión que nadie duda que sea difícil de tomar, pero para eso la elegimos. Y ella militarizó la ciudad, sacó nuevamente a la Brigada 13. Ella le pidió al Ministro la intervención del Ejército y es tan mentirosa, que es capaz de salir al día siguiente a decir en todas partes que no hay militarización, sumándose a la narrativa del Gobierno nacional”, dijo a EL NUEVO SIGLO el concejal Carrillo.

Al respecto la concejal de Colombia Humana, Susana Muhamad, comenzó por decir que “el manejo que le dio la Administración fue absolutamente deficiente. La Alcaldía no tiene una estrategia previsiva y la Alcaldesa aún no entiende que la protesta es un derecho constitucional que se debe garantizar. Ella trató de desincentivar la manifestación, pero eso no la exime de que no se hubiera preparado para todo lo que podía pasar. El PMU no tiene hoy la jerarquía para la toma de decisiones”, sostuvo.  

Añadió, además, que hay una desconexión total entre la Alcaldía y la Policía. “La actuación interinstitucional en terreno fue bastante desarticulada y las organizaciones de derechos humanos hasta el domingo se quedaron solas frente al abuso policial. Hay una gran pregunta: ¿Quién comanda la Policía en Bogotá? Las decisiones las está tomando dicha institución por fuera del puesto de mando unificado; o la policía es una rueda suelta que se le salió a la Alcaldesa de las manos; o la Administración está de acuerdo con el actuar de la Policía".

Desconexión con la Policía

A este respecto, el concejal Samir Abisambra también coincidió en que sigue habiendo una desconexión entre la Administración Distrital y la Policía “y eso es absolutamente grave. Siento que la Policía va por un lado, el Distrito por otro y si no están todos sintonizados las consecuencias están allí. A la institución policial hay que enaltecerla nuevamente, hay que volver a confiar en ella pero si hay un distanciamiento con la Administración, eso generará en la opinión lo que está pasando. Y quemar un CAI con los policías adentro es algo que no tenía precedentes en la ciudad”, indicó.

En esta desconexión Policía-Alcaldía coincidió el concejal de la Alianza Verde, Martín Rivera, quien dijo que él siente que hay un chantaje por parte del Gobierno nacional a los gobiernos locales, y que en buena medida por esa razón los alcaldes no tienen control de mando ni sobre la Policía, ni sobre el Esmad “y eso limita mucho su gestión”.

“Si bien es cierto que no se ha actuado como en otros momentos y en otros gobiernos, sí siento que ha habido una desconexión con las solicitudes y las peticiones de quienes han salido de manera genuina a pedir esos cambios de fondo. Yo no creo que ni ella ni ningún alcalde estén controlando a la Policía”, le dijo a este periódico el concejal Rivera, quien añadió que hay que reconocer que la Alcaldía puso estos grupos de verificación en las calles, aunque llegaron cinco días tarde.