Dijo que atendiendo restricciones que fijó alto Tribunal se pueden buscar alternativas sobre qué producto usar y cómo fumigar cultivos ilícitos
A partir del año próximo la ex viceministra del Interior, Viviana Manrique, hará parte de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) para el periodo 2020-2025.
La JIFE es un órgano de fiscalización independiente y cuasi judicial, establecido por un tratado, encargado de vigilar la aplicación de los tratados de fiscalización internacional de drogas.
Manrique, quien fue postulada por el Gobierno nacional para hacer parte de este organismo, indicó a EL NUEVO SIGLO que es vital para la lucha contra los cultivos ilícitos que el actual Gobierno pueda tener entre sus herramientas las aspersiones con glifosato u otro químico que tenga esas características.
La fumigación con glifosato fue suspendida por la administración Santos atendiendo el principio de precaución, después de que algunos estudios científicos internacionales sugirieron efectos sobre la salud humana.
Luego la Corte en una sentencia estableció seis requisitos al Gobierno para poder reactivar estas fumigaciones, el más difícil de cumplir que se garantice que no habrá daño a la salud y el medioambiente
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo llega usted a integrar la JIFE en el periodo 2020-2025?
VIVIANA MANRIQUE: Este es un cargo que normalmente la JIFE tiene 13 miembros: 10 son postulados por los gobiernos y tres por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre los 10 miembros el Gobierno colombiano me postuló. Eso tiene un mandato de cinco años e iban a salir ahora cinco miembros, que modificaban la Junta en cinco y los otros cinco sí se les termina el periodo después. Entonces quedaban cinco vacantes arrancando de 2020 a 2025.
Una vez lo postula a uno el Gobierno, uno entra en una especie de concurso en el que se evalúa la hoja de vida y especialmente la trayectoria en todo lo que tiene que ver con experiencia de drogas. En mi caso se evaluó la experiencia académica, investigaciones, publicaciones, incluso cargos públicos y privados que tengan que ver con el tema, y una vez se ha aprobado la hoja de vida, tuve entrevistas técnicas con cada uno de los países específicamente del Ecosoc, que son los que votan por la Junta.
Tuve 52 entrevistas de 54 miembros y luego ya pasa uno a la votación. Finalmente éramos 22 candidatos de todo el mundo y quedamos 15 para la votación, y de 15 quedamos cinco elegidos.
ENS: ¿Cuál será la labor que desarrollará usted en la JIFE?
VM: Fundamentalmente, uno es un miembro independiente de su gobierno, es decir, entro como un miembro que ya no soy del Gobierno colombiano sino ya una funcionaria de Naciones Unidas, y la idea es pronunciarse frente a la situación de drogas ilícitas en los diferentes países. Normalmente a cada uno de los miembros se le asignan algunos países para estudio cada año y también informe anual, donde cada uno de los miembros de la Junta tenemos que pronunciarnos y hacer recomendaciones de política pública en materia de drogas ilícitas.
ENS: ¿Su labor la desarrollará desde Colombia o en dónde?
VM: Pues por ahora tengo claro que la sede de la Junta sesiona cuatro veces al año en Viena, pero todavía la Cancillería no ha decidido cómo va a ser el movimiento. Entonces estoy todavía mirando si lo puedo hacer desde acá o si tengo que desplazarme.
ENS: Está por salir el informe de la JIFE sobre drogas en el mundo…
VM: Sí, sale a finales de mayo normalmente, sesionaron en marzo y toda la parte de publicación es a finales de mayo.
ENS: ¿Qué espera de cómo le irá a Colombia después de que el año pasado la Oficina para Política Antidrogas de la Casa Blanca cifró sembradíos de coca en 209.000 hectáreas en 2017?
VM: Indudablemente, el punto fundamental va a ser el crecimiento inusitado de cultivos ilícitos, algo que pues es claro, la medición de lo que fue 2017 y 2018 en los cultivos es muy alta, y pues eso se va a ver reflejado sustancialmente teniendo en cuenta el cambio de gobierno, los efectos del proceso de paz, la suspensión de la fumigación y de la aspersión con glifosato. Son efectos indudablemente que se van a notar en el crecimiento de los cultivos y que saldrá como el punto a trabajar en Colombia.
ENS: Ese informe de JIFE no alcanzará por la fecha de corte a recoger buena parte de lo que ha podido hacer la administración Duque contra cultivos ilícitos…
VM: Claro, la medición se hace para finales de 2018 y pues realmente lo que se mide fueron los efectos del gobierno Santos.
ENS: En el informe de la JIFE que salga en 2020 seguramente usted participará, ¿qué esperaría de cómo esté para esa época la situación de lucha contra el narcotráfico y cultivos ilícitos en Colombia?
VM: Creo para 2020 sí podrá verse un efecto importante sobre todo en materia de sustitución de cultivos, también en prevención de consumo que hay unas estrategias interesantes y creo que en 2020 se podrán evaluar, y teniendo en cuenta el pronunciamiento de la Corte Constitucional frente al tema del glifosato, porque eso es vital para que el Gobierno pueda reanudar las fumigaciones.
ENS: A propósito del pronunciamiento de la Corte Constitucional, ¿cómo ve las posibilidades de que atienda la petición del Gobierno de flexibilizar algunos de los requisitos?
VM: Pues me imagino la Corte seguramente va a mantener su posición frente a las restricciones, pero creo que hay que mirar un acuerdo entre el Gobierno y la Corte para poder utilizar, con las restricciones que exige la Corte, el glifosato u otras sustancias alternativas que ya se han empleado en otro tipo de productos agrícolas que deben ser tenidos en cuenta. Pero lo más importante que creo es llegar a un acuerdo y no suspender las fumigaciones. Hay que llegar a unos acuerdos en cuanto al producto químico y en cuanto a la forma de hacer la fumigación.
Creo que hay que llegar a un acuerdo en que haya que hacer la fumigación
Puntos clave sobre Colombia informe JIFE 2018
. En Colombia, el cultivo ilícito de arbusto de coca y la fabricación ilícita de cocaína se incrementaron en 2017 un 17% y un 31%, respectivamente, con lo que alcanzaron un máximo histórico.
. Conforme a los datos de incautación, la mayor parte de la cocaína se siguió introduciendo desde los países andinos, en particular desde Colombia, hasta los principales mercados de consumo en América del Norte y Europa.
. Colombia presentó el 14 de junio de 2018 un libro blanco sobre la erradicación de los cultivos ilícitos, en el que figuraba un plan quinquenal para el período 2018–2023.