Los senadores de la Lista de la Decencia, Partido Liberal, Alianza Verde, y partido Farc se comprometieron a hacer mesas técnicas que llevarán a radicar el 20 de julio varios proyectos que buscan legalizar el consumo de las drogas.
La primera reunión no dio resultados concretos, sin embargo, los senadores participantes aseguraron que van a crear rutas alternativas contra el flagelo de las drogas.
Gustavo Bolívar, vocero de la reunión, aseguró que la guerra contra el narcotráfico ha sido perdida en los distintos países en los que se ha desarrollado, entre ellos Colombia.
“En nuestro país el plan de Estados Unidos costó 140.000 millones de dólares, sin embargo, el consumo, la producción de drogas ilícitas, así como la violencia asociada al narcotráfico sigue en aumento”, anotó.
El congresista, además, sostuvo que el objetivo de la alianza es formularle al país una nueva estrategia contra las drogas.
“Cuando el glifosato acaba en un departamento con la coca lo que hace el narcotraficante es trasladar el cultivo a otro. Y en esas nos las pasamos, pues el consumo es sostenido, por lo que la demanda no se acaba y obliga a continuar con el negocio”, expresó Bolívar, señalando que “regular el consumo implica que el Estado cree unos centros regulados de consumo y en esos lugares inscribe a quienes quieren obtener la dosis del consumo, se regulan los sitios donde pueden consumir y la cantidad, además asesoría médica y psicológica mejorando la calidad de la sustancia que consume el usuario porque ahorita con el mercado ilegal a las drogas se les incluyen muchas sustancias que son más perjudiciales incluso que la misma droga”.
Sin embargo, la senadora del partido Centro Democrático, María Fernanda Cabal, le salió al paso a la propuesta y aseguró que detrás de la mayoría de delitos que hay en la sociedad “siempre está detrás el delito de las drogas. Ese tema es recurrente cuando se habla de criminalidad. Muchos consideran que la legalización es libertad. Yo creo, en cambio, que se trata de esclavitud”.
La parlamentaria aseguró que una legalización del consumo termina destruyendo la sociedad y que “llegar a esos extremos genera consecuencias nefastas. Algunos partidos dicen que así se resuelven los problemas de criminalidad en el país. Yo creo, en cambio, que la sociedad debe ponerse límites”.
Cabal consideró que los resultados nunca van a ser suficientes, pues “estamos en una guerra multimillonaria. Sin embargo, no podemos desconocer los grandes esfuerzos del país para acabar con este flagelo. En la época de Uribe, por ejemplo, pasamos de 160.000 hectáreas a casi 40.000. Controlando el cultivo, también se controla la comercialización y el consumo. Siempre va a ser difícil esta lucha, pero no por eso tenemos que renunciar a combatir este crimen”.