Llevar a los espectadores a una Colombia en sus inicios es la experiencia que ofrece “Imprimir país: mapa actualizado del territorio”, una exposición del artista nacional José Ruiz Díaz, de la cual será epicentro la Biblioteca Nacional de Colombia (BNC).
Hasta fin de este mes el público capitalino podrá disfrutar de este ejercicio que dejará empapelado el hall central de la biblioteca con alrededor de dos mil carteles impresos con fragmentos de las descripciones que hicieron geógrafos y viajeros cuando apenas estábamos entendiendo el territorio nacional.
El punto de partida para el artista son los dos tomos de la “Jeografía física i política de los Estados Unidos de Colombia”, publicados en 1863 como resultado de la Comisión Corográfica, un intento gubernamental para elaborar el primer mapa nacional de Colombia. El texto fue rechazado por el presidente Tomás Cipriano de Mosquera por considerarlo impreciso.
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Fue justamente esa imposibilidad de hacer una descripción actualizada y sin errores de un territorio la que inspiró al artista a crear este proyecto, que él mismo describe como un ejercicio de escritura pública, puesto que la exposición no es estática sino que se va construyendo en la medida en la que va avanzando. “La exposición es el montaje”, señala. Durante este mes, Ruiz Díaz estará imprimiendo los carteles y pegándolos en las paredes de la biblioteca, de más de 13 metros de altura. Y al final, habrá un ejercicio de desmontaje que devolverá a la biblioteca su aspecto original.
Para el proyecto el artista debió hacer un curso de alturas, para poder usar andamios, creó la máquina de impresión y diseñó la tipografía, inspirado en una guía para recorrer el país publicada en 1932. “Decidí usar esta tipografía porque es de difícil lectura y quise aprovechar esa similitud con lo que implica recorrer nuestro territorio. Son carteles que se demoran en leer, implican un esfuerzo y necesitas prestar atención. Pero el que quiere hacerlo, lo logra”, explica José Ruiz.
La interacción de los visitantes con la exposición hace parte del ejercicio creativo: de modo que es posible conversar con el artista para comprender la carga simbólica que contiene, apoyar la impresión de los carteles e incluso llevarse algunos de estos, así que todo aquel que pase por la Biblioteca y participe de la iniciativa podrá sentir que se lleva un pedacito del territorio colombiano.