Si países consumieran como OCDE, necesitarían 3,3 planetas | El Nuevo Siglo
Foto archivo Europapress
Martes, 24 de Mayo de 2022
Redacción internacional con Naciones Unidas

SI cada individuo del planeta consumiera recursos al ritmo de lo que lo hacen los de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se necesitarían 3,3 planetas terrestres para cubrir el conjunto de las necesidades de la humanidad. Y si cada uno consumiera los recursos al ritmo de un canadiense, un luxemburgués o un estadounidense, este número se situaría en cinco.

Así lo revela un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el que asegura que dicho consumo excesivo destruyendo el ambiente de los niños en todo el planeta.

Como se sabe, el medio ambiente tiene una gama de influencias en la salud física, el bienestar mental y el desarrollo pleno de los niños, pero la infancia mundial crece en entornos poco saludables, rodeada de contaminantes nocivos y otros elementos que la perjudican, debido a las prácticas consumistas de los países más ricos, revela el estudio, entre ellos una alta exposición al aire tóxico, los plaguicidas, la humedad y el plomo.

Aunque el informe se limita a examinar comparativamente los casos de los 34 países de la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE) y nueve más de la Unión Europea, da una idea de la situación en la que se pueden encontrar los niños de las economías más pobres del mundo.


Le puede interesar: Tiroteo en escuela de Texas: 14 niños y un profesor muerto


"La mayoría de los países ricos no solo no están proporcionando entornos saludables para los niños dentro de sus fronteras, sino que también están contribuyendo a la destrucción de los entornos de la infancia en otras partes del mundo", aseguró la directora de la Oficina de Investigación Innocenti de Unicef, Gunilla Olsson.

Algunos datos que recoge la organización tienen que ver con la polución. En concreto, Finlandia, Islandia y Noruega se sitúan en el tercio superior en la provisión de un medioambiente saludable para los niños y niñas, pero se encuentran en el tercio inferior del mundo, en general, en materia de contaminación.

Asimismo, en Bélgica, Israel, Países Bajos, Polonia, República Checa y Suiza, más de uno de cada doce niños están expuestos a una elevada contaminación por pesticidas, mientras que en Islandia, Letonia, Portugal y Reino Unido, uno de cada cinco niños están expuestos a la humedad y el moho en su casa.

"En algunos casos, estamos viendo que los países proporcionan entornos relativamente saludables para los niños dentro de sus fronteras, a la vez que son los principales responsables de la contaminación que está destruyendo los entornos de los niños en el extranjero", ha agregado.

Los datos muestran que los niños de las familias más pobres y grupos marginados no tienen una vivienda adecuada, lo que profundiza la desventaja y perpetúa los ciclos de pobreza.

Fuera de la casa, el aumento de las temperaturas, la pérdida de biodiversidad, los fenómenos meteorológicos extremos, la presión sobre los recursos naturales y el creciente desperdicio son perjudiciales tanto para los niños como para el planeta.

El análisis muestra que si se toman en cuenta los indicadores de emisiones de CO2, residuos electrónicos y consumo general de recursos per cápita en los países más ricos -como como Australia, Bélgica, Canadá y Estados Unidos-, se observa que el impacto sobre el medio ambiente mundial es grave y generalizado.

En cambio, en las naciones menos ricas de América Latina y Europa incluidas en el estudio, el impacto ambiental mundial es mucho menor.

Así, Unicef pide a los gobiernos que lideren "a nivel nacional, regional y local la mejora del entorno de la infancia, reduciendo los residuos y la contaminación del aire y del agua y garantizando una alta calidad de las viviendas y los barrios".