LA INFLACIÓN en Estados Unidos, que venía bajando, subió en abril tanto en ritmo interanual como intermensual, según el índice PCE publicado por el Departamento de Comercio.
Con respecto a abril de 2022, los precios aumentaron 4,4 %, frente al 4,2 % del mes anterior. En un mes, la inflación alcanzó el 0,4 %, acelerándose también con respecto a marzo cuando fue del 0,1 %.
La tasa del cuarto mes del año fue mayor a la de 0,3 % esperada por el consenso del sitio web MarketWatch.
Los precios de los servicios subieron más que los de los bienes. El incremento en los alimentos quedó, prácticamente estable, pero subieron mucho los de la energía.
La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía y es el dato más observado por la Reserva Federal (Fed, banco central), también se aceleró, a 0,4 % en un mes y 4,7 % en un año.
El índice PCE es el preferido por la Fed para medir la inflación, a la que quiere conducir hacia la meta de 2 % anual. El índice IPC, utilizado especialmente para calcular pensiones, disminuyó en abril a una tasa anual de 4,9 %, pero en un mes creció a 0,4 %.
Las tasas
El Departamento de Comercio también informó que los ingresos de los hogares aumentaron 0,4 %, contra 0,3 % de marzo. El gasto repuntó con fuerza: +0,8 % frente a +0,1 % del mes anterior.
Para frenar la inflación, la Fed viene subiendo sus tasas de interés desde marzo de 2022 y ahora se sitúan en un rango entre el 5,00 % y el 5,25 %. Esto hace que los bancos aumenten el costo de los préstamos a hogares y empresas, con el fin de aliviar la presión sobre los precios.
La próxima reunión de política monetaria de la Fed está programada para los días 13 y 14 de junio. Los miembros de la entidad están divididos entre subir las tasas por undécima vez consecutiva o hacer una pausa y evitar frenar en demasía a la actividad económica.
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Por otro lado, se conoció la confianza de los consumidores estadounidenses que terminó en mayo con una caída menos pronunciada que las estimaciones iniciales de la Universidad de Michigan, según la evaluación final publicada ayer.
El índice de confianza cerró con una caída del 6,8 % respecto a abril, cayendo hasta los 59,2 puntos, mientras que la estimación preliminar, publicada a mediados de mayo, lo situaba en 57,7.
También es significativamente mejor que las expectativas de los analistas, que situaban el índice en 57,8 puntos, según el consenso publicado por briefing.com.
Confianza
“Esta caída recuerda a la observada durante la crisis del techo de la deuda de 2011, durante la cual la confianza también se desplomó”, señaló Joanna Hsu, directora de la investigación, citada en el comunicado de prensa.
Demócratas y republicanos están enfrascados en una pelea por elevar el tope de la deuda, una maniobra legislativa necesaria para que la economía más grande del mundo pueda seguir pidiendo prestado y pagando sus cuentas, a sus funcionarios y sus acreedores.
La calificadora Fitch anunció que colocó en revisión la calificación AAA de Estados Unidos, una señal de que el mercado comienza a anticipar el riesgo de cesación de pagos.
“Las expectativas a largo plazo también han disminuido, lo que indica que los consumidores están preocupados por un posible default”, agregó.
El subindicador vinculado a las expectativas descendió 8,4 %, hasta los 55,4 puntos, mientras que el relativo a la situación económica actual bajó 4,8 %, hasta los 64,9 puntos.
Los consumidores estadounidenses se preocupan, relativamente poco por el estado de sus finanzas personales, ya que los ingresos continúan aumentando y compensan, al menos parcialmente, la persistente inflación.
Según datos publicados el viernes por el Departamento de Comercio, la inflación sigue al alza. En abril llegó al 4,4 % en datos anualizados, contra 4,2 % en marzo, según el índice PCE, el preferido de la Reserva Federal (Fed, banco central). /AFP