Cinco lecciones del debut de Rueda con la Selección | El Nuevo Siglo
REINALDO RUEDA no puede dejarse llevar por los elogios tras la victoria sobre Perú, sino que debe mantener los pies sobre la tierra y evitar que sus jugadores se distraigan.
/Fedefútbol
Viernes, 4 de Junio de 2021
Redacción Deportes

Pasada la euforia por la victoria 3-0 frente a Perú, es hora de pensar con cabeza fría en lo que sigue para la Selección Colombia y su técnico Reinaldo Rueda en el camino que los lleve directamente al Mundial de Catar 2022.

Es cierto que el equipo mostró una cara diferente con relación al de los dos partidos anteriores y que el estratega se salió con la suya al alinear a Gustavo Cuéllar. Pero también lo es que hay aspectos por corregir si se aspira a estar entre los cuatro primeros al término del clasificatorio.

Un aspecto a considerar es que Perú no fue un rival de nivel, que solo dejó ver un pasaje en el que trató de equilibrar las cargas en el manejo del balón y que en los 90 minutos apenas hizo tres remates a puerta, uno de ellos con exigencia para el golero David Ospina, ya cuando las acciones agonizaban.

El camino por recorrer todavía es largo. Sin embargo, por ahora hay que mirar hacia lo que viene el martes. Al frente estará Argentina, un equipo estructurado, con recorrido y con el mejor jugador del mundo en sus filas. ¿Cómo encararlo y qué lecciones dejó el duelo frente al seleccionado inca?



1. Tranquilidad.

La victoria 3-0 sobre Perú da tranquilidad y seguridad a un grupo que venía anímicamente caído y que había perdido la confianza tras las goleadas ante Uruguay y Ecuador. Pero de la misma manera la conquista de esos tres puntos debe tomarse con cautela. No es hora de echar las campanas al vuelo o de triunfalismos porque la clasificación a Catar todavía está lejana. Hoy, quienes pedían a gritos la salida de Carlos Queiroz y la llegada de Rueda, consideran que el vallecaucano es el “mesías”. No hay tal. Su mano se notó en la escogencia de la nómina y acertó en la alineación, sobre todo al poner cuatro volantes de manejo, decisión que si se analiza con cabeza fría era obvia porque el rival no tenía un volante creador que mereciera tener una marca específica. El técnico nacional, que dirigiendo a Chile ya había vencido a Perú, lo que hizo fue aprovechar el conocimiento que tenía del oponente para explotar sus debilidades y eso se valora. Pero hay que tener en cuenta el momento que vive el representativo dirigido por Ricardo Gareca.

2. ¿No se necesita a un James?

Uno de los primeros temas que se tocó tras la victoria frente a Perú fue la del volante creativo y de inmediato se asoció con que no es necesario contar con James Rodríguez. Y, es cierto. Tal vez no se requiera del cucuteño. Lo que no es verdad es que siempre se pueda jugar sin un enganche y más para enfrentar a rivales como Argentina. La presencia de un enganche, que si no es James y Juan Fernando Quintero puede ser Edwin Cardona, se requiere para que genere ideas, fútbol ofensivo, sorpresa en ataque y Duván Zapata o Luis Fernando Muriel no tengan que retroceder tanto para quedar en posición de gol. Además, sea cual sea de los tres, se gana en media distancia que es otra de las alternativas para llegar al gol. También es verdad que frente a Perú no se necesitaba un volante neto de recuperación, pero ante Argentina sí se necesita alguien que por lo menos fastidie a Lionel Messi y ese jugador parece ser Wilmar Barrios.



3. Seguridad.

El tema de la seguridad tiene que ver con dos aspectos fundamentales: uno es que con la misma defensa que venía utilizando Queiroz, Colombia no dio oportunidades de inquietar al golero David Ospina a no ser por tres remates de media distancia. Salvo William Tesillo que tuvo algunos pasajes flojos, Dávinson Sánchez, Yerry Mina y Stefan Medina (mientras estuvo en la cancha), le devolvieron al seleccionado nacional esa solvencia de partidos anteriores a los de Uruguay y Ecuador. Y, dos, es que el plantel en sí, por el resultado de 3-0 y por sacar su valle en ceros, así como por el desarrollo mismo de las acciones, se siente más seguro, ganó confianza de cara al duelo frente a Argentina. Lo anterior va acompañado de ese cambio de mentalidad que se vio en la cancha y que deja entrever que se tiene confianza en el técnico.

4. Todavía falta.

De la misma manera, es claro que derrotar a Perú es un aliciente, un golpe anímico, pero la realidad es que todavía falta y mucho para que la Selección Colombia vuelva a ser ese equipo que infundía respeto al rival y fe a los aficionados. Por un solo partido ante un flojo adversario no se puede afirmar que ya se está al nivel que mostró en el Mundial de Brasil o si quiera cercana a la que clasificó a Rusia 2018. El técnico Rueda tendrá que seguir trabajando mucho en la parte mental al plantel, sobre todo por el rival que viene. Es Argentina, no Perú y trae a Lionel Messi, no a Cuevas. Por ello es necesario mantener los pies bien puestos sobre la tierra y no empezar a levitar. Claro, los aduladores de Rueda dirán que el técnico ya borró de un tajo lo malo y que ahora todo es color de rosa en la Selección. No. No es así.

5. Estrategia.

Rueda demostró que conoce el plantel y que sabe qué le puede aportar cada jugador. Como no hay tiempo para trabajar en repeticiones e imponer un estilo de juego sino una idea, lo que le queda hasta el martes no es otra cosa que diseñar una estrategia que le permita neutralizar las virtudes de Argentina. Frente a Perú lo logró pero muy poco de esto le servirá para enfrentar a un rival trabajado y con jugadores en mucho mejor nivel que los incas. El técnico vallecaucano ha dado muestras de ser práctico, de plantear los partidos inteligentemente (con Ecuador, Nacional o Chile) y ahora está ante el reto de cumplir con el segundo objetivo tras ganar en Lima y es sumar. En principio se esperaba que como mínimo en esta doble jornada conquistara 4 puntos, pero la meta cambió y para poder estar en lo alto de la tabla, y no en la mitad, urge derrotar a Argentina. No se puede ser conformista. Equipo hay, todo es cuestión de elegir bien el once titular, de actitud y de no ser triunfalistas. Si se cree que por ganarle a Perú ya se tiene el cielo con las manos se está muy equivocado y el golpe puede ser muy duro el martes en Barranquilla. Calma, mucha calma es lo que se requiere en estos momentos. No es hora de endiosar al estratega ni a los jugadores, sino de exigirles que den mucho más de lo que aportaron ante los incas. Más adelante habría tiempo para celebrar, para echar las campanas al vuelo o sacar el carro de bomberos. De momento, solo se ganó un partido.