Un homenaje entre líneas a la primera arquitecta de Colombia | El Nuevo Siglo
El libro en una de sus caras hace referencia a la investigación de un grupo de seis personas dirigida por la profesora Silvia Arango de Jaramillo sobre la labor de Amorocho como arquitecta.
Foto cortesía
Lunes, 13 de Junio de 2022
Redacción Cultura

Con la prosa del escritor Lucas Maldonado, su amigo de vida, y un grupo de mujeres investigadoras, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) le rinde homenaje a Luz Amorocho, la primera mujer arquitecta de Colombia, a través de un libro de tipo “cara y cruz”.

Esta semana el IDPC realiza el lanzamiento de este ejemplar que hace parte de la Serie “Homenajes a Arquitectos en Bogotá”. La publicación presenta citas, fuentes e imágenes relacionadas con la arquitecta colombiana.

De un lado, se encuentra la investigación dirigida por la profesora Silvia Arango de Jaramillo, del grupo de investigación Gistal de la Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Artes, sede Bogotá, y en la que participó junto con los investigadores de su equipo, Laura Buitrago, William García, Diego Romero y Katherin Triana. El énfasis de esta parte del libro es en Luz como arquitecta y su labor como pionera en la arquitectura colombiana.

En la otra cara se encuentra “Luz al Oído”, un texto más personal, elaborado por Lucas Maldonado, basado en distintas entrevistas realizadas a amigos, colegas y familiares de la arquitecta.

“Yo le propuse a ella, cuando todavía me reconocía y podía seguir una conversación, que hiciéramos un libro sobre ella y me dijo que no: ‘Yo no doy ni para un capítulo’. El lío que es este libro (porque de todas maneras ella me dijo que no hiciéramos un libro) no es un lío. Porque Luz misma me enseñó así: desobediente. Este es un libro de cuentos, artículos, opiniones y hechos, oídos y tergiversados, sobre mi eterna amiga. Espero me lo perdone”, afirmó el autor Maldonado.

Para conocer más detalles de este ejemplar, su proceso de escritura e investigación y de la vida y obra de esta pionera de la arquitectura, EL NUEVO SIGLO habló con Katherin Triana, quien hizo parte de la investigación del libro.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo surge la idea de rendir este homenaje a Luz Amorocho a través de este libro?

KATHERIN TRIANA: La mayoría de las mujeres que participamos en este libro entramos a este proyecto gracias al IDPC, que nos contactó, especialmente al grupo de investigación de arquitectura en Latinoamérica. Esta idea de hacer este homenaje a Luz se había planteado dentro de la colección del IDPC de arquitectos bogotano: hacer un libro sobre una mujer. También gracias a toda esta idea que venía de tiempo atrás de Lucas Maldonado para rendir un tributo a su gran amiga, nos compartió esta inquietud de que nosotras como mujeres participáramos en la construcción de su vida y obra en este libro. Para nosotras ha sido un honor como mujeres arquitectas poder estudiar, indagar y compartir al público este acervo maravilloso que logramos compilar en esta investigación.



ENS: ¿Cuál es ese legado que le dejó Luz a la arquitectura colombiana?

KT: Hay varios puntos importantes para dar cuenta de ese legado tan grande que deja Luz en la arquitectura colombiana. El primero es justamente el hecho de ser la primera mujer arquitecta y demostrar que nosotras podemos hacer arquitectura, trabajar dentro de esta profesión.

Otro punto es que Luz no se desenvuelve únicamente en el campo del diseño arquitectónico, sino que da a conocer justamente cómo no solo las mujeres, sino también inclusive los arquitectos hombres, pueden lograr encaminar su experiencia arquitectónica en campos como la educación, la escritura y el diseño. Nos abre esa puerta para ver en qué otros campos nos podemos desarrollar como arquitectos.

También me parece importante destacar el punto social que tuvo Luz en su vida, más que todo en su carrera como diseñadora o restauradora, pues siempre se preocupó por sus amistades, especialmente por aquellas personas que no tenían tantos recursos y a quienes ayudó a mejorar sus casas y situaciones habitables. Son tres puntos importantes a destacar de esta investigación: ver a la arquitecta en todas sus dimensiones, cómo una mujer entra al mundo de la arquitectura colombiana y cómo, con esa arquitectura, se puede ayudar a otras personas.

ENS: Luego de realizar esta investigación, ¿cómo definiría a Amorocho?

KT: Creo que fue una mujer muy completa en cuanto a su profesión y como persona. Era una persona muy franca, directa, que sabía dónde estaba parada, cuáles eran sus ideales y cuál era ese camino que quería para su vida… el hecho de viajar, que no se quería casar. Era una mujer muy centrada, muy echada para adelante. No se quedaba atrás ante los problemas sino que intentaba buscar soluciones, no solo hablando de su parte profesional, sino también dentro de su vida personal.

ENS: ¿Cómo fue la experiencia de mostrar esas dos facetas de esta grande de la arquitectura colombiana: la arquitecta y la mujer?

KT: Al principio no fue fácil porque empezamos a ver estas dos facetas muy diferentes, pero a lo largo de la investigación nos dimos cuenta de que teníamos realmente que conectar esta cara de la vida personal con la de lo profesional, como arquitecta, porque de alguna manera su vida personal guiaba esos pasos que ella iba dando en su profesión.

Dentro de esos primeros años, cuando empezó a trabajar como profesora en el Colegio Mayor de Cundinamarca, demostró que si ella podía, las otras mujeres también, y luego con esas ganas dentro de su vida personal de abrirse a otro ámbito profesional, de entrar al Ministerio de Obras Públicas, de trabajar lado a lado con tantas personalidades arquitectónicas del momento... Fue muy interesante ver, en cada paso de la investigación, cómo se van a entrelazar esas dos caras.

ENS: ¿Por qué es importante que los colombianos conozcamos la historia y el legado de Luz Amorocho?

KT: Hay algo muy habitual en la arquitectura, y es que muchos creen que los arquitectos se hacen famosos porque tienen grandes obras. Pero siento que este libro permite abrir la percepción de las personas a que el arquitecto puede explorar otros caminos y puede ser grande en otros ámbitos.