Reforma al sistema financiero mundial, pero ¿cómo y cuándo? | El Nuevo Siglo
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Viernes, 23 de Junio de 2023
Redacción internacional con AFP

CERRADO aplauso a un gran discurso que, sin embargo, dejó flotando en el ambiente -como se ha vuelto costumbre- cómo y cuándo se materializará la reforma al sistema financiero global alcanzada ayer en la cumbre climática de París.

Si bien es un compromiso nuevo a un viejo reclamo, ante la urgencia de adecuar las instituciones multilaterales de crédito y cimentar una real cooperación internacional ante un desafío común y apremiante, como es la lucha contra el cambio climático, el acuerdo logrado en la cita parisina amén de no establecer los pasos inmediatos a seguir, dejó nuevamente en evidencia el enfrentamiento Norte-Sur, específicamente entre los países que tienen recursos para mitigar el impacto de los fenómenos naturales extremos y los estados afectados o más vulnerables.

Tras dos días de deliberaciones, los cuarenta mandatarios de esta cumbre que tenía como objetivo aterrizar la financiación climática y precedida del fracaso en Bonn de hace una semana, anunciaron un "consenso completo" para "reformar en profundidad" el sistema financiero mundial, pero sin la esperada revolución para acomodar plenamente la lucha contra el calentamiento global sin comprometer la reducción de la pobreza.

El anfitrión, el presidente Emmanuel Macron, se felicitó por el acuerdo “que volverá el sistema financiero mundial más eficaz y equitativo”, en línea con el reclamo que en la apertura del evento había hecho el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Gutérres, quien destacó “la obsolescencia de la arquitectura financiera, que no puede satisfacer las necesidades del siglo XXI: un mundo multipolar caracterizado por economías y mercados financieros profundamente integrados, pero también marcado por tensiones geopolíticas y crecientes riesgos sistémicos”.

Y así planteó implementar “reformas serias” como convocar un nuevo “momento Bretton Woods”, (fehaciente prueba de real cooperación internacional) o activar su nuevo informe político que incluye un proyecto detallado para rediseñar la arquitectura financiera global.

Vale recordar que ese ‘momento’ ocurrió hace casi ocho décadas cuando en dicha localidad estadounidense se establecieron las políticas económicas mundiales con un orden monetario completamente negociado para regular las relaciones monetarias entre Estados independientes y que estuvo vigente hasta comienzos de los 70’s.

En el mismo se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, usando el dólar estadounidense como moneda de referencia internacional. Ambas organizaciones empezaron a funcionar en 1946.

Pero el Secretario General no solo aludió al tamaño del sistema financiero internacional, sino que extendió sus críticas acusándole de agravar las desigualdades. “En 2021, el Fondo Monetario Internacional asignó más de 650.000 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro y aplaudimos esta decisión.  Los países de la Unión Europea, incluido el mío, recibieron 160.000 millones de dólares. Los países africanos: 34 millones", explicó.

Pero más allá del emotivo anuncio, los pocos resultados concretos de esta Cumbre para un Nuevo Pacto Mundial de Financiación, celebrada en la antigua sede de la Bolsa en París, el Palacio de Brongniart, vinieron sobre todo de la mano de grupos de países o coaliciones de países.

Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, España y Barbados, entre otros países, acordaron con el Banco Mundial (BM) y otros organismos un sistema para suspender la devolución de la deuda en caso de catástrofes naturales.

Este era un reclamo de la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, quien, en una entrevista con la AFP el jueves, celebró que "todo el mundo" aceptara este principio y llamó a "trabajar juntos" porque "solo" existe "este planeta" para vivir.

Entre los avances citados por el presidente francés Macron figura un acuerdo de varios países acreedores para reestructurar la deuda de Zambia o el objetivo alcanzado de reasignar a los países pobres 100.000 millones de dólares de derechos especiales de giro, prometidos en 2021.

Y subrayó que la promesa de 2009 de desbloquear otros 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para ayudar a los países pobres a enfrentar el cambio climático se cumplirá este año, con retraso.

Pero, sin embargo, la red de oenegés Climate Action Network (CAN) criticó la cumbre por "hacer algo nuevo de algo viejo" y lamentó la idea de una posible suspensión de los reembolsos "en lugar de una cancelación completa de la deuda".

 

"Broma" del clima

La cumbre se celebró bajo la presión de la sociedad civil, sobre todo de los jóvenes activistas ecologistas, entre ellos la sueca Greta Thunberg, que manifestaron en la plaza de la República de París para reclamar unas "finanzas verdes".

Anne Cormille, una joven de 22 años, lamentó así que la cumbre de París "ni siquiera habla de detener la financiación de las energías fósiles", pese a ser una fuente de los problemas climáticos a los que debe responder.

"La cuestión climática se convirtió en una broma", clamó por su parte dentro de la cumbre el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, denunciando la falta de una "gobernanza mundial" para cumplir los acuerdos sobre clima.

Los países del Sur abogan por modernizar el rol de las instituciones multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para orientarlas a la lucha contra el cambio climático, el combate contra la pobreza, el desarrollo humano y la protección de la biodiversidad.

Pero la confianza es escasa entre los Estados más vulnerables, agrupados en el llamado grupo V20 (compuesto de 58 países), tras una serie de promesas incumplidas por parte de las naciones más desarrolladas.

"La crisis climática implica un gran plan Marshall global de inversiones", basado en gravar las transacciones financieras y en "cambiar deuda por acción climática", planteó por su parte el mandatario colombiano, Gustavo Petro.

Pero Macron no citó la tasa a las transacciones financieras en su lista de avances de la cumbre, ni tampoco el gravamen a las emisiones carbono del transporte marítimo que Francia buscaba impulsar.

Una coalición de 22 países, entre ellos Dinamarca, Vietnam y Nueva Zelanda, así como la Comisión Europea, apoyan esta última iniciativa, según la presidencia francesa.

La discusión de las propuestas continuará no obstante en los próximos meses con una "hoja de ruta" que incluye las reuniones del G20 en India en septiembre y en Brasil en 2024, así como la COP28 de Dubái, entre otros.



Tensión por Mercosur

La cita de París se prestó para una intensa agenda de encuentros bilaterales.

Luiz Inácio Lula da Silva mantuvo un almuerzo de trabajo con Macron en el palacio del Elíseo, centrado en parte en la ratificación pendiente del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).

En un foro público de líderes previo al cierre de la cumbre, el jefe de Estado brasileño elevó el tono ante Macron al arremeter contra una serie de exigencias medioambientales adicionales, que la UE planteó al bloque sudamericano en marzo, relativas al sector agropecuario y el obligatorio el cumplimiento de varios compromisos del Acuerdo del Clima de París de 2015.

Los partidarios de ese endurecimiento alegan el riesgo de que los productores europeos sufran una competencia desleal por la diferencia de reglamentaciones entre los dos bloques y de que los consumidores se vuelvan cómplices de la deforestación en América del Sur, debido a la apertura de las fronteras a muchos productos de ese origen.

"No es posible tener una asociación estratégica y que haya una carta adicional amenazando a un socio estratégico", dijo Lula, al tiempo que dijo que las medidas, recogidas en la misiva de la UE de marzo, impiden ahora mismo la ratificación, que la Comisión Europea deseaba para antes de que finalice el año. /Redacción internacional con AFP

“Deuda por acción climática"

Que buscará llevar la propuesta de "cambiar deuda por acción climática" a la reunión entre líderes europeos y latinoamericanos prevista en julio, pese a la "tímida" acogida durante una cumbre en París, anunció el presidente Gustavo Petro.

Alemania "no cree" en la propuesta; Francia "es un poco más flexible"; el presidente estadounidense, Joe Biden, sería favorable pero dependería del Congreso y "la Unión Europea (UE) en su conjunto ni la discute", detalló.

"Yo espero que esa propuesta se ponga en la mesa de discusión entre la UE y la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños]", prevista del 17 al 18 de julio en Bruselas, subrayó Petro, quien espera también abordarla en septiembre con la Unión Africana (UA).

Petro aseguró que ya existen ejemplos, como la millonaria conversión de deuda por naturaleza sobre un total de casi 1.630 millones de dólares anunciada por Ecuador en mayo y una parte de la cual se destinará a la protección de las islas Galápagos.

Sin embargo, el dirigente abogó porque este tipo de acuerdos no se discutan de "forma bilateral", sino "por bloques".

Colombia, Kenia y Francia propusieron además que un grupo de expertos internacionales evalúe cómo la revisión de la deuda podría ayudar a los países de renta media y baja a financiar los objetivos climáticos, de cara a la cumbre de la ONU sobre clima (COP28) prevista a finales de año en Dubái, indicó la presidencia francesa./AFP