LA ESCALADA de precios del petróleo en los días recientes resulta importante para Colombia, toda vez que los ingresos por la exportación de crudo son vistos como uno de los salvavidas más inmediatos en la difícil tarea de contener el crecimiento del déficit fiscal por cuenta del mayor gasto público en el plan de contingencia contra la pandemia.
Un precio alto petrolero es clave no solo porque aumenta las transferencias de Ecopetrol a la nación (dueña del 87% de la empresa) sino por los mayores ingresos por concepto de impuestos, divisas y regalías.
Como se sabe, hay distintos cálculos sobre lo que recibe el país por cada dólar que, en promedio y por lapsos permanentes, sube el barril de crudo. Para los analistas del Ministerio de Hacienda esa cifra puede acercarse a los 130 millones de dólares, pero estimativos de centros de estudios económicos privados hablan de un monto alrededor de los 96 millones de dólares. En cualquier caso son sumas muy importantes.
Más allá de esa discusión, lo cierto es que ayer los precios del barril de crudo terminaron en ligera alza en Estados Unidos por señales favorables a la demanda en ese país, en un contexto de oferta mundial contenida.
Así, el barril de Brent del mar del Norte (de referencia para Colombia) a entregar en agosto terminó en 75,56 dólares en Londres, en alza de 0,49% sobre el cierre del miércoles.
Entretanto, en Nueva York, el barril de WTI para igual entrega ganó 0,30% a 73,30 dólares.
No hay que olvidar que el Brent y el WTI alcanzaron el miércoles precios máximos desde octubre de 2018, a 76,02 y 74,25 dólares el barril respectivamente.
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"Una fuerte reducción de los stocks estadounidenses de crudo y gasolina reforzó el sentimiento de una reactivación rápida de la demanda", explicó Avtar Sandu, de Phillip Futures.
Como se sabe, las reservas comerciales de petróleo crudo en Estados Unidos bajaron por quinta semana consecutiva, más de lo esperado por el mercado, en medio de un aumento del ritmo de refinado en el país, según datos del miércoles.
Según el informe semanal de la Agencia estadounidense de Información sobre Energía (EIA), las reservas de crudo bajaron 7,6 millones de barriles a 459,1 al 18 de junio. Los analistas preveían un repliegue de 3,5 millones de barriles.
Las existencias de gasolina bajaron de su lado 2,9 millones de barriles, cuando el mercado esperaba un alza.
Cautela gubernamental
Como se dijo, tener el barril de crudo por encima de los 75 dólares es clave para las finanzas del país, toda vez que en el recién presentado Marco Fiscal de Mediano Plazo se contempla un valor promedio del barril en 63 dólares.
Ya el pasado domingo, en entrevista con EL NUEVO SIGLO, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, indicó respecto al incremento del precio del crudo, que el Gobierno estaba siendo conservador en los pronósticos y las estimaciones de ingresos adicionales por este concepto.
“Es el caso del petróleo, donde nosotros primero reconocemos que, así como el promedio del 2020 fue del orden de 43 dólares, el promedio que estamos hablando en esta oportunidad es de 63 dólares y lo sostenemos para el 2022. Si se dan valores por encima de ese promedio será en beneficio de este Marco Fiscal de Mediano Plazo y serán ganancias inesperadas que se podrían dar en el curso del mismo, pero hemos tratado de ser muy conservadores en esas previsiones”, explicó el zar de las finanzas.
Agregó que “la fuerza de los hechos demuestra que lo estamos haciendo bien, que el promedio de estos primeros meses del año es de 64 dólares el barril. Claro, si coyunturalmente está por encima nos ayuda en el cumplimiento de nuestras metas e incluso pudiese ayudar a una expectativa positiva en el resultado que estamos previendo, tanto en lo fiscal como en el crecimiento. Entonces, hemos tratado de tener ese nivel de prudencia en la estimación para ser muy coherentes a lo largo de todo el documento y también hemos sido prudentes en el crecimiento”.
Restrepo indicó que, además de los precios altos del petróleo en las últimas semanas, “había otra sorpresa positiva que se pudiese dar y es que el monto de la producción fuese superior a los setecientos mil y algo de barriles, que es la estimación que se está dando en el marco”.
¿Y la producción?
Precisamente sobre la cantidad de producción de crudo, las alertas están prendidas.
Al respecto, la semana pasada el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, Francisco Lloreda, recalcaba que “llegamos a mediados del mes pasado (mayo) a menos de 700.000 barriles de producción, es decir, fueron 680.000 barriles producidos, cuando tuvimos épocas de más de un millón de barriles".
De hecho, a comienzos de este mes, el Ministerio de Minas informó que de acuerdo con el reporte más reciente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Colombia mantuvo la vida útil de las reservas de crudo en 6,3 años, pese a la fuerte caída del precio en 2020 que afectó tanto las reservas probadas como la producción. Las reservas probadas de gas disminuyeron por tercer año consecutivo, pasando de 8,1 años a 7,7 años de vida útil.
"El 2020 fue un año desafiante para el mundo entero, y el sector minero-energético no fue la excepción. El país tiene por delante un reto importante de cara a aumentar sus reservas probadas tanto en crudo como en gas”, aseguró el ministro Diego Mesa.
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Así las cosas, para el cierre del año 2020, las reservas probadas de crudo, con corte a 31 de diciembre, correspondían a 1.816 millones de barriles, lo que significa una disminución del 11 % (225 millones de barriles), comparado con el año anterior, cuando se reportaron 2.041 millones de barriles. De igual manera, en 2020 la producción disminuyó en un 11,5%, pasando de 323 millones de barriles en 2019 a 286 millones de barriles el año pasado, lo que explica el por qué los años de vida útil en crudo no disminuyeron.
Visto lo anterior se entiende la urgencia de aumentar la producción, tanto en materia de métodos convencionales de exploración y explotación como de los no convencionales.
Frente a los primeros, precisamente con el objetivo de aumentar la producción de hidrocarburos, el pasado 10 de junio la ANH realizó el lanzamiento de la Ronda Colombia 2021, que puso a disposición de los inversionistas 32 nuevas áreas, de las cuales 28 son ofrecidas por la entidad y 4 fueron postuladas por las compañías interesadas en participar en el proceso para continuar con la reactivación del sector de hidrocarburos que se inició en 2019.
"Diez de las áreas que está ofreciendo la ANH tienen una gran prospectividad a gas y 18 a petróleo, por lo que la firma de nuevos contratos, que se sumarán a los 35 firmados en los últimos dos años, contribuirá al aumento de las reservas de hidrocarburos y mejorar la autosuficiencia energética de Colombia", aseguró Mesa.
La otra apuesta es la explotación de Yacimientos No Convencionales mediante técnicas como el fraccionamiento hidráulico, más conocidos como “fracking”.
En este polémico frente (de hecho se hundió en días pasados en el Congreso un proyecto de ley que buscaba prohibir esta metodología de explotación), el Gobierno ya viene trabajando en los Proyectos Piloto de Investigación Integral, sugeridos por la Comisión de expertos convocada por el Ejecutivo y avalados por el Consejo de Estado. Ya hay varias iniciativas con aval para comenzar el proceso y el licenciamiento. /EL NUEVO SIGLO - AFP