El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aceptó el martes la renuncia del ministro de Economía Simón Cueva y otros tres miembros del gabinete tras las protestas contra el alto costo de vida que dejaron seis muertos, anunció el gobierno.
Lasso "agradece por los leales y valiosos servicios prestados en el ejercicio de sus funciones a las autoridades salientes", señaló la presidencia en una nota de prensa.
La nota indicó, sin precisar las causas, que también renunciaron los titulares de Salud, Ximena Garzón, de Transporte y Obras Públicas, Marcelo Cabrera, y de Educación Superior, Alejandro Ribadeneira.
Un vocero de la cartera de Economía señaló a la AFP que la salida de Cueva se debe a una "decisión propia", que fue tomada hace un "par de meses".
El gobierno de Lasso, un exbanquero de derecha que asumió hace 13 meses, afrontó una reciente protesta de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005.
Con bloqueo de carreteras a nivel nacional y marchas en varias ciudades, incluida Quito, los aborígenes protestaron contra el alto costo de vida, planteando una serie de demandas como el reducir hasta en 21% los precios de los combustibles más utilizados en el país.
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Acuerdos y pérdidas
Las manifestaciones, que dejaron seis muertos y más de 600 heridos, cesaron tras la firma, el pasado jueves, de un "acta de paz" en la que el Ejecutivo se comprometió a bajar hasta en un 8% el precio de los combustibles más utilizados en el país.
Con esa reducción, que entró en vigencia el viernes, el galón de diésel pasó de 1,90 a 1,75 dólares y el de gasolina corriente de 2,55 a 2,40 dólares.
En medio de una crisis económica, a causa de épocas de precios bajos del petróleo -principal rubro de exportación- y agravada por la pandemia de covid-19, el gobierno conservador aprobó otras compensaciones para campesinos y pobres que le exigirán más de 700 millones de dólares al año.
Las medidas incluyen un aumento a un bono de asistencia para los más pobres, subsidios para abonos e insumos agrícolas y la condonación de deudas de hasta 3.000 dólares con la banca pública. El Ejecutivo también derogó un decreto para la entrega de nuevos campos petroleros, que era un pedido de la Conaie.
Entre los compromisos, la administración de Lasso también deberá definir la focalización de más subsidios a combustibles para el sector rural. Las negociaciones sobre este y otros temas iniciarán el jueves próximo con mediación de la Iglesia católica, que también intercedió para la firma del acuerdo que desactivó las violentas manifestaciones.
Las protestas, que duraron 18 días, dejaron pérdidas por unos 1.000 millones de dólares, de los cuales 225 corresponden al sector petrolero, según el Banco Central.
Ecuador produjo 520.000 barriles por día (bd) de crudo al 12 de junio, un día antes del inicio de las protestas, que llevaron a la paralización de más de 1.000 pozos en la Amazonia. Durante las casi tres semanas de protestas, la producción cayó a menos de la mitad.
La estatal Petroecuador ha reportado que de los 1.000 pozos solamente 82 siguen cerrados. Al domingo, la producción total de Ecuador alcanzaba los 461.637 barriles, según el ministerio de Energía.