Un llamado de atención sobre el rumbo del sistema financiero colombiano, hizo la calificadora Fitch Ratings, al analizar la situación del sector. Indica la firma que un aumento en los riesgos en el corto plazo, debido a la contracción de la economía y al aumento del desempleo, bajará la rentabilidad de los bancos colombianos. Al mismo tiempo, Fitch pronostica una disminución en el crecimiento de la economía de 6,9% para este año y una desocupación del 21%.
De acuerdo con la firma, “esto contribuirá a un deterioro relevante en la calidad de cartera y afectará la rentabilidad durante los próximos 12 a 24 meses”. Sin embargo, las medidas prudenciales tomadas por la Superintendencia Financiera de Colombia y otros entes de control, amortiguarán el impacto en el corto plazo”.
Señala la calificadora que “en marzo de 2020, Fitch ajustó su evaluación sobre el ambiente operativo que enfrentan las instituciones financieras en Colombia a ‘bb+’ con tendencia negativa. Esta tendencia sobre el ambiente operativo refleja mayores bajas potenciales”.
Indica en su reporte sobre el sistema financiero nacional que “además de las disposiciones tomadas durante el segundo trimestre de 2020, las autoridades financieras colombianas han implementado más medidas para aliviar el impacto del coronavirus en el sistema financiero y en los deudores en general. Al 30 de junio de 2020, la Superintendencia Financiera, el Banco de la República y el Ministerio de Hacienda implementaron más de 29 medidas prudenciales para ayudar a los deudores que están en mayor riesgo, fortalecer los sistemas de administración de riesgos e incrementar la liquidez en la economía”.
Respaldo fiscal
Explica en su informe que “el Gobierno también proporcionó un paquete de apoyo fiscal y creó una línea de garantías a través del Fondo Nacional de Garantías (FNG) para garantizar hasta 90% de los créditos nuevos a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en sectores específicos. Por su parte, el Banco de la República redujo la tasa de interés de referencia en 175 puntos básicos durante el segundo trimestre de 2020 hasta alcanzar una tasa mínima récord de 2,50%”.
Fitch ve estas medidas de forma positiva en el corto plazo ya que reflejan los esfuerzos de las autoridades financieras por mantener la estabilidad del sistema financiero. Este último tenía un ritmo de recuperación desde 2019 luego de un periodo de estrés en la calidad crediticia entre 2016 y 2018.
Explica la firma que “la calidad de cartera del sistema financiero colombiano permaneció estable en el primer trimestre de 2020, con un indicador de morosidad a 90 días de 3,3% y reservas de cartera vencida del orden de 1,8 veces. Durante este mismo periodo se presentaron aumentos en gastos por provisiones que pesaron en la rentabilidad, mientras que el pago de dividendos y el incremento en los activos ponderados por riesgo presionaron la capitalización”.
Indicadores
Sostiene Fitch en su reporte que “sin embargo, el indicador de utilidad operativa antes de provisiones a activos promedio se mantuvo relativamente plano durante este periodo -en alrededor de 4%-, mientras que el capital regulatorio de 14,9% todavía compara favorablemente frente a los niveles de capitalización previos a la crisis financiera de 2008 a 2009 y la crisis hipotecaria de 1990”.
Cifras no consolidadas a junio de 2020 muestran que la tasa de adopción de los alivios financieros alcanzó aproximadamente 40% del total de la cartera bruta del sistema. Sin embargo, la tasa de adopción en la cartera de consumo e hipotecaria es mayor, con alrededor de 50% de los créditos. Según las cifras de la Superfinanciera al 8 de julio de 2020, casi 11,6 millones de clientes con 16 millones de operaciones de crédito habían recibido algún tipo de alivio de reembolso.
Fitch espera que la cartera vencida empiece a mostrar el deterioro en la segunda mitad de 2020 y se mantenga en esa senda durante 2021, como resultado de la terminación de los programas de alivio y el ambiente económico más débil, especialmente, en sectores más afectados como lo son servicios, transporte, infraestructura, comercio, construcción y consumo.
Manifiesta la firma que “a marzo de 2020, sectores como consumo, hipotecario y créditos en sectores más vulnerables representan 30%, 13% y 30% respectivamente”.
La primera ola de los programas de alivios terminó en junio de 2020 y una segunda se encuentra en proceso; esta última incluye el Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD) establecido por el regulador. Este incorpora una evaluación completa del impacto de la crisis en los deudores, programas de restructuración, no capitalización de intereses ni otros cobros causados.
Medidas
En opinión de Fitch, el resultado final de estas medidas de alivio debe ser el repago de los montos adeudados y no un aplazamiento de la evaluación de que la exposición es incobrable. Esto requerirá de disciplina fuerte en el proceso de monitoreo, así como una supervisión cercana por parte del regulador.
Asimismo, Fitch considera que será retador para los bancos identificar el impacto real en la capacidad de pago de los deudores y tanto controlar como monitorear el deterioro en la cartera crediticia bajo las actuales condiciones económicas subnormales.
Ante una tasa alta de adopción de los programas de alivios, Fitch espera que las provisiones de los bancos se incrementen en la segunda mitad de 2020, gracias al uso de modelos de pérdida esperada. La agencia también supone que la rentabilidad decrezca como resultado de la reducción en los ingresos por comisiones, márgenes de interés ajustados y una desaceleración en los créditos debido a la pandemia.
Fitch considera que las medidas de diferimiento de pago para los créditos en dificultades como resultado de la crisis podrían aliviar la calidad de los activos y las presiones en las provisiones crediticias, lo que respaldaría la solvencia crediticia en el corto plazo.