Alerta por megasequía, deshielo y deforestación en A. Latina | El Nuevo Siglo
LA SEQUÍA que ha sufrido parte de América del Sur ha causado estragos en los cultivos, según la OMM
Fotos OMM
Martes, 26 de Julio de 2022
Redacción Medio Ambiente

 

Los fenómenos meteorológicos extremos y los impactos del cambio climático, como la megasequía, las precipitaciones extremas, las olas de calor terrestres y marinas y el deshielo de los glaciares, están afectando a la región de América Latina y el Caribe, desde la Amazonia hasta los Andes y desde las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico hasta las zonas más recónditas de la Patagonia cubiertas de nieve.

En el informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) titulado El estado del clima en América Latina y el Caribe 2021 se ponen de manifiesto sus profundas repercusiones en los ecosistemas, la seguridad alimentaria e hídrica, la salud de las personas y la lucha contra la pobreza.

Las tasas de deforestación fueron las más elevadas desde 2009, y ello no solo perjudicó al medioambiente, sino que además socavó las iniciativas de mitigación del cambio climático. Los glaciares andinos han perdido más del 30 % de su superficie en menos de 50 años. Y la “megasequía” que azota la zona central de Chile es la más pertinaz del último milenio.

“En el informe se muestra que, desafortunadamente, los riesgos hidrometeorológicos -como las sequías, las olas de calor y de frío, los ciclones tropicales y las crecidas- han causado la pérdida de cientos de vidas, han ocasionado graves daños en la producción agrícola y las infraestructuras y han provocado desplazamientos de población”, dijo el secretario de la OMM, profesor Petteri Taalas.

Para muchas ciudades andinas, el deshielo de los glaciares representa la pérdida de una importante fuente de agua dulce que actualmente se destina a uso doméstico, riego y generación de energía hidroeléctrica. En América del Sur, la continua degradación de la pluviselva amazónica sigue siendo uno de los principales motivos de preocupación tanto para la región como para el clima a escala mundial, habida cuenta de la función que desempeña ese tipo de bosque en el ciclo del carbono”, explicó el profesor Taalas.


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Conclusiones principales:

Temperatura. La tendencia al calentamiento en América Latina y el Caribe continuó en 2021. La tasa media de aumento de las temperaturas fue de aproximadamente 0,2 °C por década entre 1991 y 2021, frente a los 0,1 °C por década registrados entre 1961 y 1990.

Los glaciares de los Andes tropicales han perdido, al menos, un 30 % de su superficie desde la década de 1980, y presentan una tendencia negativa en cuanto a su balance de masas de −0,97 m de equivalente en agua al año durante el período de monitoreo (1990-2020). Algunos glaciares del Perú han perdido más del 50 % de su superficie. El retroceso de los glaciares y la correspondiente pérdida de masa de hielo han agravado el riesgo de escasez de agua para la población y los ecosistemas andinos.

El nivel del mar en la región continuó subiendo a un ritmo más rápido que a escala mundial, sobre todo a lo largo de la costa atlántica de América del Sur al sur del ecuador (3,52 ± 0,0 mm por año, de 1993 a 2021) y en el Atlántico norte subtropical y el golfo de México (3,48 ± 0,1 mm por año, de 1993 a 1991). El incremento del nivel del mar amenaza a un porcentaje muy importante de la población que se concentra en las zonas costeras, ya que contamina los acuíferos de agua dulce, erosiona las costas, inunda las zonas de baja altitud y aumenta el riesgo de mareas de tempestad.

La “megasequía” que castiga la zona central de Chile prosiguió en 2021, en su decimotercer año hasta la fecha, lo que la convierte en la más prolongada que afecta a la región en el último milenio, agravando una tendencia al aumento de la sequedad y poniendo a Chile a la cabeza de la crisis hídrica de la región. Además, una sequía plurianual en la cuenca del Paraná-Plata, la peor desde 1944, afectó al centro-sur del Brasil y a partes del Paraguay y del Estado Plurinacional de Bolivia.

En el conjunto de América del Sur, las condiciones de sequía provocaron un descenso del 2,6 % en la cosecha de cereales de 2020/2021 con respecto a la temporada anterior.

La temporada de huracanes del Atlántico de 2021 fue la tercera más activa de la que se tiene constancia en esa cuenca, al haberse registrado 21 tormentas con nombre (incluidos siete huracanes), y fue la sexta temporada consecutiva de huracanes en el Atlántico por encima de lo normal. Algunas de estas tormentas afectaron directamente a la región.

En 2021, las precipitaciones extremas -que acumularon valores sin precedentes en muchos lugares- ocasionaron crecidas y deslizamientos de tierra. Se produjeron importantes pérdidas, y en particular cientos de víctimas mortales, decenas de miles de viviendas destruidas o dañadas y cientos de miles de desplazados. Las crecidas y los deslizamientos de tierra en los estados brasileños de Bahía y Minas Gerais provocaron unas pérdidas estimadas en 3 100 millones de dólares de los Estados Unidos.

La deforestación en la pluviselva amazónica brasileña se duplicó con respecto al promedio de 2009-2018 y alcanzó su nivel más alto desde 2009. En 2021 se perdió un 22 % más de superficie forestal que en 2020.