EN SOLO pocas horas de mandato, el izquierdista Pedro Castillo generó una primera crisis de gobierno y disparó la incertidumbre de los mercados llevando a que la bolsa de Lima cayera más del 6% al cierre de la semana y la moneda local tuviera la mayor devaluación de los últimos años (más de cuatro soles por dólar).
Si bien empresarios e inversionistas habían mostrado su inquietud desde el triunfo en las urnas de este maestro rural, el pasado 6 de junio y que solo fue confirmado muchas semanas después, el asesor económico de la campaña Pedro Francke no sólo logró tranquilizarlos, sino que explicó lo que se ha definido como “economía popular con mercados”, un modelo nunca visto pero que difiere de los que han implantado los socialistas del siglo XXI.
Bajo esa óptica se daba por descontado que Francke, quien además de experticia es considerado un izquierdista ‘moderado’ fuera el ministro de Finanzas de Castillo, una vez asumiera la Presidencia de Perú el miércoles de esta semana. Al día siguiente, escenificó otra posesión simbólica en Ayacucho, en el marco del bicentenario de la independencia, y allí dio una primera y no grata sorpresa a sus gobernados: nombró como jefe de gabinete a Guido Bellido, un radical, sin experiencia y con un proceso judicial abierto.
El nombramiento que fue de muy mal recibo en el ambiente político llevó a una inmediata consecuencia, también política, pero de graves implicaciones económicas. Francke expresó en una reunión privada al presidente Castillo su incomodidad con Bellido y el día del juramento de los ministros abandonó el recinto anticipadamente. Eso se ha interpretado como un rechazo del connotado economista a la clave cartera de Finanzas, lo que no ha sido confirmado ni desmentido por el Jefe de Estado.
Sin embargo, analistas sostienen que Francke no estaría dispuesto a hacer parte del gabinete porque Bellido, quien es un incondicional de Vladimir Cerrón (fundador y líder de Perú Libre, el movimiento que llevó al poder a Castillo), un declarado marxista-leninista, lo que estaría dando una clara señal de que el nuevo gobierno será de izquierda extrema.
"Francke se bajó del gabinete por Bellido", coincidieron en señalar analistas políticos peruanos.
Y al desacuerdo de Francke se unieron otras dos figuras importantes del partido. Julio Arbizu y Ronald Gamarra, dos juristas reconocidos que defendieron a Castillo de las acusaciones de fraude electoral que le hizo Keiko Fujimori, dijeron que este movimiento inicial fue una mala jugada del presidente.
“Primer error grave del Gobierno, nombrar como premier a una persona que en lugar de afirmar alianzas y consensos conseguidos los espanta. Esto más allá de las declaraciones homofóbicas que acabo de leer y son inaceptables. Espero que se recapacite el rumbo tomado”, escribió Arbizu en Twitter. “Mal, presidente Castillo”, añadió Gamarra.
Esa designación, como reseñamos, generó malestar económico. El gerente del Instituto Peruano de Economía, Diego Macera, indicó que “los mercados no contaban con este gabinete. Los agarró por sorpresa y eso provocó una depreciación acelerada del sol".
Medios peruanos indicaron que la fiscalía había investigado este año a Bellido por presunta "apología al terrorismo", por unas declaraciones en una entrevista, antes de que asumiera el viernes su banca en el Congreso, que le otorga inmunidad.
"El país estaba en un desastre (1980), hubo peruanos que equivocadamente tomaron un camino, ¿son peruanos o no? Por eso tienen sus derechos. ¿Qué tienes contra los senderistas?", señaló Bellido el 23 de abril al canal de internet Inka Visión Noticias.
La designación de Bellido "es un mensaje que polariza", reaccionó el legislador de derecha radical Alejandro Cavero, en declaraciones a la radio limeña RPP.
Por su parte el economista Jorge González Izquierdo indicó que “el aumento del dólar ratifica lo que pasó con el nombramiento sorpresivo de un jefe de gabinete cuestionado y el sorpresivo anuncio de que no se iba a nombrar ministro de Finanzas", mientras que el analista político Hugo Otero sostuvo que “no hay ministro de Finanzas, pésima partida para el gobierno, pero sobre todo para el Perú".
Bellido fue uno de los 37 candidatos de Perú Libre elegidos al Congreso en los comicios de abril, en coincidencia con la primera vuelta presidencial. En Perú los parlamentarios pueden ocupar simultáneamente cargos en el gobierno.
Al igual que el nuevo presidente, Bellido tiene origen campesino, no ocupó cargos públicos previamente ni participó en la política limeña. También luce siempre un sombrero tradicional, aunque diferente al de Castillo, porque ambos son de regiones diferentes (Cusco y Cajamarca).
Gabinete sin dos ministros
El nuevo mandatario izquierdista juramentó el jueves al mediodía a su jefe de gabinete, Bellido y horas más tarde a otros 16 ministros, quedando vacantes además de la cartera de Economía y Finanzas, la de Justicia.
Entre los nuevos ministros destaca Héctor Béjar, abogado y doctor en sociología de 85 años, fundador en 1962 el Ejército de Liberación Nacional, grupo guerrillero inspirado en la revolución cubana, que operó en la selva peruana hasta que fue derrotado militarmente un par de años después.
Detenido en 1966 y tras casi cinco años preso, Béjar fue indultado por el gobierno del general Juan Velasco Alvarado, de quien pasó a ser colaborador.
Solo dos mujeres integran el gabinete. Una es la nueva vicepresidenta peruana, Dina Boluarte, como titular de Desarrollo e Inclusión Social.
Los peruanos esperaban que si bien Castillo no tiene experiencia política se rodeara de un equipo que garantizara gestión del Ejecutivo, sin alto tinte político como ha ocurrido, evidenciando que su mentor Cerrón es el “poder tras el trono”.
"El gobierno del presidente Castillo ha dado muestras de debilidad, de flaquezas, de luchas internas para el nombramiento de su gabinete, y se ha provocado que, una incertidumbre que ya venía de la segunda vuelta [electoral], se acreciente", dijo González Izquierdo.
"Los agentes nacionales y extranjeros han cambiado sus expectativas y ahora miran el futuro de corto y mediano plazo del país con cierta preocupación. Como consecuencia de ello, hay gente sacando su dinero fuera del Perú y eso hace subir el dólar", añadió.
Así las cosas, Castillo que inició el miércoles su mandato de cinco años en medio de la esperanza de millares de compatriotas, ha causado desilusión, polémica y grave inquietud en los mercados, pese a que en su primer discurso ante el Congreso, en el que anunció el envío de un proyecto para reformar la Constitución para acompasar su proyecto de construir un mejor país.
El anuncio de la reforma constitucional también intranquilizó a los empresarios e inversores, porque temen un radical cambio en las reglas de juego.
Y, finalmente el nuevo mandatario izquierdista del Perú abrió otra polémica con su anuncio de que no dirigirá el país desde el Palacio de Pizarro, la casa de gobierno, pues planea convertirlo en un museo, propuesta que requerirá “una fortuna”, según el analista Otero.
De esta forma, en sus primeros tres días del mandato de cinco años, Pedro Castillo ha generado más desconfianza e incertidumbre de la que le antecedía. No está dispuesto a ningún miembro de su gabinete, pero éste deberá recibir el aval del Congreso, escenario que no le es muy propicio porque la oposición de derecha tiene la mayoría.