LOS RESULTADOS de la demanda de consumo de las familias, presentaron en julio señales de una mejora paulatina, luego de las contracciones de doble dígito en marzo y abril, de -12% y -11% anual.
En efecto, de acuerdo con el índice de tarjetahabientes del Bancolombia, la variación anual real del consumo se ubicó en -7% en el séptimo mes del año.
De este modo, en lo corrido del año las compras de los usuarios registraron un crecimiento en términos nominales del 3% y una variación real (en volumen de bienes y servicios) del -9%.
Sin embargo, los datos del cierre de las compras señalan una disminución en la dinámica del consumo durante el segundo trimestre del presente año, siendo el trimestre más bajo de los últimos siete registros.
Dicha tendencia se presenta a raíz de unas condiciones poco amigables para los consumidores, dadas las altas tasas de interés e inflación, el dólar, el endeudamiento de los hogares y la pobre confianza del consumidor.
De acuerdo con el informe, los resultados evidencian un balance del consumo en línea con los indicadores líderes recientes que señalan una desaceleración de la economía colombiana y una moderación en la capacidad de compra de los hogares debido al aumento de los precios.
Ingresos
Respecto al índice de consumo por nivel de ingresos en salarios mínimos legales vigentes (SMLV), en julio los niveles de consumo de las personas con ingresos más bajos se ubicaron cerca de los niveles observados en 2022, mientras que los ingresos más altos todavía permanecen muy por debajo del periodo base y han mantenido una tendencia estable en el indicador.
Por otro lado, se observa que en julio se realizaron compras con tarjetas Bancolombia en cerca de 516.003 establecimientos de comercio, el registro más alto en lo que va de este año. Al comparar esta cifra con el nivel registrado en el mismo periodo del año pasado, se observa un avance del 5,8% en el número de establecimientos activos.
En julio, todas las regiones exhibieron un retroceso en el consumo, en niveles muy similares a los observados al cierre del primer semestre del año. En línea con esto, se experimentaron contracciones generalizadas a nivel de ciudades, tanto en julio como en la variación año corrido.
En medio de este contexto, Cali, Bogotá y Medellín mantienen los mejores resultados, siguiendo la tendencia en lo corrido del año, con contracciones por debajo del 4%. Por su parte, Valledupar, Armenia y Cartagena presentan las mayores caídas año corrido, con registros de doble dígito: -12,%, -10,7% y -10,5%, respectivamente.
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Consecuentemente, sigue siendo retador para los hogares, en la medida que los precios de los bienes y servicios han aumentado, en particular en Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cartagena, encareciendo el costo de vida y disminuyendo el poder adquisitivo, pese a que los ingresos nominales crezcan.
Ciudades
El índice de consumo mensual con ajuste estacional por ciudades permite ver que, luego de la recuperación en los niveles de compra en todas las ciudades observada en junio, nuevamente se presenta una menor dinámica en el consumo, en línea con la tendencia observada entre febrero y mayo.
En particular, los resultados de julio muestran una menor dinámica en el consumo en todas las ciudades del grupo de referencia, puesto que exhibieron un nivel inferior al escenario base (promedio de 2022). Bucaramanga y Valledupar son las ciudades de peor desempeño, y Bogotá y Medellín las más resilientes.
Cabe resaltar que, aunque el mercado laboral es resiliente, la inflación ha mostrado retrocesos y se ha observado un fortalecimiento del peso frente al dólar, la confianza del consumidor permanece en terreno negativo y se mantienen las perspectivas de ralentización de la actividad económica, lo que podría impactar el consumo de los hogares.
En julio, el mejor desempeño provino de las categorías de seguros y servicios financieros y deportes, las únicas que reportaron variaciones reales positivas, de 18,2% y 0,6%, respectivamente. En seguros y servicios financieros, el desempeño responde al pago de impuestos en algunas zonas del país, como el vehicular, y en deportes estaría en línea con el interés del consumidor por experiencias fuera del hogar. Para el resto de categorías se observan contracciones en términos reales.