La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, salió en defensa de su esposo, durante el segundo día de la Convención Republicana y aseguró que el país "necesita ahora más que nunca" su liderazgo. Durante la jornada, el inquilino de la Casa Blanca contó, además, con las palabras de apoyo de otros miembros de su gobierno y de su familia como sus hijos Eric y Tiffany.
"En mi esposo tienes un presidente que no dejará de luchar por ti y tu familia. Veo lo duro que trabaja día y noche y a pesar de los ataques sin precedentes de los medios y la oposición, no se rendirá. De hecho, si le dices que no se puede hacer, simplemente trabaja más duro", dijo Melania.
"Él es lo mejor para nuestro país. Todos sabemos que Donald Trump no guarda secretos sobre cómo se siente sobre las cosas. La honestidad total es lo que nosotros como ciudadanos merecemos de nuestro presidente, te guste o no, siempre sabes lo que está pensando", agregó la primera dama.
En su esperado discurso, Melania defendió cuatro años más para su esposo al frente de la Casa Blanca, lo que sería un honor, dijo, pues él "no pierde el tiempo jugando a la política", sino que sólo busca la "prosperidad" y el "éxito" para Estados Unidos.
"Creo que necesitamos el liderazgo de mi esposo ahora más que nunca para traernos de regreso una vez más la mayor economía y al país más fuerte jamás conocido", agregó Melania, quien también destacó "todo el apoyo" que Trump le brinda en todo lo que hace.
La primera dama también tuvo palabras de consuelo para las víctimas de la pandemia del coronavirus.
"Mi más sentido pésame para todos los que han perdido a un ser querido y mis oraciones están con aquellos que están enfermos o que sufren. Sé que muchas personas están ansiosas y algunas se sienten impotentes. Quiero que sepan que no están solos", agregó Melania, quien prometió que su marido "no descansará hasta que haya hecho todo lo posible para cuidar de todos los afectados por esta terrible pandemia".
A su vez, agradeció, en su nombre y en el del mandatario, la labor de los trabajadores que se han desempeñado durante los últimos meses en primera línea frente a la pandemia, ya que "a pesar de los riesgos", antepusieron al país por delante de su propia seguridad.
La primera dama fue la voz de la compasión por quienes sufren por el Covid-19. Desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, con el presidente en primera fila, la exmodelo eslovena reconoció el impacto del "enemigo invisible", que sumió al mundo en una aguda recesión.
Diez semanas antes de las elecciones, el discurso de la esposa de Trump no ensalzó los éxitos económicos de su marido, ni prometió una recuperación en forma de "V", como hizo antes el consejero de Trump, Larry Kudlow, ella habló de Trump como un político que "no solo habla, obtiene resultados", y que "no ha perdido ni perderá el foco" en la gente más allá de "titulares negativos o falsos en los medios o ataques" de sus opositores.
La mención de la tragedia del coronavirus que sacude Estados Unidos fue motivo de gran elogio por distintos sectores y sirvió de contrapunto a otras intervenciones se centraron en los riesgos que supondría el "socialismo" de la "izquierda radical" que representa el candidato Joe Biden.
Trump, que había sido objeto de duros ataques durante la Convención Demócrata de hace una semana en la que se confirmó a Biden como su candidato para las elecciones del próximo 3 de noviembre, encontró el apoyo incondicional de su familia, como no podía ser de otra forma.
"El espíritu estadounidense derrotó al fascismo y al comunismo y en 68 días derrotará las opiniones vacías, opresivas y radicales de la extrema izquierda", prometió Eric Trump, de 36 años, uno de los cinco hijos del presidente.
Tiffany Trump, la otra hija del mandatario y que también habló en la convención, llamó a mantenerse "fiel" al sueño americano, amenazado por Biden. "Un voto por mi padre es un voto para defender nuestros ideales estadounidenses", enfatizó la joven de 26 años.
"Ha defendido nuestra libertad religiosa, ha apoyado a aliados democráticos como Colombia y ha demostrado una determinación inquebrantable al enfrentarse a tiranos en países como Venezuela, Cuba, China y Nicaragua", dijo por su parte la vicegobernadora de Florida, Jeanette Nuñez, hija de cubanos que escaparon de la revolución de Fidel Castro.
"¡Unámonos a nuestro presidente en su promesa de que Estados Unidos nunca sea un país socialista!", exclamó.
El ingreso triunfal de Melania, de tacones aguja y un conjunto de falda y chaqueta verde oliva, fue el plato fuerte de la segunda jornada de esta cita cuatrienal realizada parcialmente en formato virtual para evitar contagios.
Otro hito, aunque no en vivo, fue el mensaje del secretario de Estado, Mike Pompeo, grabado en Israel durante una gira oficial.
"El presidente Trump puso en práctica su visión de Estados Unidos primero. Puede que no lo haya hecho popular en todas las capitales del mundo, pero funcionó", afirmó Pompeo, al repasar la ofensiva contra China e Irán, el acercamiento a Corea del Norte y la mudanza de la embajada estadounidense a Jerusalén.
La fe, la libertad religiosa, el respecto a la vida y los pedidos de bendiciones a Dios para Estados Unidos fueron una constante en la segunda noche de convención.
El discurso de Pompeo, que no tocó temas como Venezuela o Cuba, subrayó otros éxitos de la política exterior de Trump con en países como Israel, Ucrania y contra Isis.
Otro de momentos importantes de la noche fue una ceremonia de naturalización de cinco inmigrantes, entre ellos un boliviano, encabezada por Trump en la Casa Blanca.
Trump, volverá a ser el centro de atención el jueves en la noche, cuando pronuncie su discurso de aceptación de la candidatura de su partido desde la propia Casa Blanca.