Una gran oportunidad para cuadrar caja desperdició la Selección Colombia que dirige Reinaldo Rueda, este jueves en La Paz ante un frágil representativo boliviano.
El 1-1 fue un premio para el local y un castigo para el visitante que, tras el 1-1, se queda con 9 puntos en el clasificatorio para el Mundial de Catar el próximo año.
El onceno patrio abrió el marcador a los 69 minutos con un gol del delantero Roger Martínez, es una espectacular acción individual. Fernando Saucedo selló el empate a los 83 para la Verde, aprovechando un pestañeo que permitió la zaga colombiana en los 3.600 m de altitud de La Paz.
El partido como tal no fue bueno. Se presentaron muchos errores en la entrega del balón, fallas en el control y poca presencia con peligro real sobre los arcos.
En el control de las acciones Colombia fue mucho más que el local. El primer tiempo lo trabajó para no desgastarse, llevado de la mano del talento de Juan Fernando Quintero, quien mientras tuvo ritmo, aportó con sus pases, pero se equivocó en algunas decisiones, como por ejemplo en un balón que le quedó frente al área rival y prefirió cederlo antes que pegarle al arco.
En general, en esos primeros 45 minutos Colombia se hizo al control del balón y mostró sus intenciones al comenzar a dosificar y esperar al rival en su campo, apelando a los contragolpes, pero la estrategia no le surtió el efecto esperado.
A pesar de dominar en posesión, los dirigidos por Rueda casi no lograron aproximarse con peligro, bloqueados por una defensa boliviana bien plantada que cerró bien todos los espacios.
Bolivia comenzó a presionar pasada la mitad del primer tiempo y logró sus primeras llegadas, que Colombia no tuvo dificultad en frenar.
La jugada más insólita del encuentro llegó a los 34 minutos: el defensor central colombiano Dávinson Sánchez se excedió en un pase hacia atrás al golero David Ospina que, de no haber terminado en el córner, pudo haber sido un gol en contra.
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Hasta allí, con el cúmulo de errores en la entrega y las dificultades para controlar el esférico, ya sobresalía Martínez, quien actúa en México y le dio la razón a Rueda en su convocatoria, puesto que era el único que corría sin temor a la altura y acertaba en los pases.
Ya para la segunda mitad, Bolivia continuó intentando anotar, sin éxito, mediante una repetitiva estrategia de centros que llegaban especialmente desde el costado izquierdo.
Y fue Colombia, en una jugada de contragolpe a los 69 minutos, la que abrió el marcador.
El delantero del América mexicano Roger Martínez encaró por derecha en una acción individual, ingresó al área boliviana en velocidad dejando a puro regate a dos defensores y sacó un remate seco a un palo del arco de Carlos Lampe para el 1-0 parcial.
El golero le achicó el ángulo de remate al colombiano pero el cartagenero le metió el balón junto al vertical.
Hasta allí Colombia era más que Bolivia y lo tenía todo para ganar el duelo, como ya lo ha hecho en anteriores ocasiones. Sin embargo, el técnico Rueda que había acertado en sus decisiones, se equivocó al dejar en la cancha a Juan Guillermo Cuadra, quien lucía muy desgastado, así como en apostar por controlar las acciones en su propio campo y dándole espacios al rival.
Rueda, en su afán por fortificar la zona medular, excluyó a Luis Díaz, después a Wilmar Barrios, lo que permitió al rival tener más libertad, unido a los espacios que le dio al retroceder las líneas.
Fue así como el combinado de César Farías reaccionó luego de quedar en desventaja; aprovechó el beneficio de la altura para aumentar la presión sobre un rival desgastado.
Colombia, con cada vez más cansancio, finalmente cedió a los 83 minutos. Fernando Saucedo, del local Always Ready, reventó la pelota desde lejos y la clavó en el arco de Ospina, quien ni siquiera atinó a moverse, en el único pestañeo defensivo que Colombia tuvo en el juego.
Ya en los descuentos, el boliviano Carmelo Algarañaz fue expulsado por doble amarilla.
Colombia saboreó por poco la victoria en una plaza difícil, mientras que Bolivia salvó los papeles, pero se mantiene lejos de los puestos de clasificación directa y repechaje. Al final quedó un sabor agridulce y una preocupación porque según Rueda, el seleccionado boliviano fue un duro rival…