La inseguridad es la nueva pandemia: Zuluaga | El Nuevo Siglo
EL CANDIDATO presidencial del uribismo Óscar Iván Zuluaga indicó que Colombia tiene que ponerse una meta: desempleo de un solo dígito, del 7%
/ENS
Domingo, 5 de Septiembre de 2021
Redacción Política

La crisis de seguridad en distintas ciudades es muy grave y requiere de una estrategia contundente. Así lo considera el precandidato presidencial del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, quien hace un análisis muy pormenorizado de la coyuntura nacional y plantea una serie de propuestas para superarlas.

Zuluaga explica su idea de generar dos millones de empleos, cómo acabaría el 4x1.000 y qué hacer frente a la crisis en la frontera con Venezuela. También evalúa cómo le ha ido al gobierno Duque manejando la pandemia, cuándo espera que se definan las reglas de su partido para escoger candidato único y expone el riesgo que significaría una eventual presidencia de Gustavo Petro.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está viendo el país?

ÓSCAR IVÁN ZULUAGA: Veo al país con unos efectos muy delicados en materia social por cuenta de la pandemia. El aumento de la pobreza, el desempleo, el debilitamiento de la clase media, son factores que preocupan muchísimo. Veo también un país que perdió la confianza en la política y en la justicia, lo cual es una señal que debilita mucho la democracia. Y veo un país nuevamente acosado por la inseguridad, por esas estructuras criminales que quieren generar caos y anarquía.

Pero también veo un país que ha iniciado un proceso de recuperación económica. Se ve un panorama mucho más favorable en ese sentido, y creo que el manejo de la pandemia por parte del Gobierno ha creado las condiciones para un proceso de recuperación positivo para el país.

ENS: En ese orden de ideas ¿qué cree que es lo que el colombiano promedio está esperando escuchar de un candidato presidencial?

OIZ: Propuestas serias para generar empleo bien remunerado. Esa es la principal necesidad que tienen hoy los colombianos. No hay otra forma de superar todos los problemas que le mencioné anteriormente si no es con una ambiciosa meta de creación de empleo bien remunerado, empleo digno. Por eso mi propuesta central es de dos millones de empleos bien remunerados, lo que constituiría un gran avance para superar problemas sociales, recuperar la confianza ciudadana, derrotar la inseguridad. Cuando hay empleo, hay menos inseguridad. Y eso mejoraría el bienestar de todas las familias, de todos los colombianos, de los jóvenes, de las mujeres cabeza de hogar.

ENS: Usted que fue ministro de Hacienda, ¿cómo explicar que Colombia esté creciendo a un ritmo tan impresionante como el 17,6% del PIB al segundo trimestre, pero que el desempleo siga tan alto?

OIZ: Siempre que hay una crisis económica, lo último en recuperarse es el empleo. Las empresas son más cuidadosas después de una crisis para volver a contratar. Por eso se hace necesario acelerar la política de generación de empleo y una parte de ello tiene que ser a través de reformas estructurales que faciliten la contratación, que incentiven la formalización. Que se den mejores posibilidades para que las empresas, la pequeña y mediana, puedan invertir y generar empleo. Y tenemos que apuntar a que Colombia tiene que producir nuevas cosas, pero siempre mirando al mercado de exportación.

Si no aumentamos la base productiva del país con empleos bien remunerados, para exportar, no vamos a poder ver disminuciones drásticas en el desempleo. Colombia tiene que ponerse una meta: desempleo de un solo dígito. Avanzar hacia una meta de desempleo de un 7 por ciento, que es el nivel por el cual Colombia debería luchar en el mediano y largo plazo.

ENS: En este campo, algunos expertos sostienen que lo que falta en Colombia es hacer un diagnóstico de la nueva realidad laboral dejada por la pandemia… ¿Qué considera?

OIZ: Los empleos que hoy necesita Colombia y el mundo están en el tema de la era digital. Todo lo que tiene que ver con la transformación digital, inteligencia artificial, automatización. Ahí están los empleos.

Le doy un ejemplo: hoy Colombia necesita 300 mil empleos bien preparados en el tema de la transformación digital. No necesariamente ingenieros. Personas bien capacitadas. Y eso representa una oportunidad extraordinaria porque solo tenemos 50 mil preparados. Entonces, fíjese hacia dónde tiene que apuntar la estrategia de educación y de formación para poder atender los requerimientos del mercado laboral de hoy.



ENS: Una de sus propuestas con más eco es la del desmonte del 4x1.000. Muchos gobiernos lo han planteado pero ha sido imposible. ¿Por qué ahora sí progresaría?

OIZ: Es la primera vez que lo planteo. Fui Ministro de Hacienda y conozco las finanzas públicas del país ¿Cuál es mi propuesta? Desmontar el 4x1.000 que es un impuesto odioso que afecta mucho a la pequeña y mediana empresa. Pero desmontarlo con una propuesta de disminuir el derroche y el gasto burocrático innecesario en el Estado. Y con esos ahorros financiar el desmonte del 4x1.000.

Tiene un mensaje muy importante: darle un ejemplo al ciudadano en torno a que el Estado puede ahorrar, puede utilizar bien sus recursos, y eso se puede aplicar a desmontar impuestos odiosos para los ciudadanos.

ENS: Pero en esta reforma tributaria o de Inversión Social el Gobierno ya aplicó un apretón al gasto, ¿hay margen para más?

OIZ: Esa es una demostración de que sí se puede, pero claro que tiene que ser más fuerte: hay once consejerías en Presidencia, ¿entonces para qué son los ministerios? Del gobierno anterior heredamos siete nuevas agencias. Claro que hay espacio, siempre hay un espacio para poder construir un Estado más eficiente, menos gastón, menos derrochón.

Y un elemento adicional: hoy la transformación y las herramientas digitales son una oportunidad para reducir sustancialmente los gastos del Estado, menos burocracia, menos trámites. Hay que convertir al Gobierno en un Gobierno digital, que todo ciudadano tenga acceso a los servicios del Gobierno desde su celular. Eso generaría unos ahorros extraordinarios que financiarían con creces el desmonte del 4x1.000.

ENS: ¿Cómo analiza al gobierno Duque, sobre todo después de estas últimas encuestas en donde no mejoró su margen de desfavorabilidad?

OIZ: A Duque le tocó bailar con la más fea: la pandemia es la peor crisis de la humanidad en los últimos cien años, no es un invento del Presidente. Me parece que los resultados del manejo de la pandemia son favorables. Ya van más de 34 millones de dosis de vacunas aplicadas, se regresa a la normalidad, la economía se está recuperando, se empieza a ver una disminución de la tasa de desempleo; se han garantizado apoyos sociales a personas que en otras circunstancias sufrirían mucho más la pandemia. Hay Ingreso Solidario, matrícula cero para estudiantes de los niveles 1,2 y 3, protección de tres millones de empleos formales…

Ahí hay unos resultados muy meritorios. En estos días revisaba: en el 2020 hubo 220 mil familias colombianas que gracias a los subsidios pudieron adquirir casas ¿Cuánto representa eso para las ciudades, para los municipios en Colombia? Creo que son factores positivos que poco a poco seguramente se irán reconociendo por parte de los ciudadanos.

La inseguridad

ENS: Una de las mayores crisis en estos momentos son los graves picos de inseguridad urbana en varias ciudades. ¿Cómo enfrentar esta grave situación?

OIZ: Hoy este problema de inseguridad es la nueva pandemia. Los colombianos vamos a terminar confinados si no se hace algo por el temor de salir a la calle. Roban y asesinan a los ciudadanos por un celular, por una bicicleta y una moto. Eso es inadmisible.

Hay un común denominador de la inseguridad: el narcotráfico, que financia organizaciones criminales de todo tipo. Por eso la estrategia tiene que ser erradicar con aspersión aérea, en primer lugar, para disminuir drásticamente el área sembrada y la producción de cocaína.

En segundo lugar, hay que tener una medida de choque para acabar con las casas de microtráfico. Hay que destruirlas y aplicar la extinción de dominio.

En tercer lugar, hay que aumentar el pie de fuerza de la Policía. Hay recuperar el tema de solidaridad y colaboración con la Policía ¿Cómo? Alarmas comunitarias, más cámaras de seguridad, iluminación de nuestros parques, sistemas de información donde las empresas de vigilancia, los taxistas, las entidades comunitarias se comuniquen de manera inmediata para poder denunciar cualquier señal que vean en la calle.

Tiene que haber una acción decidida, liderada por el Gobierno nacional, acompañada por los alcaldes, con el protagonismo directo de la Policía, las Fuerzas Militares y la ciudadanía para derrotar esa nueva pandemia. Es la inseguridad la que quiere poner en jaque a la sociedad, no lo podemos permitir. Se demanda un ejercicio de autoridad, coordinado con la sociedad y la comunidad.

ENS: Pero en ese tema del ejercicio de la autoridad se ve constantemente un choque de criterios entre el Gobierno nacional y los alcaldes y gobernadores, lo que impide una acción más efectiva del Estado. ¿Qué hacer?

OIZ: Hay que entender que en la mayoría de los casos la plata la da el Gobierno nacional y es su responsabilidad, y los alcaldes y gobernadores tienen que caminar al ritmo del Gobierno. Por eso es imperioso el liderazgo del Presidente, que es el comandante en jefe de las Fuerzas Militares. Así se garantiza una estrategia integral, coordinada, todos tenemos que ir en una dirección: gobierno nacional, gobierno local, sociedad y comunidad para derrotar la delincuencia, para derrotar el terrorismo urbano que nos han impuesto desde el narcotráfico grupos como las disidencias de las Farc y el Eln.

ENS: Al Gobierno le satanizaron la figura de la asistencia militar para controlar actos de vandalismo y asonadas, ¿cómo superar este debate y utilizar la Fuerza Pública en estos casos?

OIZ: Es una obligación, porque lo que no se puede es destruirle a los ciudadanos, que no quieren utilizar la protesta social pacífica, su derecho al trabajo y a la movilidad del transporte público. Ahí la función del Ejército es una función disuasiva. Se demostró en Cali: el Ejército acompañó al Esmad y a la Policía sin disparar un solo tiro. Tenía su presencia un factor de disuasión para evitar una confrontación. Eso revela muy bien lo que es el rol del Ejército en un desafío como el actual de terrorismo urbano.

Hay dos elementos fundamentales en esto: la inteligencia y la ciberseguridad. Claves para poder obtener las pruebas que permitan presentar los delincuentes ante los jueces y que sean enviados a prisión y se les aplique con toda la severidad las penas que establece el Código Penal.

¿Y Venezuela?

ENS: Otra de las grandes preocupaciones, la frontera con Venezuela, escenario de un atentado a la Brigada, otro a Policía, el ataque al helicóptero del presidente Duque, narcotráfico, Eln, disidencias… ¿Qué hacer?

OIZ: El problema de fondo es que Venezuela es una dictadura, un narcoestado, es el lugar de paso para toda la cocaína que se produce en Colombia. También es el refugio de las estructuras criminales (disidencias de las Farc y el Eln). Esa es la amenaza que tiene Colombia.

Por ello la prioridad para solucionar ese problema es la transición democrática de Venezuela, apoyar a la oposición venezolana, hoy en cabeza de Juan Guaidó. Hay que pedirle a la comunidad internacional (ya se iniciaron los diálogos en México), a los Estados Unidos, a Canadá, a países como Alemania, que podamos acelerar, con bloqueo comercial, con sanciones económicas a la dictadura de Venezuela, la transición a la democracia.

Es la única solución de fondo para poder enfrentar este problema de la financiación y la criminalidad que, desde el narcotráfico y con el amparo de la dictadura en Venezuela, está atentando contra los colombianos, como lo hemos visto en el Norte de Santander en las últimas semanas.

¿Qué es el centro?

ENS: Su partido es el Centro Democrático y precisamente uno de los debates políticos más encendidos en estos días es el de los candidatos que pelean por mostrarse como de centro del espectro político. ¿Para usted, qué es ser de centro y qué no?

OIZ: El Centro Democrático es un partido que lucha por el empleo, por las realidades locales y regionales, que defiende la mujer cabeza de hogar, que defiende la seguridad como principio esencial, que defiende la iniciativa privada, el emprendimiento. Ese es el Centro Democrático del cual yo soy parte, ayudé a fundar el partido y del cual estoy hoy esperando ser su candidato para salir con esas propuestas y agrupar a los colombianos.

Que esas propuestas sean un punto de encuentro en medio de la diferencias de colombianos de distintos sectores sociales y políticos.

ENS: Algunos analistas sostienen que el mayor problema de esta campaña es que los candidatos están más interesados en decir si son o no del centro, izquierda o centroderecha, que en plantear ideas. ¿Qué opina?

OIZ: Cuando presenté mi candidatura mi propuesta central fue la de dos millones de empleos dignos bien remunerados; presenté una propuesta para desmontar el 4x1.000 con austeridad en gastos del Estado; universalizar la atención de primera infancia de cero a cinco años, para darle educación, salud y atención a todas las niñas y niños de Colombia; ampliar la frontera productiva del país con una estrategia de crecimiento agroindustrial para exportar alimentos, lo que revitalizaría el desarrollo del sector social…

Como se ve, desde el día uno, mi propuesta siempre ha sido ideas, respuestas claras a los problemas de los colombianos.

ENS: ¿Cuál es el riesgo, como lo advierte el uribismo, que hoy representa el modelo político de Gustavo Petro para el país?

OIZ: El riesgo es lo que estamos viendo en Perú: en tres semanas se fugó el 12% de las reservas internacionales; y los ahorros de la clase media ante el temor de lo que estaba ocurriendo con la llegada de la izquierda.

Aquí se puede comprometer el desarrollo y la empresa privada, de la iniciativa privada que ha sido el pilar que ha sostenido esta democracia. Esa una fortaleza que tiene Colombia, un tejido social tan importante desde el sector privado. Eso se puede comprometer. Igual muchas actividades de tipo productivo, por ejemplo fondos privados de pensiones, se pueden comprometer negocios que hoy suministran comida y vestuario. Eso ya lo vimos en las declaraciones de Petro a lo largo del paro de mayo y junio. Ahí hay unos temas sustanciales.

También se pueden comprometer valores fundamentales como el de la familia o la forma como se percibe debe ser la orientación de un Estado, el concepto de un Estado que le quiere imponer a los ciudadanos factores como la educación o la salud. Ahí hay algunos aspectos esenciales que se pueden ver afectados y corren riesgo con un gobierno de izquierda, con un gobierno populista.

ENS: ¿Y la propuesta de Petro sobre marchitar la exploración petrolera?

OIZ: Es un discurso populista. Eso no es posible. Los recursos de la extracción de petróleo los necesita el país para poder financiar el desarrollo de otros sectores. Es el sector que mayores regalías aporta y las regalías son la posibilidad de hacer política social y ayudar en la construcción de infraestructura. Nos quedaríamos sin financiamiento y el país podría sufrir una situación social muy compleja. La sola disponibilidad de divisas ¿Cómo va a hacer el país si no genera divisas por exportación de la noche a la mañana?

Noviembre, mes clave

ENS: ¿Cómo y cuándo espera que se definan las reglas de juego para escoger el candidato único del Centro Democrático?

OIZ: Espero que no sea más allá de finales de noviembre. Me parece que es un tiempo prudente para poder tener la definición del candidato del partido, poder acompañar todo el proceso de las listas a Senado y Cámara y avanzar en la construcción de una consulta interpartidista en marzo con otros sectores políticos y sociales para seleccionar un solo candidato a la primera vuelta presidencial y llegar fortalecidos alrededor de esta propuesta de los dos millones de empleos dignos y bien remunerados.

ENS: Hay quienes dicen que la coalición fajardista va adelantada e igual la de Petro, pero que a la centro-derecha le cogió la tarde. ¿Qué opina?

OIZ: Me parece que poco a poco los partidos de los posibles actores van tomando conciencia, viene un proceso de definición del candidato que representaría a los diferentes partidos, sectores ciudadanos y sociales, y ya habrá tiempo para poder definir y organizar ese mecanismo que le dé tranquilidad a los empresarios, a las juntas de acción comunal, a los trabajadores de los sectores sociales en torno a tener un solo candidato fuerte que represente esta ideas para ganar la presidencia.