Multitudinario rechazo al retorno de la izquierda en Brasil | El Nuevo Siglo
AFP
Miércoles, 7 de Septiembre de 2022
Redacción internacional

Dos mareas verdeamarillas invadieron ayer Brasilia y la emblemática playa de Copacabana, (Río de Janeiro) para expresar el multitudinario apoyo a la reelección del presidente Jair Bolsonaro y, como señalaron decenas de manifestantes, “evitar que Brasil se hunda como Argentina o Venezuela”.

Bolsonaro presidió el desfile militar que con ocasión del bicentenario de la independencia recorrió las céntricas calles de Brasilia. Vehículos blindados, tropas, estudiantes e inclusive tractores y miembros de una iglesia evangélica desfilaron por la Explanada de los Ministerios. Aviones de la fuerza aérea volaron rasante por el centro de la ciudad.

Desde el palco oficial, el derechista jefe de Estado siguió el imponente despliegue militar en compañía de miembros de su gabinete e invitados especiales. Tras ello se retiró la banda presidencial y se dirigió a la multitud ‘verdeamarilla’ a la que aseguró que la izquierda no volverá al poder y que las encuestas electorales “mienten”.

"Aquí no está la mentirosa DataFolha. Aquí está nuestro DataPueblo", dijo ante miles de seguidores en Brasilia, en referencia a la consultora de opinión pública que atribuye al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva una cómoda ventaja (45% de intención de voto, frente al 32% de Bolsonaro), aunque perdió dos puntos frente a la medición anterior (Agosto 18)

Ese sondeo se evidenció que la fuga de apoyos del líder del Partido de los Trabajadores (PT) favoreció al centroizquierdista Ciro Gomes, quien creció de 7% a 9% en la intención de voto, ubicándose en el tercer lugar. Mientras la senadora y candidata del centrista Movimiento Democrático Brasileiro (MDB), Simone Tebet, ganó 3 puntos hasta 5%.

Aunque había consignas golpistas entre el público, Bolsonaro habló en tono electoral y más moderado que el 7 de septiembre del año pasado, cuando dijo que "solo Dios" podía sacarlo del poder.

En Brasil se libra una "lucha del bien contra el mal". La izquierda "quiere volver a la escena del crimen. No volverán", agregó el presidente-candidato, refiriéndose a los escándalos de corrupción que sacudieron los gobiernos en el poder entre 2003 y 2016.

En este punto, el presidente brasileño insistió en que "el mal" gobernó el país durante 14 años, en clara alusión a los mandatos de los expresidentes Dilma Rousseff (2011-2017) y Luiz Inácio Lula da Silva (2004-2011), quien ahora es su principal rival en los comicios.

"Sabemos del mal que duró 14 años en nuestro país, que casi rompe nuestro país y que ahora quiere volver. El pueblo está de nuestro lado. La gente está del lado del bien. La gente sabe lo que quiere", insistió.

La respuesta de sus seguidores fue inmediata y fuerte: "¡Lula, ladrón, su lugar es la prisión!", bramó la multitud sobre el exmandatario que estuvo preso en el marco de la operación Lava Jato sobre una red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras, antes de que sus condenas fueran anuladas.

Bolsonaro también hizo un guiño a las mujeres, uno de los electorados donde cosecha más rechazo: recomendó a los solteros que se busquen una "princesa", besó a su esposa Michelle, lo que fue celebrado por sus seguidores con vítores.

Antes de hablar ante la multitud, Bolsonaro se quitó la banda presidencial que usó durante el desfile militar que dio inicio a los festejos de la fecha patria.

"La voluntad del pueblo se hará presente el 2 de octubre. Vamos a votar, vamos a convencer a aquellos que piensan diferente, sobre qué es lo mejor para Brasil", dijo Bolsonaro, a quien la oposición acusó de "usurpar" la fiesta nacional con fines electoralistas.

El expresidente Lula trinó: “200 años de independencia hoy. El 7 de septiembre debería de ser un día de amor y unión para Brasil. Infelizmente, eso no está pasando. Tengo fe en que Brasil reconquistará su bandera, soberanía y democracia".



Manifestación en Rio 

En la tarde el foco político y periodístico se trasladó a Rio de Janeiro y su playa de Copacabana, uno de los puntos turísticos más emblemáticos de Brasil, para testimoniar otro ‘tsunami’ ciudadano en pro del presidente-candidato.

Tradicionalmente, el desfile militar en Rio tiene lugar en el centro de la ciudad. Pero el jefe de Estado insistió en que este año los soldados marcharan en el lugar donde suelen tener lugar las manifestaciones bolsonaristas. Así, no hubo blindados sino buques de guerra en el océano y aviones militares en el cielo, así como demostraciones de paracaidistas.

Miles de seguidores del presidente se concentraron a lo largo de la vía que linda la playa. Decenas de ellos expresaron a los periodistas que cubrían el evento las razones de su respaldo, coincidiendo en que debe impedirse que Brasil corra la misma suerte de otros países de la región.

"Es un acto importante para mostrar al mundo que nuestro presidente es amado. Una dictadura de toga, de nuestra Corte, está arruinando el país, completamente omisa al pueblo", dijo Suely Ferreira, de 64 años, mientras que para Orley Antunes, quien viajó 12 horas en auto desde el sur del país para estar en esa manifestación, “se debe elegir a Bolsonaro contra el mal que nos amenaza”.

Ellos, al igual que Fernando César Alves, un adiestrador de perros de 34 años, desestimaron las encuestas: "Creo en lo que veo, en esta multitud reunida aquí", dijo Alves, secundado por muchos de los presentes.

"Esta multitud es una demostración de fuerza, de lo que Brasil realmente quiere. Si las elecciones son limpias, creo que Bolsonaro ganará en la primera vuelta", agrega, este joven que, vestido de pies a cabeza con los colores patrios advirtió también que “si existe cualquier sombra de duda sobre el resultado, saldremos nuevamente a la calle".

Vale recordar que el Supremo Tribunal Federal (STF) abrió varias investigaciones contra Bolsonaro, especialmente por difusión de noticias falsas, lo que le ha convertido en uno de los blancos habituales del mandatario y sus seguidores más fervientes.

Aline Giovaoni, una ama de casa que acudió al acto en Copacabana junto a su hija de 15 años, manifestó: "estamos aquí porque no queremos más comunismo en Brasil. Bolsonaro encarna la defensa de la familia tradicional, de los valores cristianos".

A pocos metros de ella estaba la agente inmobiliaria Suely Ramalho, de 78 años, quien destacó la valentía del actual presidente. “No le tema a nada…Le han hecho mucho mal, la prensa, la izquierda, la Corte. Confío en que, si no hay fraude, vencerá en primera vuelta. No queremos que Lula vuelva, su gobierno fue una inmensa decepción".

Bolsonaro saludó a una multitud de motociclistas que realizaron una procesión a Copacabana, y luego arengó a los presentes con un contundente discurso sobre el riesgo de que la izquierda vuelva a gobernar el país.

Por otro lado, dio un paso más en su enfrentamiento con STF pues, aunque sin nombrarlo, anticipó que si es reelegido llevará a "dentro de las líneas de la Constitución (...) a todos los que se atrevan a quedarse fuera de ellas".

Las manifestaciones fueron promovidas por redes sociales y por esa misma vía ‘youtubers’ afines y hasta críticos del Jefe de Estado divulgaron las impresionantes imágenes de la multitudinaria respuesta ciudadana.

Lo ocurrido ayer en las mencionadas ciudades brasileñas fueron no sólo una demostración del poder de convocatoria del presidente Bolsonaro y de la fuerza que tiene para retener a sus votantes, sino el creciente rechazo popular a que la izquierda vuelva al poder, a contrario sensu de lo que registran las encuestas. /Redacción internacional