La entrada en vigor de la reforma tributaria, que va a generar ingresos de $15,2 billones para atender de plano la afectación que han tenido las familias por el impacto de la covid-19, tiene tanto de ancho como de largo para las firmas calificadoras.
Manuel Orozco, analista principal de Standard & Poor’s (S&P) para la calificación soberana de Colombia, sostiene que, si bien la Reforma Tributaria acota el riesgo fiscal en el corto plazo, no resuelve problemas estructurales y puede afectar el crecimiento económico. “Creo que, si bien la reforma te ayuda a acotar el riesgo fiscal, no es procrecimiento”.
Afirma el analista que “es una reforma que eleva el costo empresarial, el costo Colombia. Va a implicar mayor inflación, porque es muy optimista pensar que las empresas van a absorber todo ese mayor costo. Mucho de eso va a ser transferido al cliente. Y, más en específico, y enfocado en lo político, un poco con lo que nos quedamos es que, si bien Colombia tiene un historial de estar pasando reformas fiscales que, de cierta manera, acotan el crecimiento de la deuda, se vio claramente un límite”.
En una exposición ante los exportadores, el miembro de S&P, dice que “vemos discursos políticos que son inconsistentes en todo el espectro y que no están mirando la problemática estructural de largo plazo y están un poco más enfocados en el tema electoral. Y con un ciclo político tan acotado como el que tiene Colombia, pues tienes un muy poco margen de maniobra en el que las cuestiones electorales no influyen tanto”.
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Deuda
En ese sentido, resaltó que “los niveles de deuda de Colombia estabilizándose por encima del 60% del PIB eran incompatibles con el grado de inversión. En la parte institucional, Colombia se ha caracterizado por ser una democracia activa. Sin importar quién sea el próximo presidente, creemos que hay una solidez institucional”.
En este sentido añadió que “también resaltamos el rol del Banco de la República, manteniendo un tipo de cambio flexible, que es el principal respaldo para enfrentar las crisis externas. El banco central es independiente y tiene credibilidad. Si bien vamos a tener presiones inflacionarias, Colombia viene de una posición sólida de credibilidad y tiene experiencia lidiando con presiones inflacionarias. Las expectativas de inflación están ancladas en el rango superior del banco central”.
Orozco también afirmó que la política monetaria parece empezar el proceso de normalización sobre el corto plazo, fenómeno que incluso ya ha sido manifestado por el Banco de la República, por el crecimiento de la inflación que, desde S&P, no ven como un riesgo mayor para el país.
Sobre los crecimientos económicos de América Latina, S&P estima obstáculos que persisten, pero a largo plazo. Y en cambio sorprende el repunte del sector servicios, el consumo de los hogares, al tiempo que hay políticas de transferencias sociales que se desacelerarán en 2022.
Crecimiento
Con esto, la agencia espera un rebote del PIB de América Latina del 6%. Para Colombia se prevé un repunte del 7% “aunque hay argumentos para pensar que el crecimiento va a estar más cercano al 8%”, dijo Orozco.
Esto último haciendo la salvedad de que existen fenómenos que pueden poner en riesgo el futuro económico: las nuevas cepas de la covid-19 y las altas tasas de desempleo están en ese panorama.
“A diferencia de lo que creíamos, antes de la baja de calificación, las presiones sociales harán que exista una necesidad permanente de gasto social lo que hará la consolidación fiscal mucho más gradual”, complementó el analista de S&P.
Adicionalmente, y con la reforma aprobada, S&P ve difícil un escenario en el que Colombia regrese a niveles de deuda prepandemia, del orden del 45%, en el enfoque neto de la deuda.
Aunque se saluda el hecho de que la reforma tributaria lograra aprobarse en tiempo récord, “no resuelve temas de fondo y estructurales. Es un sistema fiscal ineficiente. Es un sistema fiscal que previene un mayor nivel de inversión y competitividad, por lo tanto, creemos que en el mediano plazo Colombia deberá verse forzada a llevar a cabo nuevas reformas fiscales”, puntualizó.
Adicionalmente dijo que, con la tributaria, “creemos que habrá una necesidad permanente de gasto social, que hará el ajuste fiscal más gradual. Incluso, con la reforma, es difícil ver un escenario de Colombia volviendo a los niveles de deuda prepandemia”.
Moody’s
De otro lado, el vicepresidente y senior analyst de Moody’s, Renzo Merino, aseguró que, si la próxima administración busca dar continuidad a los programas sociales, deberá hacer un ajuste fiscal adicional.
De hecho, la cartera de Hacienda ya había mencionado, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), que el próximo Gobierno deberá hacer un esfuerzo fiscal adicional de 0,6% del PIB, pues con la propuesta actual solo se recaudarán dos tercios de los recursos que necesita el país.
De esta manera, los analistas también han señalado que, para cumplir con las metas propuestas en el MFMP, la próxima administración deberá hacer una nueva reforma.
“Para que un próximo gobierno pueda cumplir con las metas que se establecieron, si es que se aprueban los cambios en la regla fiscal, lo más probable es que tenga que afrontar una nueva reforma fiscal”, concluyó Merino.
De otro lado, el experto tributarista, economista y decano de la Facultad de Economía de la Universidad de la Salle, Camilo Andrés Guevara, dijo que “en esta nueva iniciativa las empresas serán las protagonistas teniendo en cuenta que, si se sanciona la reforma, deberán comenzar a pagar un porcentaje mayor de impuestos y, además, se les reducirá la posibilidad de descontar de la renta el Impuesto de Industria y Comercio (ICA)”.
Sobre lo que pasará con las empresas ahora que suben los impuestos, sostiene que “si bien los impuestos buscan reducir brechas económicas al gravar y desincentivar actividades como el consumo de bebidas azucaradas y la utilización de plásticos de un solo uso, hay quienes opinan que se debió repartir mejor la carga de impuestos”.
Mayor impacto corporativo
Para los analistas del Bancolombia, “estamos actualizando nuestro universo de cobertura de cara a la aprobación de la reforma tributaria que tendrá un impacto negativo a nivel corporativo, teniendo en cuenta el incremento en el impuesto de renta al 35% a partir del 2022 y la sobretasa al sector financiero de 3 puntos porcentuales hasta 2025”.
Indican que la reforma tributaria aprobada “tiene un efecto negativo pero moderado a nivel corporativo; en lo que respecta al precio objetivo y las utilidades, que en promedio tendrían una disminución del 4,6% y 5,6%, respectivamente. Sin embargo, compañías con una alta exposición al mercado colombiano tendrán un impacto mayor, como es el caso de Corficolombiana y El Cóndor, al igual que las compañías del sector financiero como Davivienda, Grupo Aval y Banco de Bogotá, por el impacto de la sobretasa”.
Señalan que “hay otros componentes de la ley que buscan contribuir al ajuste fiscal, cuya concreción es incierta. Entre ellos están los recursos que provendrían de la gestión de la DIAN en contra de la evasión y de la normalización tributaria. Por su parte, las disposiciones de reducción del gasto y reestructuración de entidades estatales, que formaban parte del proyecto inicial, fueron eliminados de la versión final”.
Insistieron los analistas en alertar que “queremos llamar de nuevo la atención en que el aumento en la tributación de las empresas puede traer consigo repercusiones sobre las decisiones de localización de capital y la acumulación de activos productivos. Tales consecuencias podrían afectar la recuperación económica en los años siguientes. En ese sentido, esperaríamos que, una vez se pase la página más difícil de la pandemia, el país pueda discutir acerca de cómo repartir mejor las cargas tributarias entre personas y empresas, y corregir las fallas estructurales del estatuto impositivo”.