Romper fronteras se ha convertido en el compás que ha guiado a Petrona Martínez Villa, una de las leyendas vivas del folclore colombiano, y su agrupación, por el camino de la música. Especialmente, con el reciente álbum Ancestras, un anhelo de esta ‘Reina del bullerengue’ que se hizo realidad y que hoy compite por un Grammy Latino.
Esta agrupación, que recibe el nombre de su líder, pone una vez más en alto la música tradicional colombiana, pues fue nominada para la edición 22 de estos premios en la categoría de Mejor álbum folclórico, por tercera vez gracias a su reciente trabajo discográfico, en el que participaron cerca de 14 mujeres afrodescendientes como Susana Baca, Angelique Kidjo, Nidia Góngora, Aymee Nuviola, Xênia França, Flor de Toloache, entre otras más.
Con 82 años, la matrona recibió esta noticia con entusiasmo y celebró al son de los tambores en su hogar en Arjona, Bolívar.
‘Ancestras’
Ancestras fue producido entre Bogotá, el Caribe y Nueva York por Manuel García Orozco, y coproducido por Mayte Montero. Al igual que fonogramas anteriores de Chaco World Music, Ancestras asume un carácter documental con testimonios orales de Petrona, obras visuales, artículos académicos, y un empaque interactivo.
Cómo álbum enaltecedor de feminidades, este es fruto de un equipo interdisciplinar integrado mayoritariamente por mujeres. Así, se destacan las ingenieras de sonido María Elisa Ayerbe, Soular, y María Triana (Miles Davis, Sting, Britney Spears, Bob Dylan); las artistas visuales Lido Pimienta, Isaura Ángulo, Ledania, y Karen Flórez con sus obras gráficas; y las escritoras afrofeministas Ochy Curiel, Mónica Carrillo, y Natalia Santiesteban, quienes aportaron textos al cuadernillo de 40 páginas que acompaña el álbum.
“Es bonito que después de la tonalidad que yo le doy a mis canciones, haya otras que me las hagan rodar pa´ lante”, afirmó Petrona.
El álbum Ancestras es consecuente con su extensa trayectoria internacional. Petrona y Susana Baca se conocieron en Barcelona hacia 1999, fueron nominadas al mismo premio Grammy Latino en 2002, y actualmente publican a dueto El Niño Roncón, la primera canción que compuso Petrona Martínez Villa y que permaneció inédita hasta ahora.
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“Mi respeto a la maestra Petrona Martínez es infinito” afirma Susana Baca, una de las voces más icónicas de Latinoamérica y la primera mujer afrodescendiente en ocupar un ministerio en Perú. Petrona y Susana comparten la ética y el compromiso de ser íconos identitarios de sus respectivos países debido a sus logros posicionando herencias culturales afro en esferas nacionales e internacionales. Es decir, ambas lograron cuestionar y superar públicamente las discriminaciones históricas por raza y género en Europa y las Américas.
La agrupación presentó Ancestras en concierto virtual durante el Festival Afrolatino de Nueva York, al final del primer semestre de este año. La heredera Joselina Llerena Martínez fue quien asumió la voz líder junto a Susana Baca y otras invitadas.
Leyenda viva del Caribe
Nacida en San Cayetano, Bolívar, en 1939, Petrona ha sido desde el inicio de su trayectoria fiel protectora y guardiana del folclore musical nacional que va desde la chalupa, el fandango de lengua y hasta el currulao y por su puesto el bullerengue.
Entre los diversos oficios que realizó durante su juventud, como la cocina o preparar medicinas, estaba inmersa la música, una pasión a la que se aventuró gracias a la herencia que le dejaron desde muy pequeña sus ancestros con las raíces del bullerengue, un género que inundaba el patio de su casa con tamboras, cantos y bailes.
Adicionalmente, su vena musical proviene de su familia, ya que su papá Manuel Salvador Martínez era compositor de ritmos afrocaribeños; y su abuela, bis abuela y tía abuela eran “bullerengueras”, quienes según la artista componían letras basadas en sus experiencias de vida y sus cantos ambientaban sus oficios como barrer, cocinar o doblar tabaco.
La artista, siempre acompañada de su grupo familiar con gaitas, tamboras, tabor alegre, el llamador, las maracas y grandes voces, ha recorrido varios países llevando el folclore sonoro colombiano.
El folclor vive fue su primer disco, grabado en 1995, en compañía de músicos de su familia. Al siguiente año llegó su segundo trabajo discográfico El destape del folclor. Producciones que sonaban de forma local.
Es en 1997 cuando el nombre de esta cantadora empieza a resonar a nivel nacional alcanzando su fama, que al mismo tiempo estaba cargado de una dosis de dolor en su corazón por la pérdida de uno de sus hijos, el año anterior.
A pesar de este episodio doloroso, Martínez siguió brillando en la pantalla chica en el documental que retrataba su vida y obra Lloro yo, el lamento del bullerengue, producto de una invitación de la artista francesa Lissete Lemoine.
La cinta llevó a que la cantadora grabara su primer disco compacto titulado Le bullerengue, lanzado en 1998, un boleto directo a la fama en este país europeo, en Colombia y en plataformas del mundo, en México, Dinamarca, Estados Unidos, Canadá y España, entre muchos más.
Con este gran escalón al reconocimiento, llegaron álbumes como Las penas alegres, Bonito que canta y Mi tambolero. Cantos y tambores del caribe colombiano, que la catapultaron aún más hacia la cima, recorriendo más rincones del mundo. Convirtiéndola así, en los últimos 30 años, una leyenda viva del caribe colombiano.
Su paso por los Grammy Latino se remonta al 2002, cuando fue nominada como Mejor trabajo folclórico por Bonito que canta, y al 2010, cuando volvió a ser nominada en la misma categoría por su álbum Las penas alegres.
Su vigencia está tan presente en la industria que este año siguió cosechando éxitos al ser condecorada el pasado julio con la Gran Orden Ministerio de Cultura en reconocimiento a su trayectoria como compositora y portadora de saberes ancestrales. Así mismo, la Cancillería prepara un homenaje a su vida y obra para finales de noviembre.