A un día del debut de Carlos Queiroz en las eliminatorias suramericanas es claro que no ha tenido mucho tiempo de trabajo ni de comunicación, al menos presencial, con sus dirigidos en los últimos seis meses.
De allí que haya dejado más dudas que certezas en la rueda de prensa que ofreció el martes en Barranquilla. Por si fuera poco, dejó entrever que muchas cosas que han pasado en los últimos meses, incluida la toma de varias decisiones, no han sido como él quería.
Aunque lleva varios mundiales encima, Queiroz está ante uno de los mayores retos de su vida como técnico de selecciones. Un reto que puede ser un rotundo éxito o un completo fracaso.
De allí que el nacido en Mozambique y hecho futbolísticamente en Portugal, ha pasado junto con su cuerpo técnico muchas horas tratando de armar un equipo que pueda salir y ganarle a Venezuela este viernes y jugar de tú a tú con Chile el martes próximo en Santiago.
Luego de sortear de una u otra manera los baches en su trabajo generados por el covid-19 en el último semestre, Queiroz logró llamar un grupo fuerte de jugadores para conformar la nómina para arrancar las eliminatorias. Sin embargo, de la misma se cayeron jugadores clave como el arquero David Ospina, que no pudo viajar por un brote del virus en su equipo, el Nápoli. A Matheus Uribe y Luis Díaz el Porto les prohibió viajar por haber estado en contacto con personas que han tenido Covid… En fin, ha sido todo un problema, aunque igual situación están viviendo todos los demás seleccionados.
Sin embargo, al final, Queiroz pudo viajar con 16 jugadores desde Europa a Colombia el lunes pasado. A estos se le sumaron los que juegan de este lado del Atlántico, es decir en Argentina, México, Brasil y Colombia. No ha sido fácil: de hecho Víctor Cantillo apenas estaba tratando de llegar el miércoles Barranquilla porque tuvo que realizar bastantes escalas desde Brasil, como parte de la complicada logística que ha tenido que montar la Federación para traer a los jugadores, debido a los filtros ºsanitarios.
El esquema
Sin conocer aún muy bien cuál será la filosofía de juego de Queiroz con la Selección ya en las eliminatorias, es necesario empezar a vislumbrar una posible formación para estos dos primeros juegos.
De acuerdo a lo visto hasta el momento, el técnico ha jugado a lo mismo que planteaba con Irán, por ejemplo, sin encontrar todavía un esquema propio para la selección de nuestro país y la naturaleza de sus jugadores.
De acuerdo a lo visto hasta el momento, el técnico ha jugado a lo mismo que planteaba con Irán, por ejemplo, sin encontrar todavía un esquema propio para la selección de nuestro país y la naturaleza de sus jugadores.
Partiendo de un módulo 4-3-3, que es como siempre ha parado a la Selección, habría que señalar, tal y como lo decía el maestro Johan Cruyff: “Es una buena fórmula sobre todo para los jugadores jóvenes, ya que este sistema comporta que haya espacio para todos. El terreno de juego parece que se abre. La disposición de los futbolistas sobre el terreno de juego permite que los chicos menos talentosos se puedan permitir el lujo de tocar balones que no se pierdan enseguida por la proximidad de un jugador rival”.
Añadió: “Así se consigue que su confianza no se vea minada y puede seguir trabajando en la mejora de todos los aspectos del juego de cara al partido. Pero no solo esto. El fútbol con dos extremos es ideal para el proceso de aprendizaje porque, además, permite, de una manera natural, que los jóvenes se vean confrontados con todos los aspectos del juego”.
Bueno, quizá en lo único en que no atinó el maestro Cruyff, que en paz descanse, fue en la juventud del equipo (Colombia tiene una nómina joven pero con mucho recorrido). Todo lo demás encaja perfecto con los planteamientos de Queiroz. De allí que el partido de mañana en el Metropolitano frente a Venezuela, a partir de las 6:30 de la tarde, puede ser un éxito rotundo o un completo fracaso.
Así las cosas, es claro que se arranca en casa y hay que salir a ganar, porque la localía debe hacerse respetar y no empezar en rojo desde el vamos. No se aceptan, entonces, empates ni mucho menos derrotas.
Posible alineación
Visto lo anterior, una posible formación colombiana ante una Venezuela que estrena técnico (el portugués José Peseiro), que poco ha jugado bajo su mando y que presenta importantes bajas, podría ser la siguiente:
En el arco: Camilo Vargas, el arquero del Atlas de México, ha sido el segundo portero de la Selección los últimos seis años. Se le debe respetar la experiencia y, sobre todo, la seguridad que le transmite a la defensa y el resto del equipo. Tiene muy buen momento en su equipo, en donde constantemente sale figura por sus atajadas y lo determinante que es en el juego.
Cuarteto defensivo: Seguramente para lateral derecho Queiroz se decantará por Steffan Medina, que viene de tener un buen fin de semana con su equipo (el Monterrey), en donde incluso marcó gol.
En los dos centrales no debería existir duda: Yerry Mina, de buen presente en el Everton, y Davinson Sánchez, que de a poco se gana la confianza de José Mourinho en el Tottenham.
Por el sector izquierdo hay dudas en el cuerpo técnico. Una de las opciones es Johan Mojica, que si bien acaba de cambiar de equipo, es garantía de marca y proyección. Bien podría decirse que de los laterales que convocó para este puesto, es el de mejor presente.
Trío de volantes: Wilmar Barrios es uno de los inamovibles en la primera línea de volantes, por obvias razones. En Rusia todos los fines de semana es figura y tiene ritmo de juego en una posición importante, como es la de recuperar y comenzar el juego desde atrás. A su lado seguramente estaría Jefferson Lerma, del Bournemouth de Inglaterra. Ambos son los de más ritmo. Sin embargo, Jorman Campuzano, del Boca, puede ser una buena opción.
Finalmente, como enganche, o más bien como volante mixto, porque Queiroz ha demostrado que no le gusta jugar con un 10 clásico, estará James Rodríguez
Finalmente, como enganche, o más bien como volante mixto, porque Queiroz ha demostrado que no le gusta jugar con un 10 clásico, estará James Rodríguez, que viene en un punto de rendimiento alto tras sus primeros partidos con el Everton. Ojalá el técnico le dé libertad para moverse por todo el medio y proyectarse al ataque, tal como lo está haciendo en la Premier.
¿Y adelante? Podría jugar con un tridente. Por la derecha está prácticamente cantado que es el puesto de Juan Guillermo Cuadrado, a quien siempre el portugués le ha tenido confianza en esa posición de desborde y gambeta.
En cuanto a la franja izquierda seguramente podría estar de arranque Luis Fernando Muriel, que viene marcando goles con el Atalanta. Queiroz lo ha utilizado varias veces en este sector del campo.
Finalmente, como 9 debería ir Falcao, porque el solo nombre genera miedo en los defensores. Además, viene con ritmo y marcando goles en el arranque de la liga turca. Y si el técnico quiere siempre tiene a la mano a Duván Zapata para que entre y remate el juego, como en varias ocasiones lo ha hecho.
Ahora bien, con el llamado de tantos delanteros quizá sorprenda Queiroz y monte otro esquema de juego.
Lo cierto es que, sea cual sea, el módulo debe ser ofensivo porque hay que asegurar los tres puntos contra un rival que, en el papel, y posición por posición, es más débil que el equipo colombiano. Eso es claro.