El Gobierno ya inició un plan de reactivación económica para superar los efectos negativos en materia de crecimiento, industria, comercio, empleo, igualdad social e índices de pobreza que causó la pandemia, un proyecto que contempla una inversión total de $109,4 billones a mediano y largo plazo. Sin embargo, hasta ahora, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dijo que se han gastado 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB), esto es alrededor de $35 billones. Sin embargo, a mediano plazo se cree que esta suma se deberá incrementar en, por lo menos, hasta el 15% del PIB.
Hasta hace dos meses, el gasto iba en $24,9 billones y en ese momento, el ministro Carrasquilla dijo que “el plan de reactivación no solo contempla gasto desbordado público por las limitaciones fiscales que tenemos, sino por la inversión privada y pública. También tenemos barreras regulatorias que el mismo Estado le pone a la inversión público privada, que tenemos que superar”.
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Uno de los objetivos específicos de este plan es generar al menos 775.000 empleos, a través de una inversión privada de $56,2 billones en los próximos cuatro años; $25,9 billones adicionales en el mismo pilar, pero con incentivos fiscales; $18 billones en inversiones público privadas a 2029; y $9,3 billones en neta inversión pública en un periodo de 10 años.
En ese sentido, el Ministro también reseñó el gasto adicional por $28,01 billones que el Gobierno ha ejecutado para la atención de la emergencia sanitaria y económica generada por la pandemia, recursos imprevistos en los planes fiscales de principios de 2020 y que obligarán a tramitar una reforma tributaria en el mediano plazo.
Las cifras
Hasta agosto de este año, esos $28 billones, cerca de 2,8% del PIB, han sido destinados de la siguiente manera: $10,06 billones para la atención social de la crisis, de los cuales $4,38 billones fueron para la creación del Ingreso Solidario; $3,17 billones en los giros extraordinarios para los programas sociales ya establecidos (Jóvenes en Acción, Familias en Acción y Colombia Mayor); $400.000 millones en la devolución del IVA a estratos 1 y 2; así como otros $2,09 billones más en atención a población vulnerable.
Port otra parte, de los recursos totales, $9,30 billones de inversión han sido ejecutados en la protección del empleo, por medio de $4,37 billones en el Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF) y subsidios de nómina. Pero asimismo, otros $8,65 billones tienen que ver con la atención de la emergencia sanitaria y el fortalecimiento de la red hospitalaria y la asistencia a todo el sistema de la salud.
Un aspecto importante de estas medidas, es que el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Luis Alberto Rodríguez, puntualizó que el programa de Devolución del IVA se duplicará en 2021 y llegará a dos millones de hogares.
Lo fiscal
De otro lado, el presidente de ANIF, Mauricio Santamaría, resaltó el esfuerzo fiscal del Gobierno, pero afirmó que la recuperación será gradual y dependerá, en mayor medida, de la evolución en la retoma de labores en las actividades económicas.
Santamaría argumentó que, en principio, el Gobierno nacional y las autoridades locales deben coordinar de inmediato la reapertura total de los sectores económicos, evitando aglomeraciones.
A corto plazo, tener la misma cooperación para el fortalecimiento de obras de vías secundarias y terciarias, alumbrado público y parques, etc.; a mediano plazo, la ejecución de proyectos de infraestructura; y a largo plazo, el trámite de las reformas tributaria, pensional y laboral incluyendo en las discusiones a los sectores económicos y políticos.
En este mismo sentido, el Ministro de Hacienda ha insistido que la economía tiene como objetivo caer este año -5,5% para crecer 6,6% el próximo. Considera que esta recuperación, que para la mayoría de los analistas comenzó en junio, será el hecho económico más destacado durante el 2021.
El golpe
De otro lado, el golpe que se trasmite a los ciudadanos por cuenta de las restricciones que tuvieron que tomar Gobierno nacional y gobiernos locales a causa del coronavirus, se tradujo en una fuerte caída, de $21,6 billones, en los ingresos de los hogares colombianos, entre marzo y julio de este año.
De acuerdo con Santamaría, es necesario, a partir de ese resultado, ver cuáles son las salidas para que, ante un posible rebrote, la solución no sea volver al encierro.
Según las cifras entregadas por ANIF, que recoge mediciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y el Ministerio de Hacienda de Colombia, abril fue el mes de mayor caída en ingresos, con cerca de $5,7 billones.
En junio, las perspectivas de ANIF daban para que los hogares colombianos dejaran de recibir cerca de $14,6 billones; sin embargo, las pérdidas efectivas entregadas por las entidades oficiales dan cuenta de un descenso cercano a los $4,6 billones.
Según cálculos de la asociación, con base en información del DANE, el 35% de esas pérdidas se concentró en Bogotá: “porcentaje más que proporcional a la participación de la ciudad en la caída de ocupados (24%)”.
Dijo el presidente de ANIF que gran parte de esa caída se explica por los cerca de cuatro millones de trabajos que, hasta ahora, se perdieron por la pandemia; de ese número, 2,4 millones se refieren a empleos asalariados.
“Nadie quiere que los hogares tengan pérdidas de $22 billones. Eso es un monto demasiado importante que equivale a todo un mes de nómina en Colombia. Es decir, todas las personas que trabajamos en el país ganamos cerca de $23 billones, descontando empleados públicos”, afirmó Santamaría.
De ahí que desde ANIF sigan pidiendo que la reactivación no se eche para atrás, pues no se puede seguir en la dicotomía entre la vida y la economía. Es necesario, de acuerdo con Santamaría, saber cómo funcionar con el virus.
Ya en su momento el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, había dicho que desde el Gobierno se sigue adelantando la hoja de ruta para la reactivación bajo el contexto de la nueva normalidad, siguiendo estrictos protocolos de bioseguridad.
La recuperación
Según una encuesta del Grupo de Economía de la Salud (GES), de la Universidad de Antioquia, aplicada a 1.758 hogares, reveló que al 44% de ellos les tomará por lo menos un año retornar a su margen económico vivido antes de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el sondeo, un 87% de estos núcleos familiares reportó una disminución importante de sus ingresos y tuvieron alguna dificultad en el último mes para cumplir con sus obligaciones.
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Así mismo, según la muestra, el 60% de los hogares debió acudir a un préstamo y, de cada 100 hogares con ingresos inferiores a un millón de pesos, 62 tuvieron que acudir a créditos.
De acuerdo con Jairo Humberto Restrepo, coordinador del GES, el efecto fundamental de la cuarentena es la reducción del ingreso, pues una economía no puede suspender los flujos del todo.
Por eso es importante que no todas las actividades económicas se suspendan, sin perder de vista que, al mismo tiempo, es importante contener el volumen de pacientes, contagios y muertes.
Ante este panorama, el economista recomienda buscar un equilibrio entre la economía y la salud.
De acuerdo con el GES, en su sondeo se encontró que el 47% de los hogares incluidos contaba con algún paciente crónico. De esa porción, un 40% dijo haber sufrido alguna interrupción en sus tratamientos como efecto de la cuarentena.
Adicionalmente, el 43% de esos pacientes crónicos que tuvieron algún quebranto de salud durante la cuarentena no acudieron a servicios médicos porque estaban solos o porque no podían a salir debido a la cuarentena.
Según Restrepo, hay dos efectos económicos directos asociados a la salud en los hogares durante la pandemia:
Ajuste al interior de los núcleos en donde lo que más se perjudica son los bienes de lujo o innecesarios. En este caso, se debe revisar el presupuesto para identificar los gastos que corren el riesgo de recortarse. Por ejemplo, la medicina prepagada o las pólizas.