Perspectivas. Jorge Cárdenas, memorias del patriarca cafetero | El Nuevo Siglo
Jorge Cárdenas Gutiérrez, uno de los visionarios y personalidades más influyentes del país.
Alejandro Avendaño - El Nuevo Siglo
Sábado, 22 de Octubre de 2022
Redacción Cultura

Jorge Cárdenas Gutiérrez cumplió hace dos meses 92 años de vida y no muestra fragilidad alguna, tampoco premura por el paso del tiempo y mucho menos debilidades cognoscitivas. Sigue siendo aquel hombre visionario que a los 32 años llegó a la Federación Nacional de Cafeteros y asumió durante cuatro décadas las riendas de esta institución, ente que en los años 60 fue clave para el desarrollo económico del país.

Es uno de los hombres que más han contribuido con el impulso cafetero, agrícola, industrial, social y cultural de la nación. Toda su vida ha estado ligada al progreso del país, desde el año 1963, cuando fungió como gerente general del gremio cafetero, cargo que ocupó hasta 2002. Durante esos 40 años, Cárdenas fue una figura determinante en el destino económico y político nacional y su gestión fue de gran impacto en la época en el que el Acuerdo Internacional del Café catapultaba a Colombia como líder en la producción del grano.

Toda su experiencia, su huella, el inicio de su vida laboral, sus primeros años en la Federación y cómo fue testigo de las transformaciones del país quedaron plasmados en su más reciente libro, titulado Memoria de un liderazgo conciliador, el cual resume en 204 páginas su proeza para convertir el café colombiano en una marca reconocida internacionalmente y un símbolo de identidad para los colombianos.

“Me tocó un periodo muy importante en la vida cafetera colombiana, porque recién se firmaba el Acuerdo Nacional del Café, mecanismo que permitía cierta estabilidad de los precios con  los países productores. Éramos 28 países exportadores de café y Colombia tenía la necesidad de crear una imagen que no se confundiera con el resto de las naciones. Allí nació Juan Valdez”, afirma el dirigente gremial en conversaciones con EL NUEVO SIGLO.

Sus inicios

Nació el 20 de agosto de 1930 en Medellín. Estudió derecho en la Universidad de Antioquia y poco a poco se fue interesando por la política. Fue secretario de Hacienda en Medellín y también pasó por el Banco de Bogotá.

Una de las anécdotas que recuerda de su niñez es de cuando tenía cinco años y sus ojos fueron testigos del incendio del avión en el que viajaba el cantante y compositor argentino Carlos Gardel. En su mente quedaron esas impactantes imágenes del accidente que acabó con la vida del “Rey del Tango”. Estas vivencias y otras más que marcaron su vida están escritas en su libro.

Serena y tranquila. Así es la vida de Jorge Cárdenas actualmente. El expresidente cafetero echa un vistazo hacia su pasado y no le falla la memoria para recordar momentos, anécdotas y episodios relevantes. Es un fiel conversador de la vida económica-social del país. Aun cuando está retirado de la vida cafetera, este servidor público apoya un programa de energías alternativas para el desarrollo económico de Colombia. “De vez en cuando asisto a reuniones para apoyar ese proyecto. Creo en sus resultados”, apunta.

Una voz viva

Jorge Cárdenas Gutiérrez es un hombre que no se rinde, su vida sigue estando consagrada y comprometida con Colombia. No es difícil determinar que le gusta ordenar las ideas y exponerlas detalladamente con una sutileza en la palabra, con total sinfonía, claridad y una notable elocuencia que lo conecta directamente con el público.

En su vida cotidiana continúa siendo un hombre influyente, tanto es así que actualmente le sigue apostando al proyecto del biocombustible, método que genera etanol a partir de la caña de azúcar. Brasil comenzó siendo pionero en 1970 de este mecanismo, generando grandes transformaciones en las prácticas agrícolas y un ejemplo en Latinoamérica en la búsqueda de energías renovables.


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Es la visión de Cárdenas lograr que Colombia también pueda generar combustible mediante la caña de azúcar y apalancar la economía del país.

Sin duda, su vida ha estado y sigue consagrada y comprometida con Colombia. “Considero que toda mi carrera ha sido de suerte, nada estaba preparado, todo se fue dando conforme a las circunstancias”, refiere, al tiempo que relata que su llegada a Bogotá, y posteriormente a la Federación, se dio porque lo invitaron a formar parte de uno de los programas de reforma del entonces presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo. Luego tuvo un “corto paso por Ecopetrol y luego entré a la Federación con el cargo de gerente auxiliar”, dice.

A partir de allí, Cárdenas emprendió una nueva era en el mundo cafetero y su servicio público comenzaba a verse reflejado en grandes proyectos culturales, económicos, sociales, deportivos y políticos a lo largo de su vida.

“Para mí la Federación fue una gran escuela. Es una institución muy compleja, muy significativa en la vida económica, social y agrícola del país, pues uno se mueve en muchos escenarios y es un gremio que está muy próximo a las decisiones del gobierno, a mantener una relación directa con los departamentos, las regiones, los cafeteros, con los problemas y las necesidades sociales, con los bienes públicos”, añade.

Su  legado

En Memoria de un liderazgo conciliador Cárdenas revive momentos de su vida dentro y fuera de la Federación. Reseña la década de la bonanza, sus intenciones de conquistar nuevos mercados en Europa y Asia, el nacimiento de Juan Valdez como marca colombiana de café, la llegada de la roya al campo y también habla sobre cómo conoció a su esposa, Cecilia Santamaría, quien falleció en enero de 2018 y con quien tuvo cuatro hijos: todos convertidos en grandes influyentes en la política y en la cultura colombianas.

La tarea de Jorge Cárdenas al frente de la Federación cafetera fue titánica y digna de admirar: lograr elevar el nivel de vida en el campo colombiano luego de la crisis que dejó  la Segunda Guerra Mundial, en la que la inestabilidad de precios aprisionaba la economía nacional.

“En esa época aparecieron muchos más productores de café, se restablecieron los cultivos en muchas partes del África y en otras zonas del mundo que antes estaban bloqueadas. Todo eso lo escribí en mi libro y lo hice porque quería que Colombia conociera la historia y todos los episodios importantes que dieron lugar a la economía nacional. Hubo tiempos de bonanzas, de muchos conflictos entre productores y consumidores, las cuales se pudo resolver”, refiere el hombre que con rudeza y tenacidad logró abrir nuevos mercados en el mundo, especialmente en Corea y Japón; que pudo crear condiciones de crecimiento económico, posicionar a Colombia como uno de los productores más importantes de grano e impulsar la cultura del país.

“Pronto cumpliré 93 años, en agosto del próximo año”, dice fervientemente y con ese ímpetu que lo mantuvo 40 años en el gremio.

Apartado del mundo cafetero, Cárdenas se refugia cada fin de semana en su finca del Llano, rodeado de su familia y de la naturaleza; también de libros y de granos de café que le recuerdan su paso por el progreso de Colombia.