Una "alerta temprana" al gerente de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), Jorge Andrés Carrillo, emitió la Sociedad Hidroituango, que representa a los dueños del proyecto energético y que tiene como mayor accionista a la Gobernación de Antioquia.

La sociedad advierte que, con base en el contrato madre y el cronograma del proyecto Hidroituango, se han identificado eventuales incumplimientos.

Señala la Sociedad que existen atrasos importantes en la ejecución de las obras principales que ponen en riesgo inminente el cumplimiento de las Obligaciones de Energía, hecho que se agrava, según estos, si la compañía decide cambiar a los actuales contratistas.

La Sociedad afirma que, de no entrar en operación en el año 2022, las pérdidas acumuladas aproximadas por este concepto serían de US$$85 millones que sumarían a los US$42 millones que pagó EPM por incumplimiento.

“En el caso en que EPM no entre en operación con las unidades 1 y 2 de generación del Proyecto, en la fecha máxima establecida, los efectos económicos de dichas pérdidas no podrán ser incluidos como un menor ingreso, ni como un costo del Proyecto”, afirmó la Sociedad.

En otro aparte, los accionistas aseguran que EPM no ha respondido con precisión sus preguntas sobre el proyecto y que “a partir de la contingencia presentada en abril de 2018, la información que EPM suministra no ha sido ni suficiente, ni oportuna para que Hidroituango realice las acciones que le corresponden”.

Los riesgos

La sociedad menciona que solicitaron un informe a EPM sobre los riesgos para el proyecto en caso de ratificarse el fallo de la Contraloría, pero que este no fue resuelto con precisión por lo que dicen quedan bajo la responsabilidad de EPM.

De otra parte, se conoció que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, tiene listo $1,1 billones de vigencias futuras para abrir una licitación con nuevos contratistas que terminen las obras de Hidroituango, si queda en firma el fallo de la Contraloría General y los actuales quedan inhabilitados.

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Esta determinación la tomó el mandatario luego de que un Consejo de Gobierno de la Alcaldía aprobara los recursos. Quintero señaló que si los contratistas no ceden el contrato, el 15 de noviembre iniciaría un proceso de licitación.

Quintero afirmó que este es solo un plan de contingencia. Sin embargo, el diputado Luis Peláez señaló que Empresas Públicas de Medellín (EPM) dejó vencer los términos para notificar a los contratistas si tenía intenciones de que no continuaran en el desarrollo de las obras de Hidroituango más allá del 31 de diciembre del 2021.

Notificaciones

Esta posición es similar a la que sostienen los abogados del consorcio constructor, según la cual EPM no les notificó en julio una intención de no querer continuar con ellos la ejecución de las obras de Hidroituango, por lo que si la decisión de la empresa es que se retiren -sin un fallo en firme de la Contraloría- demandaría a la compañía.

Sin embargo, el alcalde Quintero indicó que desde julio de este año EPM les informó a los contratistas el deseo de no continuar con ellos porque "hay unos problemas societarios que hoy hacen parte de una disputa y un conflicto entre contratistas y EPM porque se sacó a Camargo Correa y se metió a una empresa que se llama Infra, que EPM todavía no reconoce".

El alcalde, quien es el presidente de la Junta Directiva de EPM, explicó que, al haber hecho esa notificación en julio, se están cumpliendo los requisitos del contrato.

Por otra parte, en un debate convocado por el Concejo de Medellín, el gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo, explicó que la financiación de la Hidroeléctrica ha sido 100% a cargo de la empresa y que no hay recursos por parte de la Nación ni del Departamento.

Indicó que, una vez entren en funcionamiento las ocho turbinas estarían generando, cada una, 300 megavatios (Mw) para energizar a una población de cuatro millones de habitantes; también, explicó que se han efectuado proyectos e inversiones para la protección ambiental y social dando cumplimiento a lo pactado por parte de la entidad.

Aseguró que, por avance de obra, la primera turbina entrará en funcionamiento el primer trimestre del año 2022 y una segunda en noviembre del mismo año, cumpliendo con las obligaciones regulatorias que hizo EPM incluso antes de la contingencia.