Los delfines de río son especies emblemáticas de la Orinoquia y Amazonia, son los “jaguares del agua dulce” en la región y claves para el bienestar de otras especies como los peces que, a su vez, son vitales para la alimentación de poblaciones humanas.
Sin embargo, la tendencia que muestran los estudios realizados en Suramérica es la disminución poblacional, como se ha visto alrededor del Complejo Lagos de Tarapoto (Colombia), en la zona del río Tapajós y la región de la Reserva de Desarrollo Sostenible de Mamirauá (Brasil). Así lo señalan algunos de los análisis realizados por la Iniciativa de Delfines de Río de Suramérica (SARDI, por su sigla en inglés).
“En muy pocos casos pareciera que las poblaciones están estables o con probabilidades de estar aumentando un poco, como es el caso del río Meta (Colombia). La tendencia general en la mayoría de lugares es la disminución”, resaltaron la especialista en poblaciones del Instituto Aqualie, Mariana Paschoalini, y Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, ambos integrantes de SARDI.
SARDI reúne a científicos de seis países (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) desde 2017, en torno al trabajo por la conservación de estas especies y sus hogares de agua dulce. Así, sus integrantes han recorrido los ríos de la Amazonia y Orinoquia, realizando expediciones científicas para obtener mejor información sobre los cetáceos y sus amenazas, como por ejemplo los datos sobre sus poblaciones, para saber si han disminuido o aumentado en una zona y tiempo determinados.
En las expediciones realizadas, las científicas y científicos (incluyendo equipos de biología y veterinaria), han realizado conteo de delfines de río (o estimaciones de abundancia, como se les conoce técnicamente), además de la instalación de dispositivos de seguimiento satelital, con la cual Suramérica suma más de 40 delfines de río rastreados en total.
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“Nuestro trabajo ha sido fundamental para definir tendencias poblacionales y estamos preocupados por las amenazas que ellos sufren en regiones como la Amazonia, como la interacción con pesquerías, la contaminación por mercurio y otras que pueden comprometer la conservación de los animales”, agregó Miriam Marmontel, investigadora del Instituto Mamirauá de Brasil e integrante de SARDI. Algunas de las principales amenazas de los delfines son la cacería (al usarlos como carnada para la captura del pez mota), el comercio ilegal, la captura incidental en redes de pesca, las hidroeléctricas y la contaminación por mercurio.
Las intervenciones de conservación prometedoras para conservar a los delfines “incluyen áreas protegidas específicas para cetáceos, conservación dirigida por la comunidad y programas de educación. Sin embargo, se requiere voluntad política transnacional para un cambio radical hacia la protección a gran escala en ambientes de agua dulce”, como lo señala un reciente estudio denominado Challenges and priorities for river cetacean conservation (retos y prioridades para la conservación de cetáceos de río), realizado por 29 investigadores de diferentes países, incluyendo a varias de SARDI.
Campaña
El equipo de SARDI lanzó una campaña este 24 de octubre en el Día Internacional de los Delfines de Río, en la que, a través de una serie de contenidos digitales y de un documental que próximamente será publicado, busca visibilizar el valor de estas especies para los ecosistemas acuáticos y la necesidad de conservarlos a ambos, pues son clave para toda la naturaleza de nuestra región y el planeta.
SARDI, la Iniciativa Suramericana de Delfines de Río es una cooperación, creada en 2017, reúne a científicos e instituciones de seis países para el desarrollo de acciones de conservación de delfines de río en América del Sur. Está integrada por las organizaciones Faunagua de Bolivia; el Instituto Mamirauá y el Instituto Aqualie, de Brasil; Fundación Omacha de Colombia; INABIO; el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y Proyecto Sotalia, de Venezuela, y WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza). SARDI propone combinar conocimientos, experiencias y prácticas para mejorar los esfuerzos de conservación y así contribuir al mantenimiento, salud e integridad de las poblaciones de delfines sudamericanos y los ríos que habitan.