Las Empresas Públicas de Medellín (EPM) anunciaron ayer que concluyó con éxito el montaje de las dos primeras unidades de generación de energía de Hidroituango y avanza en su meta de entrar a operar su nueva central antes del próximo 30 de noviembre.
Jorge Andrés Carrillo Cardoso, gerente general de EPM, dijo que “la prioridad de EPM ha sido y sigue siendo cuidar la vida de las personas asentadas en las poblaciones aguas abajo, y disminuyendo los riesgos en el Proyecto. Por eso avanzaremos en las pruebas y en el monitoreo de todas las variables necesarias con la mayor prudencia, aplicando el principio de precaución para que la entrada en operación de Hidroituango se haga de forma segura para estas comunidades. A la mínima señal de generación de riesgo, EPM hará lo que le corresponda, así implique aplazar el cronograma de entrada en operación”.
Las pruebas
Al montaje electromecánico de los equipos se suma la instalación completa de los blindajes metálicos de los pozos verticales, que permiten llevar el agua del río Cauca desde el embalse hasta las unidades de generación 1 y 2 en la casa de máquinas y, de esta manera, poder iniciar las pruebas de giros mecánicos en las turbinas.
De acuerdo con la comunicación de EPM, las pruebas en seco, que se adelantan desde hace un par de meses, consisten en ensayar los diferentes sistemas eléctricos y mecánicos, sin presencia de agua, para analizar cómo se comportan todos los controles, la apertura y cierre de válvulas y demás equipos de manera segura para la operación.
En los próximos días comenzarán las pruebas dinámicas para verificar el comportamiento de las unidades con el agua proveniente del embalse, lo que permitirá revisar la operación de los diferentes equipos electromecánicos. William Giraldo Jiménez, vicepresidente de Proyectos Generación Energía de EPM, dijo que “cada rotor de las unidades 1 y 2 pesa 700 toneladas y en la operación debe girar a 180 revoluciones por minuto, 3 revoluciones por segundo. Por ello, en las pruebas hay que empezar lentamente, después de haber llenado el tubo vertical que trae el agua desde el embalse, abrir los aceleradores de las máquinas generadoras para que estas empiecen a girar y, en la medida en que se activen, iremos haciendo mediciones en las máquinas, en el macizo, en todos los equipos y, poco a poco, aumentaremos la velocidad hasta llevarlas a la velocidad nominal”.
Sostuvo el directivo que “después de esto entrará la energía a las máquinas, se sincronizarán al sistema, se llevarán a cabo más pruebas y, cuando todo esté perfecto, seguro para la operación, se entregarán al sistema interconectado nacional para que disponga de su energía”.
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Unidades de generación 3 y 4
Asimismo, EPM dijo que también avanza en otros frentes de obra. La semana pasada culminó los concretos de la unidad de generación 3, y en relación con la unidad 4, se avanza en la instalación de dichos concretos, lo que asegurará iniciar el montaje de los equipos electromecánicos.
Otro frente de trabajo se enfoca en los blindajes de los túneles verticales que contienen 70 virolas en las unidades 3 y 4, cuyo compromiso de entrada en operación con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) es antes del 30 de noviembre de 2023.
Hidroituango será una de las 10 centrales de generación de energía más grandes de Suramérica y la primera de Colombia. La central contará con ocho turbinas con capacidad de generar 300 MW (megavatios) cada una, lo que equivale a iluminar, cada una, ciudades del tamaño de Armenia o Pereira.
Su producción de energía representará una reducción de emisiones del orden de 4,4 millones de toneladas de CO2 al año, un aporte significativo al cumplimiento de las metas de Colombia a los compromisos del Acuerdo de París, COP21.
Hidroituango es más que una gran obra de infraestructura. Durante su construcción se han hecho inversiones en el plan de gestión social y ambiental por $2,5 billones.