El grueso de la reforma tributaria se aprobó esta semana en el Congreso de la República sin muchos cambios en los temas más álgidos, como impuestos al sector de hidrocarburos, plásticos de un solo uso y a bebidas azucaradas y ultraprocesadas.

Sin embargo, si se realiza un balance general del articulado y si se tiene en cuenta lo que los gremios solicitaban con menor carga impositiva, puede decirse que fueron los grandes derrotados y por eso han despertado alarmas por el impacto.

Uno de los gremios que más encontró controversias con su sector y la reforma tributaria fue el minero-energético. El impuesto a la no deducibilidad de las regalías del impuesto de renta generó una alerta en el sector pues, según Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), la reforma tributaria podría “marchitar” el sector de hidrocarburos.

Además, el dirigente gremial ha dicho que se debe tener en cuenta la coyuntura que atraviesa el país con un dólar alto, una inflación que no cede y una desaceleración anunciada por el mismo Banco de la República, centros de pensamiento y organismos multilaterales.

Sin contar que se produce en un escenario adverso con tensiones comerciales y de conflictos bélicos, con inflación generalizada, inestabilidad cambiaria, altas tasas de interés, aumento en los precios de los insumos y temores de recesión internacional.

Solo en Colombia

“Esto es incomprensible, porque lo que se pone en riesgo es una de las principales fuentes no solo de divisas, sino de ingresos fiscales y de regalías para Colombia. Ningún país del mundo en la actual coyuntura, en que la seguridad energética gana prevalencia, está considerando marchitar la industria del petróleo y el gas, eso solo está ocurriendo en Colombia”, dice Lloreda.

En este mismo sentido reacciono la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet): “Manifestamos una gran preocupación y signos de alarma para el país y sus habitantes por la reforma tributaria aprobada en el Congreso de la República, dado que esta hace responsable a la industria de los hidrocarburos de aportar casi $9 billones, de los $20 billones que espera recaudar el Gobierno Nacional, una clara señalar de asimetría e inequidad fiscal con un sector que hoy es unos de los principales generadores de ingresos corrientes, exportaciones e inversión extranjera directa en nuestra nación”.

Comercio

Entre tanto, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) sostuvo que el hecho de no incluir los días sin IVA en el proyecto de ley, además de la generación de nuevos impuestos a las empresas, afectaría la economía del país, el empleo, el consumo y el ahorro.

El vocero de los comerciantes, Jaime Alberto Cabal, llamó la atención sobre el escenario económico que vive Colombia y el mundo, “que ha cambiado vertiginosamente desde cuando se radicó el proyecto de la reforma el pasado mes de agosto y el daño que haría no solo al comercio, sino a varios sectores de la economía”.

De acuerdo con Cabal, algunos aspectos de esta reforma “impactarán negativamente al pueblo colombiano. Vale la pena pensar si el recaudo de los $20 billones que busca el Gobierno tiene que ser únicamente mediante nuevos impuestos, cuando se pueden tener en cuenta otras salidas. Primero con una meta más acorde a la situación del país y por otro lado, haciendo uso de los activos improductivos de la SAE, entre otras posibilidades que minimicen el impacto de más impuestos. Las expectativas de mayores ingresos vía nuevos impuestos se pueden diluir en el comportamiento económico de las empresas y recaudar menos de lo que se pretende".

“Desde Fenalco hemos dicho que los impuestos a las personas naturales y jurídicas afectarán gravemente el ahorro, el consumo y la inversión. Con la reforma tributaria se golpean fuertemente las rentas exentas de los asalariados, base fundamental del ahorro para construir un futuro. En vez de disminuir a un umbral tan bajo podría considerarse a la mitad”, agregó el dirigente.

De otro lado, el gremio celebró la eliminación temprana del artículo que pretendía gravar las pensiones, pues afirmó que “hay que cuidar a los pensionados del país, toda vez que mientras todos los años el salario mínimo se incrementa, los salarios de los pensionados crecen solo el IPC, es decir, que se ha ido creando una brecha en el tiempo”.

Jaime Alberto Cabal también llamó la atención sobre el impuesto a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. “Este impuesto puede impactar aún más la inflación en Colombia”, dijo. Cabe recordar que el impuesto fue aprobado por Cámara y Senado, aunque con algunas excepciones como el pan y la leche.

Por otra parte, el dirigente gremial manifestó su preocupación por el borrador de decreto que dio a conocer el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que busca aplicar un arancel del cuarenta por ciento (40 %) 'ad valorem' a las importaciones de confecciones.

“Una medida como esta, en medio de un escenario inflacionario y con un dólar por encima de los $5.000, impactará negativamente el bolsillo de los colombianos y generará mayor desempleo e informalidad. Esta situación terminará premiando al contrabando”, afirmó el vocero de los comerciantes.

Según el gremio, el impacto en el precio final a los consumidores, teniendo en cuenta además que hay un encarecimiento en las importaciones a causa de la devaluación del peso frente al dólar; será en promedio de un 30 % más, lo que finalmente aumentaría la rentabilidad del contrabando, ya que se incrementaría el diferencial de un producto legalmente importado, en comparación con el ilegal”.

Los riesgos

 “Como dice la economista Mariana Mazzucato: 'la riqueza hay que crearla para distribuirla; si no, no hay qué distribuir. Este es el riesgo que enfrenta Colombia", sostuvo la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), luego de la aprobación de la tributaria.

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El gremio añadió que se reconocen las necesidades sociales del país: "Reiteramos que para lograr un desarrollo que permita contribuir a Colombia se requiere tener un equilibrio entre el ingreso fiscal y la viabilidad del tejido empresarial”.

Sin embargo, “se aprobó una reforma tributaria a pesar de los esfuerzos para visibilizar, con argumentos, ante el Gobierno y el Congreso, que se afectará negativamente la competitividad de las empresas y se debilitará su capacidad para atraer inversión y crear empleo formal como mecanismo para la superación de la pobreza”.

De acuerdo con AmCham, el proyecto aprobado traerá más complicaciones al panorama económico nacional. Los cambios en las reglas para las zonas francas y los impuestos para el sector minero energético, así como los tributos a productos de la canasta familiar, tendrán impacto en la creación de nuevos puestos de trabajo en el mediano plazo al perderse elementos esenciales para la competitividad del país.

Los 'paganinis'

Por su parte Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), también se refirió al impuesto a las zonas francas. "Estas zonas representan un oasis de competitividad para Colombia. Se han constituido como motores de desarrollo regional y han permitido atraer grandes volúmenes de inversión que, de no existir, probablemente no habrían llegado al país. Solamente este sector genera más de 147.000 empleos en 21 departamentos y se estima que más del 90 % de las empresas asentadas en estas zonas son MiPymes.  Con la reforma tributaria, sin lugar a dudas, lo terminarían marchitando”, afirmó.

Aseguró Mac Master que los hogares colombianos pagarán $12 billones en cuatro años, con el tema de la reforma tributaria. “Tenemos un inmenso riesgo de una recesión y además con el impuesto a hidrocarburos, las inversiones y la economía se verán afectadas.

La carga en el empresariado

Desde la ANDI se explica que este proyecto vuelve a poner una dura carga sobre el empresariado luego de que la reforma de Duque ya les ajustara el cinturón en materia tributaria.

Agregó que: “Muchos hicimos un gran esfuerzo por tratar de transmitir la preocupación de economistas, empresarios y empresas por el efecto que se pudiera producir sobre la actividad económica, la generación de empleo y la inversión en el país, pero infortunadamente sentimos que no tuvo resonancia la gravedad de los efectos que habrá sobre la economía y las familias colombianas”

Destacó además que tiene una especial preocupación por el sector de hidrocarburos, “siendo este uno de los más significativos para la economía colombiana”.