Una semana después de las elecciones, Joe Biden, proclamado por las proyecciones de algunos medios de comunicación como presidente electo de Estados Unidos, ya está anunciando medidas y estructurando el que sería su equipo de gobierno, en tanto los republicanos, con el presidente Donald Trump a la cabeza, insisten en que en los comicios hubo fraude, por lo que afirman que no han perdido y no está definido el ganador en las urnas.
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Así las cosas, los ingentes esfuerzos de la campaña de Trump para probar, ante los tribunales, que hubo fraude tienen en incertidumbre el resultado electoral, mientras que el aspirante demócrata ya actúa como mandatario electo, hasta el punto de que anunció a los expertos que integrarán el comité asesor frente a la pandemia de coronavirus, pese a que le faltarían dos meses y 10 días para posesionarse. Es más, ya se empezó a barajar los nombres de quienes integrarían su equipo más cercano. Ron Klain, incluso, sería su eventual jefe de gabinete.
Sin embargo, mientras no haya resultados oficiales nada se puede dar por sentado. En medio de esa indefinición, sin embargo, hay una serie de realidades que han marcado estos últimos siete días de la semana electoral más traumática para Estados Unidos en dos décadas:
1. ¡Ganáremos!: Esta fue la consigna que tuiteó ayer el presidente Trump, evidenciando que para él el proceso electoral sigue abierto y que está seguro de que las impugnaciones a los conteos de votos en curso le darán la victoria. “La elección no ha terminado”, dijo. Ya la campaña republicana dispuso un equipo de abogados que ha interpuesto procesos de revisión electoral en los estados de Pensilvania, Michigan, Georgia y Minnesota, en tanto solicitarán recuentos en Wisconsin y Nevada. Es más, ya las autoridades electorales de Texas, Pensilvania y Minnesota se han visto obligadas, por orden judicial, a separar las boletas electorales que llegaron, no sólo después del cierre de la jornada, sino aquellas que habiendo sido recibidas en tiempo, debieron ser verificadas con posterioridad. Esta separación debe realizarse para facilitar el conteo final en caso de que los tribunales los consideren inválidos.
2. Republicanos con Trump: Contrario a lo que pensaba, las principales figuras del partido Republicano han respaldado los alegatos y acciones judiciales del Presidente, e incluso le han insistido en que no cese en su incitativa de obtener un dictamen transparente de la cita en las urnas. Pesos pesados republicanos como Lindsey Graham y Mitch McConnell han cerrado filas en torno a Trump, exigiendo de los demócratas que permitan el recuento si no tienen nada que perder. "Trump no ha perdido. Señor Presidente, no ceda, luche duro", dijo el primer congresista. Así las cosas, el Presidente no está solo en su interés de demostrar que efectivamente se presentó un fraude. Este apoyo le permitirá a la campaña seguir adelante con los procesos de impugnación y la solicitud de recuento en distintos estados. Mientras ello no ocurra, Trump no reconocerá a Biden ni admitirá derrota alguna.
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3. Estados pendientes: A pesar de que los votos se han escrutado en un 99%, una decisión judicial favorable a Trump puede cambiar el resultado final de la carrera por la Casa Blanca, sobre todo si se considera que en estados como Pensilvania el candidato republicano va detrás por menos de 50.000 votos, lo que representa una diferencia de 0,7%. Los 20 votos electorales que da esta región podrían cambiar de destinatario si se excluyen los boletos segregados. Igual diferencia porcentual separa a Trump y Biden en Wisconsin, que también podría ser objeto de una decisión judicial. Asimismo pasa en la también cuestionada Georgia, que otorga 16 sufragios del Colegio Electoral. Allí la diferencia es de tan solo el 0,2% y se podría presentar algún cambio. Finalmente en Alaska y Carolina del Norte el Presidente lleva una cómoda ventaja, aunque esos votos electorales no se le han asignado. Así las cosas, son 64 los votos del Colegio que siguen en juego y que podrían definir al ganador.
4. Senado en vilo: si bien en las toldas demócratas ya consideran segura la victoria presidencial, si esta se confirmara oficialmente podría ser agridulce, considerando que no tienen la mayoría en el Senado. Esto porque hay varias curules sin definir. Por ejemplo, ningún candidato por el estado de Georgia obtuvo el 50% de los votos, como lo requiere la ley electoral estatal, y tendrán que someterse a una segunda vuelta en enero. Los demócratas esperan que el impulso de la victoria de Biden les sirva a sus candidatos al Senado en ese Estado para asegurar uno o dos escaños, empatando así con los republicanos en un 50 a 50, por lo que tendrían la ventaja ya que la vicepresidenta Kamala Harris tendría que definir las votaciones en la plenaria del Senado. Sin embargo, a hoy es más seguro que los republicanos mantengan su mayoría en el Senado, lo que pondría en aprietos a Biden, si llega a la Casa Blanca, para sacar adelante sus principales iniciativas legislativas.
5. Fiscal autoriza investigación: El jefe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Bill Barr, le dio a los fiscales federales de todo el país una autorización general para abrir investigaciones sobre irregularidades en el voto denunciadas por Trump. Barr indicó que esto no es una indicación de que su tenga ya evidencia de casos genuinos de fraude, sin embargo libera a los funcionarios de antiguas restricciones para este tipo de investigaciones. El alto funcionario dijo a los fiscales que "estas investigaciones o revisiones deben ser conducidas cuando haya denuncias que sean claras y creíbles de irregularidades, que si se comprobaran ciertas, podrían potencialmente tener impacto en el resultado de la elección federal en un determinado estado".
6. Críticas a Pfizer: Tras el anuncio que hicieran el lunes las directivas del laboratorio estadounidense Pfizer y la empresa de biotecnología alemana BioNTec, en torno a que su candidata a vacuna contra el covid-19 tiene una efectividad del 90%, y que se solicitará una autorización para adelantar su distribución, el presidente Trump criticó ayer al laboratorio y a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) por no haber anunciado antes los resultados de este importante avance. "La FDA y los demócratas no querían que obtuviera una victoria en vacunas antes de las elecciones, ¡así que salió cinco días después, como dije todo el tiempo!", aseguró el mandatario, quien agregó que “Pfizer… solo iba a anunciar la vacuna después de las elecciones… La FDA debería haberlo anunciado antes, no con fines políticos, ¡sino para salvar vidas!".
7. Debate por papel de medios: Aunque el Colegio Electoral no se reunirá sino hasta diciembre para emitir, oficialmente, los votos que finalmente elegirán al presidente de los EU, los medios de comunicación han sido quienes han declarado a Biden como ganador, un hecho también criticado por el presidente Trump. Pese a lo cerrado de la votación en varios estados y a los anuncios de impugnación de los resultados por la campaña republicana, han sido los medios de comunicación los que se apresuraron a dar al candidato demócrata como ganador. Hay situaciones especialmente llamativas. Por ejemplo, en el tradicionalmente republicano estado de Arizona la cadena Foxnews y la agencia Associated Press declararon a Biden ganador con menos del 50% de los escrutinios y una diferencia, en ese momento, menor a los 5 puntos porcentuales. Incluso el New York Times dijo que “el papel de declarar al ganador… recae en los medios de comunicación”.
8. Gobiernos que no han reconocido a Biden: Rusia, China, Brasil México y Polonia, entre otros, siguen sin felicitar al señalado presidente electo Biden, argumentando que prefieren esperar a que concluyan los procedimientos para verificar los resultados de los comicios y que estos sean definitivos. A este respecto el Ministerio de Exteriores chino dijo que "entendemos que el resultado de las elecciones presidenciales será determinado conforme a las leyes y procedimientos de EU". Por su parte, el presidente brasileño Jair Bolsonaro aseguró que felicitará "en su momento" a quien sea oficialmente el electo. Mientras tanto, el mexicano Andrés Manuel López Obrador aclaró que esperar el pronunciamiento oficial del resultado de las elecciones no significa que apoye las denuncias realizadas por el presidente Trump.