Óscar Munévar

Enviado especial EL NUEVO SIGLO

Hasta el momento que se sepa no hay porque tenerle miedo al famoso martes 13, científicamente no existe un argumento para decir que este día y número traigan mala suerte.

Los más supersticiosos son los argentinos, que si pasan por debajo de una escalera, que si mencionan a un técnico, que si se pasan el salero, que si reciben el azúcar con la derecha, etc.

Por fortuna el juego frente a los croatas no fue viernes 13 porque le tienen pavor y para fortuna de ellos, este martes 13 les salió de maravillas, dejaron en el camino a los Croatas y de qué manera.

La primera vez que llegaron fue contra Estados Unidos, al que le ganó por seis a uno en 1930, aparecen nuevamente en escena en 1978, México 1986, luego en Italia 90 y finalmente en Brasil 2014.

La noche no fue la del martes ni la del viernes, Argentina salió a esperar a Croacia y logró el cometido, se olvidó de las brujas, los agüeros y se concentró en jugar al fútbol y esperar a que el rival cometiera los errores que en efecto llegaron. 

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Se equivocaron, el arquero Livakovic, quien en plena área derriba al joven Julián Álvarez, el juez central declara tiro penalti y el de siempre Messi, que tampoco cree en brujas, la metió y así consiguió mejorar una marca que estaba en poder de Batistuta, quien había obtenido 10 tantos, ahora la 'pulga' tiene 11 en los mundiales de 2006, 2010, 2014 y ahora Catar.

Y luego Álvarez, que no llegó como la gran figura, vino de suplente y Lautaro Martínez ,quien no dio pie con bola, le dejó el puesto al delantero que ahora debe valer una fortuna por cuenta de lo que ha logrado en este mundial.

Este Argentina está para cualquier cosa, pero llegó perdiendo y hasta el momento faltando un partido esta ganando, sólo le falta el rival y si los dioses se alinean, seguro que podría obtener el tercer título, para revalidar lo hecho en Argentina '78 y México '86 .

Esperemos que otro 13 se atraviese en el camino del éxito de los gauchos y que Messi, antes de su retiro, pueda darle la satisfacción a su país de un nuevo título. 

Buenos Aires no durmió, pero los hinchas de este onceno tampoco dejaron dormir en el centro de Doha y en los barrios donde más de 10 mil seguidores estaban en el estadio haciendo fuerza por su selección.

Nos encontramos el domingo en este Lusail, estadio que le dio el éxito a los albicelestes.