por Sonia AVALOS
Boca hace cruces entre la resignación y el bochorno a la espera de la decisión de la Conmebol que resuelve este sábado sanciones por la agresión con tóxicos contra jugadores de River en el clásico argentino de fama mundial por la Copa Libertadores 2015.
El legendario estadio de Boca, la Bombonera, fue clausurado el mismo jueves por la noche tras el vergonzoso ataque a los futbolistas, rociados con una sustancia tóxica por hinchas de Boca mientras cruzaban la manga para comenzar el segundo tiempo.
El partido por la clasificación a cuartos de final de la Libertadores fue suspendido con el marcador 0-0, y un resultado en el duelo de ida que aventaja a River 1-0.
Boca tiene tiempo hasta las 18H00 GMT para presentar su descargo ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) con sede en Asunción y se espera que el Tribunal de Disciplina se expida de inmediato ante la gravedad de los hechos.
"Cualquiera sea la decisión nos perjudica, el partido era ayer (por el jueves)", sostuvo un abatido Daniel Angelici, presidente del club Boca que en rueda de prensa el viernes admitió "toda la responsabilidad" por el incidente y prometió "sanciones ejemplificadoras" a los socios involucrados.
Ni los 1.200 policías asignados a la seguridad ni los 200 extras que contrató Boca pudieron evitar el ataque a los jugadores, cinco de los cuales terminaron con fuerte irritación en los ojos y quemaduras en la piel, un hecho inédito aún en un país acostumbrado a emparentar fútbol y violencia.
Según la ONG Salvemos al fútbol, la violencia en las canchas causó tres muertos en lo que va de 2015, 16 en 2014 y 12 en cada uno de los dos años anteriores.
La mayoría de los casos se enmarcan en las luchas por el poder entre barrabravas (hinchas violentos) del mismo club.
Desde el segundo semestre de 2013 rige la prohibición de la presencia de la parcialidad visitante en las canchas para prevenir incidentes.
- Mea culpa -
Cualquiera sea la decisión de la Conmebol, Boca se sabe derrotado ante el fracaso como organizador de un clásico que despierta interés en todo el mundo y aún más en el marco de un torneo continental.
"Que alguien intencionalmente pueda arrojar algún líquido que afecte a los jugadores del equipo rival me llena de angustia y dolor, no sólo por la imagen del club sino por la del fútbol argentino que se da a la región y al mundo", admitió Angelici a la prensa flanqueado por el DT de Boca, Rodolfo Arruabarrena.
El presidente de Boca, abucheado en la cancha el jueves, consideró que "cualquier decisión que tome el tribunal va a ser compleja y polémica".
El castigo "tiene que ser equitativo y equilibrado; ni queremos ser rehenes de los violentos ni tampoco esto puede quedar en la impunidad", admitió.
"Acá hubo una agresión a jugadores que implica vergüenza para el fútbol argentino y para nosotros mismos, si viene la sanción, habrá que acatarla y punto", dijo Arruabarrena consultado sobre la posibilidad de que la Conmebol le otorgue la serie a River.
Las pericias de la policía científica aún no fueron divulgadas pero según trascendidos el tóxico no corresponde a gas pimienta como se creyó en un principio sino a un preparado de tipo casero que causa efectos similares.
- Clímax de violencia -
"Acá pasó algo desgraciada e insólitamente nuevo. Nunca había pasado esto de agredir a jugadores con elementos químicos. Es otra mancha más al fútbol y abona a la violencia", declaró el viernes el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Luis Segura.
Los clubes "no somos responsables de la violencia y de la inseguridad", afirmó sin embargo el dirigente.
Sin embargo el secretario de Seguridad, Sergio Berni, reprochó a los dirigentes de los clubes.
"Lo que pasó fue responsabilidad del club. Es hora de que los dirigentes asuman su responsabilidad", respondió en rueda de prensa.
Berni sostuvo que la dirigencia de los clubes permite que se guarde "la pirotecnia y el alcohol adentro del club".
"Soy cirujano, las enfermedades hay que erradicarlas de raíz", afirmó el secretario al proponer la suspensión total del fútbol como solución/AFP.