La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) redujo este lunes drásticamente su previsión de crecimiento, este año y el próximo, de la economía brasileña, a la que le augura una recuperación lenta de su actual recesión.

En un adelanto de sus previsiones de otoño, que se esperan en noviembre, la OCDE revisó a la baja las previsiones de crecimiento de varias economías principales, entre ellas la de Brasil, que sufrió la corrección más severa.

Según la OCDE, de la que Brasil no forma parte, el PIB de la primera economía latinoamericana crecerá apenas un 0,3% este año, 1,5 puntos menos de lo que la organización esperaba en su anterior proyección, en mayo.

Para 2015 la corrección fue de 0,8 puntos a la baja, y queda en 1,4%.

Según las previsiones de la organización con sede en París, Brasil va a tener un desempeño mucho peor que el de otros socios suyos de los BRICS, el club de los grandes emergentes. Para China, la OCDE mantuvo su previsión en 7,4% para 2014 y 7,3% en 2015, y para India mejoró el pronóstico de este año en ocho décimas, a 5,7%.

Recordando que Brasil cayó en recesión en la primera mitad de 2014, la OCDE apuntó que "la inversión ha sido especialmente floja, afectada por la incertidumbre en torno al rumbo político posterior a las próximas elecciones [presidenciales en octubre], y la necesidad de que la política monetaria limite una inflación por encima del objetivo".

En agosto, la inflación brasileña alcanzó 0,25%, lo que llevó el acumulado de 12 meses a 6,51%. El dato supera con creces el objetivo del gobierno (4,5%), e incluso el techo máximo, establecido en el 6,50%, según datos del oficial Instituto de Geografía y Estadística (IBGE).

"A medida que estos factores pierdan fuerza, puede esperarse un repunte moderado, pero se prevé que el crecimiento siga por debajo de su potencial en 2015", añade el texto.

La OCDE considera que "la política monetaria tendrá que seguir siendo restrictiva", en un país donde la tasa directriz de interés está desde abril en el 11%, después de nueve alzas consecutivas.

Brasil atraviesa ya su cuarto año de inflación alta y crecimiento moderado (2,7% en 2011, 1% en 2012 y 2,5% en 2013).

La séptima economía mundial se contrajo un 0,6% en el segundo trimestre respecto al anterior, entrando así en recesión después de una contracción de 0,2% en los tres primeros meses de 2014.

Los operadores de mercado consultados por el Banco Central esperan ahora que la economía brasileña crezca un 0,33% este año, y un 1,04% en 2015, según anunció este mismo lunes el instituto emisor.

Estos datos han caído como un jarro de agua fría para la presidenta Dilma Rousseff, que espera ser reelegida en los comicios del 5 de octubre. La mandataria, muy criticada por la candidata ecologista Marina Silva y el socialdemócrata Aécio Neves, ha prometido un cambio de su equipo económico en caso de victoria.