A PESAR de los tropiezos que en el país ha tenido el ejercicio de la actividad minera y del cuidado que deben tener con el medio ambiente, la firma Invercot ha seguido adelante en el desarrollo de diferentes proyectos en este sector.
Precisamente, el gerente de esta firma, Carlos Toro, reiteró el ejercicio lícito de la actividad minera en el sector rural de Soacha.
“Lo único que hemos hecho en Soacha desde que Ingeominas y la Agencia Nacional Minera nos otorgaron los títulos mineros, es ejercer legalmente la actividad de exploración y explotación minera, y como empresarios responsables hemos cumplido a cabalidad con toda la normatividad vigente”, señala. Sin embargo, esta explotación se encuentra actualmente suspendida debido a un proceso penal en curso por prevención de daño ambiental y extracción ilícita de minerales.
Hoy en día, alrededor de 200 familias del barrio Villa Esperanza (colindante con la Ciudadela Sucre) disfrutan de sus viviendas de interés social, gracias a la cesión de los terrenos hecha por Invercot como una muestra de su estrategia de responsabilidad social y ambiental.
“Lo que ocurre en este caso puntual es la presión indebida de más de 50 minas ilegales que se encuentran alrededor del área de explotación de Invercot, que no sólo no tienen un título minero ni un plan de manejo ambiental, sino que además generan un gran impacto ambiental a las comunidades aledañas”, sostiene Diego Ochoa, vocero de Invercot.