Recordando a Kennedy, no hay que preguntar que puede hacer por uno la ciudad, sino qué podemos hacer por la ciudad. El buen ciudadano prefiere servir, a ser servido. El alcoholismo es un azote de la humanidad. Si contestamos al odio con el odio, ¿cuándo llegaremos a la convivencia? Lo más hermoso de la patria grande es la patria chica. Afrontar la adversidad con fortaleza y triunfar en nuestras empresas con sobriedad. Son repugnantes y censurables las conocidas expresiones según las cuales “robar dineros públicos no es delito” y “sacie su capacidad con el erario público y no con mi patrimonio”.
La conciencia es el mejor juez del buen funcionario. La solidaridad enriquece y el egoísmo esteriliza. Hasta la Biblia afirma: “conviene tener las garras del león para defenderse de los lobos y la astucia del zorro para ahuyentar a los listos”. En las cárceles municipales los buenos se vuelven malos y los malos peores. El ambiente carcelario es horripilante. Está dominado por el ocio, el hacinamiento y la promiscuidad. Las gentes buenas saben que la confianza en sí mismo es el secreto del éxito. Buen motor en la lucha cotidiana es el entusiasmo y la perseverancia. La buena memoria consiste en saber olvidar. No se puede vivir sin la alegría del arte, la poesía y la cultura. No es lo mismo enfrentar los conflictos desde el hueco de la ignorancia, que desde la llanura iluminada del conocimiento.
Dejar decir, con tal de que dejen ejecutar nuestras acciones escogidas. San Agustín comentaba que el trabajo evita caer en el vicio y en el extravío.
Nada iguala a la felicidad de los placeres familiares, sanos y constructivos. Familia que lucha unida triunfa unida. Es de sabios rectificar rumbos y destinos. Lo triste no es caer, lo doloroso es no tener el coraje y la energía necesaria para levantarse e iniciar con brío la tarea. Arepa que no se voltea se quema. Esto no. Firmeza.
Si tienes enemigos, reconcíliate; si esta solo busca una buena compañía, si estás triste ingéniate la manera de regocijarte. El pigmeo es pigmeo en lo alto de la colina y el gigante es gigante en lo más hondo del abismo. Una buena fórmula para los tropiezos. La pelota de caucho entre más duro se arroja contra el suelo, más alto rebota. Bolívar sostenía: en la derrota aprendí el arte de triunfar. Y Pablo Morillo se sorprendió al ver que el Libertador era más temible vencido que vencedor.
Si triunfas ganarás hostilidades, triunfa de todas maneras. No siempre los conciudadanos son amables y comprensivos. Ámalos de todas maneras. Si uno es honesto, se puede volver vulnerable. Seamos honestos todos los días. El bien que hoy se hace, se olvida muy pronto, hagamos el bien en forma permanente.
Lo más hermoso de nuestros pueblos son los bosques fértiles y fragantes. El árbol es el símbolo de la paciencia y la serena altivez. Sus raíces hondas escuchan la lenta oscilación de la tierra y sus ramas se elevan hacia las estrellas. El árbol es amigo del sol, del aire y la libertad. De un fragmento de caña se hizo la primera flauta. El hacha lo desgarra y el fuego lo aniquila.