Aunque el primer artículo de nuestra Constitución decretó que Colombia se descentralizaría, no funciona así. Lo mismo sucedió con la economía colaborativa y la moda gerencial “agile”.
En detrimento del Leviatán tecnológico, cuyos servicios rentados usufructúan de manera desproporcionada nuestros datos, la nueva Internet empoderaría al Cliente mediante contratos inteligentes (blockchain-dapps). Ojalá prometiera un mundo sin intermediarios, libre de ineficiencias y distorsiones.
Esa utopía podría apalancarse con la Organización Autónoma Descentralizada (DAO), disolviendo las jerarquías y democratizando la gobernanza corporativa. Aunque la idea es tentadora, debido al tirano Capitalismo de Accionistas, el cofundador de Twitter advirtió que los plutócratas seguirían dominando la Web3 (Dorsey, 20-12-2021).
Cambiando de etiqueta, los “tokens” equivaldrían a las “acciones”, y algunas sociedades anónimas concentrarían el poder, tal como ocurre en el oligopolio neoliberal o moderno feudalismo (decentraland.org).
Interesante debate, en el escenario más radical las DAO eliminarían la centralización gerencial. Esa eventual transformación de las estructuras organizacionales convergería con algunas premisas del modelo “ágil2, que desafía a los tradicionales silos que comprimen la toma de decisiones, y ralentizan, y dispersan o canibalizan la gestión.
Apoyada en la continua actualización de prioridades, incluso permitirían a los empleados elegir en qué comprometer sus esfuerzos, y cómo preferirían trabajar. Para lograrlo facilitarían la movilidad laboral, el desarrollo de nuevas capacidades y el emprendimiento intraempresarial (boot camp + hackaton).
Volviendo al ámbito macro, la “algocracia” automatizó demasiados sesgos heredados de las anacrónicas burocracias y estadísticas. Recomiendo, entonces, que la Registraduría se transforme en una DAO Pública, y el Congreso se reduzca “a sus mínimas proporciones”. Así, la legislación sería un continuo plebiscito o referendo, y cada colombiano podría proponer o evaluar alternativas de articulados, sin micos o fraudes durante su trámite.
Además, siendo el voto de todos equivalente, debería ser obligatorio; también podríamos explorar nuevos sistemas de conteo, verbigracia Borda, para ponderar preferencias, superar la exclusión y desatascar tantas reformas neutralizadas por la polarización.
A escala multinacional, las empresas Titanic tienden a hundirse, y emergerán los Botes glocales. Equipos combinados, flexibles y empoderados; centros de excelencia y talentos con capacidad polifuncional, dedicados a equilibrar la libertad y la creatividad, en función de la cooperación y la solidaridad, para cumplir misiones colectivas en periodos específicos (OKR + sprint).
Paradigmas sistémicos, iterativos y progresistas: sustituya los descriptores de cargos por roles integrales, que dinamicen las conexiones y eliminen los rígidos cuellos de botella. Así mismo, evolucione del caudillismo hacia el liderazgo distribuido, eventualmente rotativo, asistido por “coaches” para acompañar la autoorganización, el mejoramiento y el aprendizaje.
Finalmente, entre 78 países, el ranking Agility ubica a nuestra paquiderma Colombia 48º, tras evaluar cuán Adaptable, Dinámica, Moderna, Progresiva y Reactiva es.